Del alquiler de la infanta Elena al piso en Terrassa de la infanta Cristina
Ninguna de las hermanas del rey Felipe posee propiedades a su nombre en España. Doña Cristina tuvo a través de Aizoon y Nóos varios pisos en Baleares y Cataluña, de los que solo conserva uno
Cuando se combina el concepto de 'propiedad inmobiliaria' con el de 'familia del Rey', es inevitable llegar por un sinuoso camino a la casa de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin en la calle Elisenda de Pinós, en Barcelona. El 'palacete de Pedralbes' es más que un lugar geográfico, es un punto de referencia en el mapa de la actual crisis de reputación de la Corona española, mordida por varios escándalos financieros que antes protagonizó el cuñado del rey Felipe y hoy, su padre. La casa catalana fue un 'quiero y no puedo' de los Urdangarin Borbón, una peligrosa escalada social que terminó descalabrando a una familia que hasta entonces proyectaba unos valores modélicos.
El matrimonio había vendido su casa de Sarriá por 2,2 millones de euros y esta les costaba 5,8. La diferencia la pusieron los bancos, el rey Juan Carlos (1,2 millones) y hasta Juan Mari Urdangarin, el padre de Iñaki, que también quiso ayudar a la familia con una cantidad significativa. La firma de compraventa se llevó a cabo en octubre de 2004. Iñaki Urdangarin declaraba entonces unos ingresos de 3.000 euros brutos al mes. Según una información de 'El País', la Infanta recibía ese año unos 90.000 euros de La Caixa y otros 72.000 de asignación de la Casa del Rey. Cada trimestre, la hipoteca les costaba 52.000 euros. Hagan cuentas.
Además de Pedralbes, Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina acumularon más patrimonio. A través de Aizoon SL y de Nóos Consultoría Estratégica, adquirieron años atrás dos pisos con garaje en Palma de Mallorca y un bajo con trastero en Terrassa. Los pisos de Palma los vendieron para hacer frente a las fianzas judiciales, pero el inmueble de Terrassa sigue siendo a día de hoy propiedad de Aizoon, cuyo administrador único es Iñaki Urdangarin aunque su propiedad es al 50% de Iñaki y de Cristina de Borbón.
La infanta Elena
Más tino, inmobiliariamente hablando, ha tenido la infanta Elena. A la hija mayor del rey Juan Carlos y la reina Sofía se le cuentan muy pocos patinazos públicos en este sentido (y casi en ninguno). Salió del palacio de la Zarzuela para vivir en una casa propiedad de Jaime de Marichalar en pleno barrio de Salamanca. Cuando la pareja se divorció, doña Elena se marchó a vivir a una coqueta casa de la colonia Fuente del Berro de Madrid, muy cerca de Torre España.
Tras pasar los primeros días de la separación en el palacio de la Zarzuela junto a sus padres, la Infanta se mudó a esta casa unifamiliar perteneciente a una antigua colonia de trabajadores de la Casa de la Moneda. Estas casas se han revalorizado mucho con el paso de los años, aunque se construyeron en los años 20 del siglo pasado por precios muy asequibles, hoy son casi inalcanzables. Su situación (son muy céntricas), el hecho de que tienen dos alturas, una superficie de alrededor de 200 metros habitables y que cuentan con un pequeño jardín las han convertido en objeto de deseo de políticos (allí vive Soraya Sáenz de Santamaría, por ejemplo), artistas y empresarios.
"La Infanta no compró la casa, vivía de alquiler", explica una fuente conocedora de la operación inmobiliaria de entonces. "Fue un quebradero de cabeza cablear aquella casa y ponerle una seguridad adecuada porque era una pesadilla en esos términos", revelan. Pero la hermana del Rey no pasó allí ni un año: "Pocos meses después hubo que hacer la misma operación con la casa de Niño Jesús".
La madre de Froilán y Victoria Federica reside desde 2008 en un piso de más de 450 metros cuadrados en un barrio de clase alta muy cercano al parque del Retiro. La mayor parte de sus vecinos son abogados de carreras prestigiosas "que no se dedican a chismorrear de la vida de la gente" (como alguno de ellos amablemente nos ha dicho). Que conste oficialmente, Elena de Borbón no cuenta en la actualidad con ninguna propiedad en territorio nacional, de lo que se deduce que vive de alquiler, como el 17% de los hogares españoles, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). En Madrid asciende al 23,6%.
Cuando se combina el concepto de 'propiedad inmobiliaria' con el de 'familia del Rey', es inevitable llegar por un sinuoso camino a la casa de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin en la calle Elisenda de Pinós, en Barcelona. El 'palacete de Pedralbes' es más que un lugar geográfico, es un punto de referencia en el mapa de la actual crisis de reputación de la Corona española, mordida por varios escándalos financieros que antes protagonizó el cuñado del rey Felipe y hoy, su padre. La casa catalana fue un 'quiero y no puedo' de los Urdangarin Borbón, una peligrosa escalada social que terminó descalabrando a una familia que hasta entonces proyectaba unos valores modélicos.