Meghan y Harry: buscarse la vida en Hollywood no es tan fácil como creían
Según ha publicado la edición estadounidense de 'Vanity Fair', están contactando y presentando propuestas a distintas productoras
¿Quién dijo que la vida sin el manto protector de los Windsor iba a ser fácil? O al menos tan fácil como lo tenían cuando vivían en el Reino Unido y su única obligación era cumplir una agenda de actos, generalmente relacionados con causas benéficas, y algunos compromisos familiares trascendentales para dar una imagen de solidez de la institución. Los Sussex tenían una vida mucho más rígida y previsible, pero aparentemente mucho más sencilla y sin tener que preocuparse, por ejemplo, de su futuro profesional y económico.
Sin embargo, desde que Meghan y Harry decidieron apartarse de la familia real británica y emprender una nueva vida en Estados Unidos, las cosas ya no son tan sencillas. Aunque de momento atraen una enorme atención pública en un país donde lo más cercano que tienen a la realeza es la familia Kennedy, y pese a tener aliados tan poderosos como Oprah Winfrey o Tyler Perry, el magnate del cine que les prestó su mansión en Los Ángeles, ninguno de los dos es un gran nombre en la industria de Hollywood.
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Meghan Markle era cuando conoció a Harry una de las intépretes de la serie 'Suits', de bastante éxito, por cierto, pero muy lejos de ser una estrella (está disponible en Netflix), y Harry no tiene ninguna experiencia más allá del papel asignado por su nacimiento, ni estudios universitarios, ya que después de estudiar en el prestigioso Eton, decidió tomarse un año sabático y emprender su formación militar en la Real Academia Militar de Sandhurst, aunque abandonó la carrera militar en 2015.
Una cuestión que ya veía muy clara su biógrafa, Angela Levin, quien se pasó un año siguiendo al príncipe para escribir su libro 'Harry: Conversations With The Prince', que mostraba hace unos meses su decepción con él y se preguntaba cuál sería su futuro en un lugar en el que corría el riesgo de sentirse como pez fuera del agua.
"¿Harry y Meghan están de acuerdo con su estilo de vida de 'yo, yo, yo', o uno de los dos es el líder y al otro le ha lavado el cerebro y simplemente es su comparsa? ¿Qué hará Harry cuando Meghan establezca su estatus de famosa en Los Ángeles? ¿Llevarle el bolso? Recientemente, amigos cuyo nombre permanece en el anonimato dijeron a una publicación americana que le ha prohibido a Harry, que ya no es un niño, que vuelva a casa con su familia", manifestaba en un artículo publicado en 'Tatler'.
Buscan trabajo
En las últimas semanas se ha hablado mucho de que Harry y Meghan han presentado diversos proyectos a algunas cadenas de televisión estaodunidenses, pero, según parece, la idea de Meghan no es retomar su carrera como actriz, algo que le ocurrió a Grace Kelly, quien al unirse al príncipe Rainiero renunció a su carrera en Hollywood, aunque Alfred Hitchcock querría haber vuelto a rodar con ella. Con la diferencia de que ella sí era una estrella e incluso había ganado un Oscar en 1955 por 'La angustia de vivir'.
"El foco lo tienen puesto en la producción.y les puedo ver haciendo una serie más que a Meghan delante de las cámaras", ha declarado una fuente cuya identidad no desvela la edición estadounidense de 'Vanity Fair'.
De momento, no puede decirse que la única incursión que ha realizado Meghan en su vuelta al trabajo una vez instalada en Estados Unidos haya sido un éxito. 'Elephant', un documental de Disney sobre la migración de una familia de elefantes a través del desierto de Kalahari que ha contado con la duquesa de Sussex como narradora (por cierto, no cobró, destinó su caché a la organización Elefantes sin Fronteras de Botsuana) le valió críticas demoledoras el pasado mes de abril.
En 'The Times' afirmaban que a menudo la emoción desbordaba a la actriz, narrando un momento de la película más bien anodino como si fuera la entrega de los Oscar, mientras que en 'Empire' afirmaban que se le notaba el ansia por complacer. Y en 'Mirror' aseguraban que su voz sonaba "cursi hasta el punto de rechinar".
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Quizás si tenemos en cuenta el título de su biografía autorizada 'Finding Freedom' ('Encontrando la libertad'), que ha cosechado tanto críticas como buenos resultados de ventas, deberíamos decir que el precio quizás esté siendo más alto del que se podían imaginar. Muy cuestionados en el Reino Unido y en plena guerra judicial con el gruupo editorial que publica 'The Daily Mail', sus 'penas' las pueden pasar mejor en la mansión que se han comprado en Santa Bárbara, pero aun así no está resultando fácil... Enfrentarse a críticas tan duras a diario no es una empresa sencilla.
¿Quién dijo que la vida sin el manto protector de los Windsor iba a ser fácil? O al menos tan fácil como lo tenían cuando vivían en el Reino Unido y su única obligación era cumplir una agenda de actos, generalmente relacionados con causas benéficas, y algunos compromisos familiares trascendentales para dar una imagen de solidez de la institución. Los Sussex tenían una vida mucho más rígida y previsible, pero aparentemente mucho más sencilla y sin tener que preocuparse, por ejemplo, de su futuro profesional y económico.