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Don Juan Carlos, del "no volverá a ocurrir" a un exilio que sigue suscitando polémica
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MOMENTO DELICADO

Don Juan Carlos, del "no volverá a ocurrir" a un exilio que sigue suscitando polémica

Su caída en Botsuana fue el punto de partida de un proceso que ha culminado con la marcha del país del rey emérito

Foto: El rey Juan Carlos. (Reuters)
El rey Juan Carlos. (Reuters)

Cuando el rey Juan Carlos, que entonces contaba 74 años, sufrió una fatídica caída en Botsuana el 13 de abril de 2012, nadie se podía imaginar las gravísimas consecuencias que tendría para su imagen pública. Su fractura de cadera, que requirió una intervención compleja, impedía que no trascendiera a la opinión pública y su imagen cazando elefantes, además, hería ciertas sensibilidades, aunque teniendo en cuenta lo sucedido después era un elemento menor en este relato.

Se abría entonces la caja de Pandora y se ponía en primer plano su relación con Corinna Larssen (o si lo prefieren, de zu Sayn-Wittgenstein), quien acabaría siendo conocida como la "amiga entrañable", definición que ella misma había acuñado en una entrevista. El padre del actual rey, ante una opinión pública nada complaciente con esta situación, Juan Carlos, a la salida del hospital, donde había sido intervenido por Ángel Villamor, entonaba ante las cámaras un escueto mea culpa que ha permanecido en la memoria colectiva como uno de los momentos en los que su imagen comenzaba a resquebrajarse: "Lo siento mucho, me he equivocado y no volverá a suceder".

placeholder Corinna Larsen en una imagen de archivo. (Getty)
Corinna Larsen en una imagen de archivo. (Getty)

Este episodio cobraría aún más importancia por la instrucción del Caso Nóos, por el que su hija Cristina acabaría siendo imputada hasta en dos ocasiones, por un tenaz juez Castro, y acabaría con una sentencia condenatoria para su yerno, Iñaki Urdangarin, quien cumple actualmente su pena en la prisión de Brieva. Un año más tarde llegaba un movimiento por parte de Casa Real que no todo el mundo esperaba: la abdicación del monarca que se hacía pública el 2 de junio de 2014.

El rey Juan Carlos enumeraba entonces algunas de las cualidades que encontraba en su hijo que le convertían en una persona idónea para ocupar su cargo y que, a tenor por los últimos acontecimientos, va a tener que poner en valor, en un momento en el que algunos sectores de la sociedad y partidos políticos ponen en cuestión a la institución: "Tiene la madurez, la preparación y el sentido de la responsabilidad necesarios para asumir con plenas garantías la Jefatura del Estado y abrir una nueva etapa de esperanza".

placeholder El juez Castro, en una imagen de archivo. (EFE)
El juez Castro, en una imagen de archivo. (EFE)

En estos seis años, el rey Juan Carlos, que ha sido sometido a diversas intervenciones quirúrgicas, lo que pone sobre la mesa una salud delicada, se ha convertido en una figura que ha generado numerosos quebraderos de cabeza a la institución e incluso se llegó a tener la duda si acabaría participando en los actos de celebración del 40 aniversario de la Constitución y el hecho de que fuera invitado a los actos principales celebrados en el Pardo y en el Congreso de los Diputados fue interpretado como un gesto para rehabilitarle públicamente y poner en valor su contribución a la consolidación de nuestra democracia tras casi cuatro décadas de dictadura franquista.

placeholder Imagen del comisario Villarejo. (Atresmedia)
Imagen del comisario Villarejo. (Atresmedia)

Sin embargo, la proliferación de informaciones periodísticas y los audios de Corinna Larssen con el comisario Villajero, actualmente en prisión, dinamitaron ese 'status quo', que ha derivado en dos procesos judiciales, uno en Suiza y otro en España, que tuvieron como consecuencia, primero, un comunicado en pleno estado de alarma en el que el actual monarca renunciaba a cualquier herencia ilícita de su padre, al que retiraba su asignación económica, y desde este domingo, un exilio, palabra que se evita en el comunicado emitido ayer por Zarzuela, que ha suscitado un enorme estupor.

Un comunicado, por cierto, en el que el rey Felipe VI aprovecha para subrayar también los logros de su padre, algo que también han hecho representantes de distintos partidos políticos, tanto en declaraciones públicas como en redes sociales, mientras que otros como Unidas Podemos, actualmente en el Gobierno de coalición con el PSOE, o ERC, han realizado severas críticas a cómo se han desarrollado los acontecimientos.

Cuando el rey Juan Carlos, que entonces contaba 74 años, sufrió una fatídica caída en Botsuana el 13 de abril de 2012, nadie se podía imaginar las gravísimas consecuencias que tendría para su imagen pública. Su fractura de cadera, que requirió una intervención compleja, impedía que no trascendiera a la opinión pública y su imagen cazando elefantes, además, hería ciertas sensibilidades, aunque teniendo en cuenta lo sucedido después era un elemento menor en este relato.

Rey Don Juan Carlos Iñaki Urdangarin