El príncipe Andrés evita salir en la foto de la boda de su hija, la princesa Beatriz de York

Beatriz de York y Edo Mapelli se dieron el 'sí, quiero' en una boda secreta e inesperada que ha tenido un desarrollo igual de reservado. Más de un día hemos tenido que esperar para ver, finalmente, alguna imagen del enlace que tenía lugar este viernes 17 de julio, y que ha contado con la asistencia de un reducido grupo de invitados. Unos veinte, según las versiones de distintos medios ingleses que han ido contando a cuentagotas detalles del enlace.

Sabíamos que entre los asistentes se encontraba la reina Isabel II y su esposo, el duque de Edimburgo. De hecho, la ceremonia coincidió en el tiempo con otro importante evento para la reina de los británicos: el nombramiento como caballero de Sir Thomas Moore, un héroe del confinamiento que ha logrado recaudar 36 millones de euros dando 100 vueltas a su jardín con la ayuda de una andadera. Ese dinero se convirtió en fondos destinados a la sanidad pública inglesa.

También conocíamos la presencia de otros miembros de la casa real que representan el núcleo cercano de la princesa, como su madre Sarah Ferguson, su padre el príncipe Andrés y su hermana, la princesa Eugenia. Lo que no sabíamos es que el hijo de Isabel II y padre de la novia sería el gran ausente en la foto oficial del enlace. Sin duda, el escándalo de Jeffrey Epstein, aún latente, ha impedido que el príncipe esté presente en la foto de la boda real.

Álbum de fotos incompleto

La sombra de la relación del segundo hijo de la reina de Inglaterra con el desaparecido empresario ha estado durante meses sobrevolando el enlace de su hija. Desde que se conoció la posible implicación de Andrés en los escándalos sexuales del millonario, la boda de su hija se ha visto salpicada y poco a poco ha ido menguando el interés público por la misma. Si a eso le sumamos la emergencia sanitaria por la crisis provocada por el coronavirus, todo apuntaba a que la ceremonia tendría, finalmente, un carácter intimo. Lo que nadie podía prever es que se produciría a puerta cerrada y en secreto, como así ha sido. De hecho, no ha habido ninguna mención desde que se produjo el enlace en ninguna de las fuentes de la casa real ni en sus redes sociales. Hasta ahora, y de eso hace ya más de 36 horas.

Aunque la propia reina Isabel confesaba al nuevo caballero Sir Tom Moore durante su nombramiento que se encontraba feliz de haber bendecido la boda de la mayor de los York ("Mi nieta se ha casado esta mañana. Tanto Philip como yo logramos llegar allí, muy agradable” dijo la monarca), lo cierto es que no ha debido de estar muy contenta cuando se ha tenido que retratar junto a los novios con la única compañía de su marido, el duque de York.

Para el recuerdo quedará la imagen de la boda que protagonizó la princesa Eugenia que fue seguida con atención por los medios de comunicación (no al mismo nivel que la de sus primos Harry y Guillermo, claro) y que contó con todos los elementos propios de un enlace real: cientos de fotografías, posados familiares, llegada de invitados, salida y beso de los novios, cambio de vestido...

Beatriz ha tenido que conformarse con una boda de perfil muy bajo con ausencias importantes, no solo entre los invitados a la ceremonia sino también en las fotografías para el recuerdo. Y así lo reflejan también los medios de comunicación ingleses en sus portadas.