Delphine Boël: primeras palabras (y lágrimas) tras convertirse en princesa de Bélgica
La hija del rey Alberto ha ofrecido una rueda de prensa ante decenas de periodistas, en la que ha insistido en que la batalla judicial que ha librado no ha sido por dinero
Este lunes, Delphine Boël se ha presentado ante los periodistas para ofrecer una rueda de prensa tras su última victoria judicial en el litigio por la demanda de filiación que interpuso al rey Alberto de Bélgica. Una batalla legal que ha durado varios años y de la que ha salido como gran ganadora, no solo porque los tribunales han reconocido la paternidad del exmonarca, sino porque el pasado jueves se sabía que el juez ha decidido otorgarle el título de princesa -para ella y sus hijos- con tratamiento de alteza real y derecho a utilizar el apellido familiar, Sajonia-Coburgo-Gotha.
En una comparecencia que ha ofrecido en la Universidad de Bruselas, la nueva princesa belga ha insistido en que no inició el proceso judicial por dinero. De hecho, varios medios han apuntado durante estos años que Jacques Boël, quien ejerció de padre durante casi toda su vida y le dio su apellido, tenía una fortuna diez veces mayor que la del rey Alberto. Pero sí ha querido explicar por qué recurrió a los tibunales para solicitar el título de princesa, además de una paga estatal y una casa: "Cuando salieron los resultados de las pruebas de ADN, no dije nada, lo mantuve en silencio. Le di la oportunidad de salir de todo esto como un hombre humilde y de salir los dos como ganadores. Pero no fue así. Y no quería que se me conociera como la hermana diferente".
Con respecto al título, la artista belga ha afirmado que va a seguir siendo Delphine, sin utilizar su título de princesa: "No voy a ir por la calle diciendo que me llamen princesa. Pero si hay alguna organización benéfica o alguna asociación que me necesita y cree que eso puede ayudar, estaré feliz de hacer algo bueno con ello". Y aunque no cree que pase nunca, afirma que acompañaría encantada a la familia real a algún evento en caso de ser invitada: "Estaría encantada, pero tiene que pasar porque ellos quieran, no porque se vean obligados. No espero nada, voy a continuar con mi trabajo. Sin embargo, si de repente muestran signos de vida, nunca les daría la espalda".
Delphine no ha podido evitar echarse a llorar antes de comenzar su comparecencia. Unas lágrimas fruto de la tensión vivida en los últimos siete años: "Ha sido como estar siempre en el campo de batalla, en la guerra. Para mí ser reconocido por mi padre, por mi propia sangre, era antinatural". Ha sido su marido y padre de sus hijos, Jim O'Hare, el que se ha acercado a ofrecerle un pañuelo para secar sus lágrimas. Una metáfora perfecta de quién ha sido su mayor apoyo durante estos años, tras los que por fin ha conseguido ser reconocida como hija del rey Alberto de Bélgica.
Este lunes, Delphine Boël se ha presentado ante los periodistas para ofrecer una rueda de prensa tras su última victoria judicial en el litigio por la demanda de filiación que interpuso al rey Alberto de Bélgica. Una batalla legal que ha durado varios años y de la que ha salido como gran ganadora, no solo porque los tribunales han reconocido la paternidad del exmonarca, sino porque el pasado jueves se sabía que el juez ha decidido otorgarle el título de princesa -para ella y sus hijos- con tratamiento de alteza real y derecho a utilizar el apellido familiar, Sajonia-Coburgo-Gotha.
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