¿Éxito o fracaso? Los expertos opinan sobre la gira de Felipe y Letizia por España
¿Han conseguido los Reyes su objetivo con esta gira? ¿Ha sido una estrategia adecuada? Cinco expertos en comunicación política nos dan su opinión sobre el tema
Fin de trayecto. Los Reyes terminan este jueves en Asturias el tour que los ha llevado por todas las comunidades autónomas de España. Un tour que dio comienzo el pasado 23 de junio en Canarias y que tenía una doble intención: por una parte visitar el país después de la pandemia y conocer de primera mano cómo ha afectado la crisis del covid, dando a la vez una buena imagen para el turismo, y por otra intentar revitalizar la imagen de la Corona en plena polémica por la economía de don Juan Carlos.
Una estrategia de comunicación, la de echarse a las calles, que viene después de unos meses de videollamadas en los que la labor de la Casa Real quedó relegada a un segundo plano en los medios de comunicación, debido a la actualidad de la pandemia y también a lo reiterativo de las imágenes que compartía Zarzuela. Pero... ¿han conseguido los Reyes su objetivo con esta gira? ¿Ha sido una estrategia adecuada? Cinco expertos en comunicación política nos dan su opinión sobre el tema.
"Es una campaña poco exquisita"
Verónica Fumanal, experta en comunicación política, nos cuenta que "los Reyes necesitaban volver a reconectar con la sociedad española en medio de una crisis sin precedentes que afecta al emérito. Necesitaban separar a unos miembros de la Casa Real del resto de familia". Para Fumanal, uno de los puntos fuertes de la gira es que nos ha dejado "con unas imágenes muy entrañables. A pesar de que en ciertos ecosistemas –redes sociales o espacios mediáticos– se ha cuestionado la figura del jefe del Estado, nos estamos dando cuenta de que hay gente en la calle que le tiene afecto y que goza del cariño de la gente".
Sin embargo, asegura que "sé por personas que han estado allí que ha habido mucha menos gente que en anteriores visitas. El hecho de hacerlo ahora en medio de la otra crisis -la del coronavirus- evidencia que se busca otro objetivo. Es una campaña un poco exquisita, pero hay que poner en valor que lo estén intentando, no tendrían por qué, ya que no se someten a las urnas como los políticos".
"Dan una imagen de nosotros y el pueblo"
Para Toni Aira, profesor de comunicación política de la UPF Barcelona School of Management, esta estrategia ha sido "mejor que la idea del teletrabajo, aunque era fácil que existiera y seguramente no la supera demasiado, pero algo sí. Realmente la idea del teletrabajo tenía un punto de simulación tan explícito, era tan irreal en sí mismo, que era muy contraproducente. La estrategia de ahora no la veo positiva, pero es menos caricaturesca", nos explica.
Sin embargo, y a pesar de haber mejorado, Aira sigue viéndole problemas: "Acentúa otros clichés y problemas que van adjuntos a la monarquía. El resultado ha sido poco satisfactorio porque se ha facilitado una imagen que no deja de retratar a los miembros de la monarquía como inquilinos de una torre de marfil, alejados del resto. Los Reyes no han abandonado la torre de marfil, quizás podría decirse que la han desplazado. La estampa de la distancia física es tan evidente que siguen retratando una imagen de nosotros y el pueblo. A pesar del coronavirus, la imagen es la que es, gente a distancia apelotonada y ellos solos: el pueblo no guarda la distancia entre ellos, pero los Reyes sí están bien alejados y guardando la distancia."
Además, añade, "a eso le sumo otro factor. La sensación de que ellos no pueden pasear por España como antes se ha acentuado -como ha ocurrido en Navarra y Cataluña-, la sensación de blindaje contra unas protestas que no se quieren se ha agudizado, la sensación de un líder que no se puede mover por sus propios dominios con una mínima comodidad y aceptación. Lejos de acercarlos a la gente ha transmitido una idea de más lejanía".
"Resulta más efectiva que las videollamadas"
Alex Comes, director de Estudio LaBase, coincide en que "la gira que están realizando los Reyes de España por todo el Estado está resultando ser más efectiva, tanto a nivel reputacional como de impacto mediático, que la estrategia de las videollamadas que realizaron durante el confinamiento, además de que se trata de una acción donde el contacto 'face to face' con la ciudadanía les puede ayudar a aumentar o mantener su popularidad".
