Marius, hijo de Mette-Marit, da un giro a su vida: su nuevo (y sorprendente) trabajo

En los últimos años, Marius Borg, el hijo de la princesa Mette-Marit, ha probado suerte en diferentes puestos de trabajo, con algo en común: ninguno de ellos fue muy duradero e incluso alguno fue un tanto cuestionado. Cierto es que él no pertenece a la familia real noruega, pero al haber estado presente en ella desde muy pequeño, sus movimientos y decisiones son igual de analizados y criticados. Ahora, el joven ha dado un giro de 180º a su vida profesional, dejando a un lado esos empleos que no convencían del todo a su familia y optando por uno de lo más sorprendente.

Y es que Marius lleva unas semanas trabajando como mecánico de motocicletas en un taller, según ha informado la revista 'Se og Hor'. El taller está situado en Lier, una ciudad a pocos kilómetros de Skaugum, la propiedad donde viven Haakon y Mette-Marit con sus hijos, y a una hora de Tonsberg, la ciudad noruega donde se instaló junto a su novia, Julia Snekkestad, cuando volvió al país, después de pasar una temporada viviendo en diferentes lugares del globo, como Londres, California o Milán.

Así que parece que el joven ha conseguido ganarse la vida dedicándose a una de sus grandes pasiones, que se conocía hace unos años, cuando puso en venta una Harley Davidson del 2001 que se había comprado meses antes pero que, por su tipo de licencia, no podía conducir. Aún así, el idilio con las motocicletas continuó, hasta el punto de que le ha servido para tener un trabajo remunerado y respetado. Eso sí, no sabremos cuánto le durará o si será el definitivo, ya que son varios los empleos que ha tenido en los últimos años, todos con el mismo resultado.

Y es que Marius dejó sus estudios de economía -para disgusto de su madre- para iniciarse en el mundo laboral. Primero, probó suerte con una pasantía para el diseñador alemán Philipp Plein en Milán. También lo intentó en los medios de comunicación con una colaboración en la revista británica 'Tempus Media Limited', que tampoco duró mucho. Y el último trabajo del que se tuvieron noticias fue, quizás, el más cuestionado, ya que fichó por la aplicación Moodie, una herramienta para manejarse por la vida nocturna del país y que facilita desde encontrar nuevos amigos con los que compartir salidas hasta información sobre los transportes públicos y taxis. Sin duda, un sector que tiene muy poco que ver con la nueva aventura laboral de Marius, con la que seguro que Mette-Marit se queda mucho más tranquila.