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Mountbatten, el apellido 'escondido' del duque de Edimburgo que ahora lleva Lili
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Lilibet Diana Mountbatten-Windsor

Mountbatten, el apellido 'escondido' del duque de Edimburgo que ahora lleva Lili

Felipe de Edimburgo tenía tres hermanas casadas con oficiales nazis y una incluso fue fotografiada en 1935 cenando con Hitler. Aún con todo, este apellido acompaña a los hijos de Harry y Meghan

Foto:  La familia real británica, en 1968. (Getty)
La familia real británica, en 1968. (Getty)

La tarde de este domingo, los duques de Sussex hacían público el nacimiento de su segundo hijo, una niña a la que han llamado Lilbet Diana, en honor a la reina Isabel -ya que ese era su apodo familiar- y a la difunta madre de Harry. La pequeña, que vino al mundo el 4 de junio en el hospital de Santa Bárbara, no tiene título real y será conocida como Miss Lili Mountbatten-Windsor, un apelllido con mucha historia.

Cuando nació Archie en mayo de 2019, Harry y Meghan ya quisieron que su primogénito llevara el apellido Mountbatten-Windsor. Una manera de reivindicar el apellido del duque de Edimburgo, convenientemente diluido por intereses históricos. En el Reino Unido es habitual que sea el apellido de los hombres el que prevalece, pero no fue el caso cuando Felipe de Edimburgo se casó con la reina Isabel, pues entonces se dio prioridad al de su mujer, Windsor. El príncipe Harry quiso rendirle un homenaje a su abuelo y puso en primer plano un apellido que retrotrae a episodios nada edificantes de la familia del, a veces, tan controvertido marido de la soberana británica.

Recordemos que Felipe, duque de Edimburgo por matrimonio, era de descendencia greco-danesa, pero por sus venas, al igual que por las de su mujer, corría sangre germana. El príncipe nació en Grecia, aunque su familia se exilió en Francia cuando era un niño. Educado en el Reino Unido, Francia y Alemania, renunció a sus títulos y adoptó la nacionalidad británica.

placeholder La reina Isabel II, en una imagen de archivo. (EFE)
La reina Isabel II, en una imagen de archivo. (EFE)

Cuatro años atrás, se estrenó en Channel 4, en el Reino Unido, el documental 'Prince Philip: The Plot To Make a King', que reflejaba su controvertido pasado familiar. En el mismo aparecía la imagen de un afligido joven de 16 años, en 1937, que acompañaba el cortejo fúnebre de su hermana Cecile, fallecida en un accidente de aviación. Junto a él aparecían numerosos miembros de su familia que lucían el uniforme nazi. Se trataba de una instantánea ya conocida, pero analizada de nuevo, que había sido tomada en las calles de Darmstadt, cerca de Frankfurt. En ella se apreciaba también a diversas personas realizando el saludo nazi y la presencia del padre del que será el futuro rey del Reino Unido no fue criticada, pues era comprensible que acudiera a despedir a su hermana.

Otra de las fotografías que aparecen en el mencionado documental muestra a otra de sus hermanas, Sophie, sentada frente a Hitler, en la boda del comandante Hermann Goering y su ya esposa, Emmy. Una prueba más de la vinculación familiar con una de las épocas más oscuras de la historia de Europa. Su hijo, el príncipe Rainier von Hessen, admitía que su madre admiraba a Hitler, a quien su progenitora calificaba de "hombre encantador y aparentemente modesto".

El pasado de sus hermanas

Sophie no era la única de las hermanas del príncipe Felipe que arrastraban un pasado nazi. Tres de las cuatro, Margarita, Cecilie y Sophie, se casaron con aristócratas que acabaron convertidos en prominentes figuras del partido. Sin embargo, tal vez fuera ella quien tuvo más relevancia y cercanía con el régimen, pues se casó con el príncipe Christoph von Hessen, quien ocupó un alto cargo en el Ministerio del Aire del Tercer Reich, fue coronel de las SS y jefe del Servicio Secreto de Inteligencia. Sophie y su marido eran tan adeptos al régimen que llamaron a su primer hijo Adolf, en honor a Hitler.

placeholder La familia real, en la boda de Isabel II. (Getty)
La familia real, en la boda de Isabel II. (Getty)

Margaret, la hermana mayor de Felipe de Edimburgo, se casó con el príncipe de Hohenlohe-Langenburg, quien durante la Segunda Guerra Mundial luchó en el bando alemán en el frente ruso, donde resultó gravemente herido. Posteriormente dejó de ser un adepto al régimen y participó en un complot fallido para asesinar a Hitler el 20 de julio de 1944, lo que le valió la expulsión del ejército.

Los problemas que le podía acarrear a la imagen de la Corona la familia de Felipe quedaron muy patentes cuando ninguna de sus hermanas fue invitada a su boda con la reina Isabel en 1947 (lo mismo que le ocurrió a Máxima de Holanda: su padre no pudo acudir a su enlace con el entonces príncipe Guillermo por haber sido un alto cargo ministerial del régimen de Videla en Argentina).

Foto: Alicia de Battenberg. (Cordon Press)

Pese a los vínculos familiares, nunca se puso en cuestión su oposición al régimen. De hecho, el duque de Edimburgo luchó en las filas británicas contra los alemanes. Aun así, sus genes germánicos (su madre, la princesa Alice de Battenberg, era hija de un príncipe alemán, y su padre, el príncipe Andrew de Grecia y Dinamarca, desciende de la casa ducal alemana de Schleswig-Holstein-Sonderburg-Glücksburg) le pasaron cierta factura en la época y fueron considerados un demérito por ciertos sectores no solo del ejército sino también de la familia real.

No podemos pasar por alto tampoco los antepasados de la reina Isabel II, ya que lleva el apellido del príncipe Albert, marido de la reina Victoria, quien nació en Coburg, en Alemania. El apellido de la casa de Sajonia-Coburgo y Gotha se cambió a Windsor en 1917 durante la Primera Guerra Mundial, precisamente para 'maquillar' ese rastro.

placeholder Felipe de Edimburgo. (EFE)
Felipe de Edimburgo. (EFE)

Felipe de Edimburgo habló por primera vez del pasado nazi de su familia en 2006, en una entrevista incluida en el libro 'Royals and the Reich'. De alguna manera quiso justificar la adhesión al régimen nazi porque encontraron 'atractivos' los intentos iniciales de Hitler por recuperar el prestigio y el poder de Alemania: "Había un sentido de esperanza después del deprimente caos de la república de Weimar. Puedo entender a la gente que se aferraba a algo o a alguien que llamaba a su patriotismo e intentaba que las cosas funcionaran". Asimismo, manifestaba que no era consciente de que alguien en su familia fuera antisemita.

La tarde de este domingo, los duques de Sussex hacían público el nacimiento de su segundo hijo, una niña a la que han llamado Lilbet Diana, en honor a la reina Isabel -ya que ese era su apodo familiar- y a la difunta madre de Harry. La pequeña, que vino al mundo el 4 de junio en el hospital de Santa Bárbara, no tiene título real y será conocida como Miss Lili Mountbatten-Windsor, un apelllido con mucha historia.

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