Pero también ve en ella algún fallo: "Esto no quita que la gira tenga algunas lagunas, ya que en la situación que vivimos actualmente, los baños de masas y las aglomeraciones en alguna de sus visitas van en contra de las medidas de seguridad que las autoridades sanitarias están intentando imponer en España".
"Es un cortafuegos entre Felipe VI y su padre"
"El escándalo y el nivel de la presunta corrupción del rey emérito, Juan Carlos I, es de tal magnitud que solo le queda optar por el hermetismo absoluto y desaparecer por completo de la vida pública. La hemorragia de sonrojantes e ilegales revelaciones, además, parece que aún no ha terminado. Esta delicada situación pone toda la carga de la prueba, lógicamente, sobre el actual monarca, Felipe VI", señala David Redoli Morchón, sociólogo y expresidente de la Asociación de Comunicación Política.
"La intención de esta gira real estival es evidente: aparentar normalidad cerca de los ciudadanos de a pie, para transmitir la idea de que los actuales Reyes no tienen nada que ocultar ni que ver con los escándalos de su predecesor y que se encuentran tranquilos, aunque preocupados por los españoles. Es, por decirlo de alguna manera, una gira que busca la construcción de un relato de proximidad y de normalidad institucional, a la vez que pretende marcar distancias con el buque de Juan Carlos I, subrayando que se trata de naves diferentes, con capitanes diferentes y con hojas de ruta distintas", continúa.
Para Redoli, esta gira de los Reyes "es una especie de cortafuegos para separar en el imaginario colectivo a Juan Carlos I de Felipe VI. No obstante, si bien esta gira puede ser un acierto en ese sentido, no es ni remotamente suficiente para lograr el efecto deseado. Para que funcione y logre su objetivo, debe ir acompañada de acciones que demuestren la transparencia de la Casa Real y su activa voluntad de colaboración con la justicia. Las acciones de comunicación (storytelling) solo son eficaces si se corresponden con hechos concretos y tangibles (storydoing) para construir el relato creíble de un líder (storybeing)".
"Proyectan cercanía hablando con la gente"
Miljana Micovic, miembro del Consejo Directivo de ACOP, opina que "la gira por todo el país y las CCAA me parece una estrategia muy acertada, desde el punto de vista de la comunicación. Y como se acabaron las restricciones de movilidad, tenía sentido que los Reyes también se empezaran a desplazar por el país, similar a lo que hacen los políticos durante las campañas y fuera de periodos electorales también".
"Tal como las videoconferencias no les permitían diversificar, ahora vemos que tienen un abanico muy amplio de actividades a realizar en distintas comunidades y regiones, y con representantes de distintos sectores. Los vídeos con la gente recibiéndoles en diferentes localidades y conversaciones con ellos aportan valor a su imagen. Proyectan cercanía hablando con la gente, se les ve mucho más preocupados por la situación y circunstancias concretas de cada lugar, sector o comunidad. Obviamente, la excepción ha sido Cataluña, donde la visita fue mucho más polémica y mucho más discreta", apunta.
Y agrega: "Esa visita, en concreto, no proyectó lo mismo, sino todo lo contrario, pero no se pudieron permitir ser increpados por la calle y escogieron un lugar seguro. Al fin y al cabo, si no pensamos solo en su imagen, sino en la efectividad y las consecuencias de sus visitas, otra vez, al igual que en el caso de las videoconferencias, se puede cuestionar qué consecuencias tiene esta gira, qué circunstancias en concreto pueden mejorar después de sus visitas y cuál es el alcance real de las mismas".
Fin de trayecto. Los Reyes terminan este jueves en Asturias el tour que los ha llevado por todas las comunidades autónomas de España. Un tour que dio comienzo el pasado 23 de junio en Canarias y que tenía una doble intención: por una parte visitar el país después de la pandemia y conocer de primera mano cómo ha afectado la crisis del covid, dando a la vez una buena imagen para el turismo, y por otra intentar revitalizar la imagen de la Corona en plena polémica por la economía de don Juan Carlos.