La relación de Letizia con Cataluña: campings, restaurantes y los Urdangarin

"Desde bien pequeñas, a mi hermana, la infanta Sofía, y a mí, nuestros padres nos han hablado de Girona y de Cataluña siempre con verdadero afecto. Gracias a ellos, conocemos muchas cosas de la historia y la cultura catalanas". Con estas palabras pronunciadas en un perfecto catalán, la princesa Leonor contaba públicamente en noviembre de 2019 en el Palau de Congressos de Barcelona, rodeado ese día de cientos de manifestantes independentistas, lo unida que se siente a Cataluña.

Era la primera vez que la heredera presidía los Premios Princesa de Girona, y en su discurso quiso dejar claro el lazo que la une con esa tierra, un lugar que, sobre todo su madre, conoce muy bien. Sin embargo, ahora su presencia y la de don Felipe no son tan bien recibidas como antes, y parece que no solo por parte del gobierno catalán. Se está hablando, y mucho, de un acto que el Rey tenía previsto para el próximo viernes en Barcelona, la entrega de despachos a nuevos jueces, y que aparecía en la agenda que la Casa Real envía semanalmente a los periodistas.

Sin embargo, ha sido desde Moncloa, según publican varios medios, desde donde han decidido que Felipe no acuda finalmente al acto. "Lo que ha sucedido con Su Majestad es literalmente un veto: no puede entenderse de otra manera la comunicación remitida por Casa Real, cuando nos dice que no puede asistir porque el Gobierno no le autoriza. Es incalificable", ha critcado un vocal del CGPJ. Una situación cuanto menos sorprendente

'Telma Letizia Barcelona

Cataluña siempre ha sido una región presente en la vida de la Reina, y su capital fue el lugar elegido por Telma Ortiz para acabar sus estudios universitarios. Mientras Letizia optó por México y Érika por Alemania, la mediana de las hermanas Ortiz se decantó por la Ciudad Condal.

Letizia viajaba con asiduidad a Barcelona para visitar a Telma. Por aquel entonces, la ahora Reina residía junto a su madre en Madrid, donde andaba haciendo sus primeros pinitos como periodista, pero aprovechaba cualquier puente o día libre para escaparse con su hermana. En verano, las dos cogían un coche y se iban a recorrer la Costa Brava, parando en algunos de los muchos campings que abundan en la zona.

Fue allí donde Letizia empezó a defenderse con el catalán, lengua que actualmente habla con fluidez, aunque todavía tiene algunos problemas propios de los no nativos, como es, por ejemplo, la no pronunciación de la vocal neutra. Un detalle fonético que, en cambio, sí domina su primogénita, que cuenta desde pequeña con un profesor del que recibe clases semanales, al igual que Sofía.

Telma y Letizia vivieron unos veranos memorables en Cataluña, de ahí que cuando la primera, tras perder la demanda que interpuso contro los medios de comunicación y separarse del padre de su hija, Enrique Martín Llop, decidiera refugiarse en Barcelona, donde fue fichada como subdirectora de Proyectos del Departamento de Relaciones Internacionales del Ayuntamiento.

La hermana de la Reina se instaló en la Ciudad Condal y allí residió durante casi diez años. Una década en la que doña Letizia ha visitado a Telma en numerosas ocasiones, siempre tratando de pasar desapercibida. Ambas se sentían como en casa en Barcelona, y se apuntaban a numerosos planes culturales, como cuando en enero de 2011 acudieron a un espectáculo de danza que la compañía de Ángel Corella representaba en el teatro Tívoli.

Incluso hay unas imágenes que hoy en día, por la situación política, serían difíciles de repetir, las de una Letizia acompañada por su secretario personal, José Manuel Zuleta, caminando tranquilamente por la Rambla para llegar al Liceo, donde participó de forma privada en un taller de aproximación a la música clásica organizado por la Fundación Príncipe de Girona. Ocurrió en marzo de 2013. Ocho años despuésm esa fotografía es inviable.

Los Urdangarin

Pero Telma no ha sido el único vínculo afectivo que la Reina ha tenido con Cataluña. También lo fueron en su momento la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, los primeros en conocer su relación. Los exduques de Palma los apoyaron desde el primer momento, y era habitual que la pareja los visitará con asiduidad en su casa de Pedralbes. Algo que continuó una vez que el compromiso se hizo público en noviembre de 2003.

Cuando Letizia viajaba a Barcelona para las pruebas de su vestido de novia en el taller de Pertegaz, ubicado en Diagonal, aprovechaba la ocasión para ver a sus cuñados. El 16 de abril de 2004, coincidiendo con que Felipe también estaba en la ciudad mediterránea y Letizia había acudido a una de sus pruebas, los cuatro cenaron en el conocido restaurante Casa Leopoldo.

Las idas y venidas de los entonces Príncipes de Asturias a Barcelona fueron frecuentes durante sus primeros años de matrimonio. En noviembre de ese mismo año, y tras presidir varios actos en Cataluña, Letizia fue fotografiada pasando un día en el parque con la infanta Cristina y sus hijos, y al día siguiente junto a Felipe se fue de compras por la zona del puerto.

Tras el nacimiento de Leonor, las visitas seguían sucediéndose, pero disminuyeron considerablemente. Sin embargo, don Felipe y doña Letizia no faltaban a ninguna de las celebraciones de cumpleaños de la familia Urdangarin. En 18 de enero de 2008 acudieron junto al resto de la familia a la fiesta por el 40 cumpleaños de lñaki, celebrada en el 'palacete' de Pedralbes. Todos posaron felices a las puertas de la casa, sin saber que se les avecinaba una gran tormenta solo dos años después.

La última foto que existe de doña Letizia con la infanta Cristina en Barcelona data de junio de 2009. Aprovechando que tenía un acto en la ciudad, Letizia se fue a almorzar con su cuñada y con Máxima de Holanda, quien se encontraba también allí por motivos de agenda, aunque era habitual que la argentina visitara a Cristina, ya que las unía una estecha amistad. Las tres mujeres acudieron al restaurante Mosaic, en el hotel Hilton.