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Autista, epiléptico y oculto: el príncipe John, el miembro más desconocido de los Windsor
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MURIÓ MUY JOVEN

Autista, epiléptico y oculto: el príncipe John, el miembro más desconocido de los Windsor

Es, probablemente, uno de los miembros de la familia real británica que menos se conoce. Tal día como hoy, hace 102 años, moría después de una severa convulsión

Foto: Imagen del príncipe John el día de su comunión. (Alamy)
Imagen del príncipe John el día de su comunión. (Alamy)

A John Charles Francis, el sexto y último hijo que tuvieron el rey Jorge V y la princesa Mary de Teck, se le conoce como el 'príncipe perdido', principalmente por dos razones: la primera porque su vida fue muy corta (murió con 13 años un 18 de enero de 1919) y la segunda porque gran parte de esa existencia la vivió recluido entre Sandringham y una granja en la que pasaría sus últimos años.

En el momento de nacer, el 12 de julio de 1905, su padre aún no era rey de Inglaterra sino príncipe de Gales. En el trono todavía estaba Eduardo VII, que permanecería en él cinco años más. Tras su muerte, en 1910, Jorge se convertía en rey de los británicos (lo sería hasta su fallecimiento en 1936) y John pasaba a ser el cuarto en la línea de sucesión al trono. Pero el tío de Isabel II, la actual reina de los ingleses, jamás fue un candidato con posibilidades para ocupar ese puesto.

Primeros síntomas

Un año antes de su llegada al trono, Jorge y Mary descubrieron que su hijo sufría ataques de epilepsia. Los pequeños se habían criado en Sandringham con una niñera debido a los muchos compromisos que tenían sus padres y, aunque trataban de pasar el máximo tiempo posible con ellos, lo cierto es que cuando llegaron al trono la faceta de padres cada vez se les fue complicando más, en una época que ya de por sí las clases altas delegaban el cuidado y educación de sus hijos a la servidumbre. Cuando John tiene cuatro años, sus padres se dan cuenta de que su comportamiento es diferente. Los médicos de la época catalogan como 'cierto retraso mental' lo que hoy día habría sido etiquetado más como un cierto grado de autismo.

placeholder El rey Jorge V, con sus hijos. John, en los brazos de su madre. (Getty)
El rey Jorge V, con sus hijos. John, en los brazos de su madre. (Getty)

El 22 de junio de 1911, cuando Inglaterra corona a su nuevo rey, John no asiste a la ceremonia. Algunas fuentes de la época lo reflejan como una manera que tienen sus padres de proteger la delicada salud del príncipe. Para otros, es una forma de esconder al mundo la existencia de un hijo que sufre un trastorno mental (algo mal visto entonces y un rasgo de debilidad).

La prensa de la época explica la ausencia del príncipe en un acto tan importante para la nación porque su familia no lo considera presentable al mundo exterior y prefieren mantenerlo escondido para no perjudicar su reputación. Sin embargo, la documentación de aquellos años sí refleja la presencia del pequeño John en otros actos oficiales como miembro de pleno derecho de la familia. En esa época ya sufre comportamientos repetitivos, malos hábitos regulares e insubordinación, aunque sus padres tienen esperanza de que, con el tiempo, se atenúen. A partir de 1913 no existen más retratos ni referencias gráficas de él. El príncipe se desvanece.

Aislamiento y reclusión

Al cumplir 11 años, la situación de John empeora y desaparece completamente de la vida púbica. Mientras sus hermanos asisten al colegio o los más mayores cumplen con su formación militar, el príncipe es enviado a una casa granja, llamada Wood Farm, en la que permanecerá el resto de su existencia.

Para hacer más llevadero el estado de aislamiento en el que vive el niño, su abuela Alejandra decide saltarse el estricto protocolo real e invitar a otros niños (aunque no sean de su misma clase social) a jugar con el pequeño.

placeholder Una de las pocas imágenes que existen. (Alamy)
Una de las pocas imágenes que existen. (Alamy)

A finales de 1918, las convulsiones de John se intensifican y su niñera escribe: "No nos atrevemos a dejarlo con sus hermanos y hermanas porque les molesta mucho. Los ataques han empeorado y se producen más menudo".

El 18 de enero de 1919, después de una severa convulsión, John fallece mientras duerme. Su madre escribe en su diario: “Ha sido un gran shock, aunque para el alma inquieta del niño, la muerte ha sido un gran alivio”. Después volvería a reiterar la misma idea de descanso a una amiga por carta “ya que su enfermedad empeoraba a medida que envejecía y se ha librado de mucho sufrimiento. No puedo decir cuán agradecidos nos sentimos con Dios por haberlo llevado de una manera tan pacífica”

El príncipe Eduardo, que era once años mayor que su hermano y apenas conocía al príncipe Juan, describió su muerte como "poco más que una molestia lamentable". Escribió a su amante de la época que "el pobre muchacho se había convertido más en un animal que cualquier otra cosa". También escribió una carta a la reina María que no respondió y de la que no quedó constancia, pero él se sintió obligado a escribirle una disculpa en la que decía:

"Me siento como un cerdo de corazón frío y poco comprensivo por escribir todo lo que hice... Nadie puede darse cuenta mejor que tú de lo poco que significaba el pobre Johnnie para mí, que apenas lo conocía... Lo siento mucho por ti, querida mamá, quien fue su madre".

Dos días después, el 'Daily Mirror' informa de que el príncipe había fallecido “y su rostro tenía una sonrisa angelical". Poco a poco, los periódicos irán haciendo público detalles sobre la enfermedad y la vida del pequeño que hasta entonces se habían ocultado.

Adaptaciones

En los últimos años, la reclusión del príncipe Juan se ha presentado como prueba de la "crueldad" de la familia Windsor. Según un documental de Channel 4 de 2008, gran parte de la información existente sobre el príncipe Juan está "basada en rumores y rumores, precisamente porque se han revelado muy pocos detalles de su vida y sus problemas". Y la Asociación Epiléptica Británica ha declarado: "No había nada inusual en lo que hicieron. En ese momento, las personas con epilepsia eran apartadas del resto de la comunidad. A menudo las metían en colonias de epilepsia o instituciones mentales. Se pensaba que era una forma de enfermedad mental".

En 2003, se estrenaba 'El príncipe perdido', una miniserie televisiva británica de dos capítulos que recrea la existencia de John, protagonizada por Daniel Williams, Matthew James Thomas y Miranda Richardson.

En el momento de su estreno, la serie gozó de cierto éxito y logró buenas cifras de audiencia además de buenas críticas. Además de su lanzamiento en la cadena británica BBC, tuvo repescas en BBC One y BBC Two y se comercializó en versión DVD. Tanto Miranda Richardson como Gina McKee recibieron nominaciones a mejor actriz en los Premios de Televisión de la Academia Británica. La miniserie también fue nominada a los premios BAFTA TV por edición (Clare Douglas ), música (Adrian Johnston) y fotografía (Barry Ackroyd). Tras su presentación en Estados Unidos en octubre de 2004, ganó el Premio Emmy a la miniserie destacada en 2005. Miranda Richardson fue nominada a un Globo de Oro.

A John Charles Francis, el sexto y último hijo que tuvieron el rey Jorge V y la princesa Mary de Teck, se le conoce como el 'príncipe perdido', principalmente por dos razones: la primera porque su vida fue muy corta (murió con 13 años un 18 de enero de 1919) y la segunda porque gran parte de esa existencia la vivió recluido entre Sandringham y una granja en la que pasaría sus últimos años.

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