Victoria Federica, ¿de fiesta y sin mascarilla? Las imágenes que han generado indignación

La enorme fiesta reflejada en unos tuits publicados este puente han generado una oleada de críticas. En los vídeos, puede verse una celebración multitudinaria que tuvo lugar en el exclusivo barrio de Salamanca de Madrid. Pese a que la capital vive un estado de alarma, nadie en la fiesta, en la que participaron el DJ Jorge Bárcenas y su novia, Victoria Federica Marichalar, respetaba la distancia de seguridad ni llevaba mascarilla.

Las imágenes se filtraron a través de la red porque algunos de los participantes decidieron compartirlas. Aunque en principio se dudó de la participación de la nieta de don Juan Carlos, más tarde se pudo ver un 'stories' de su perfil privado de Instagram con imágenes de unos de los DJ de la misma fiesta. Su presencia, por tanto, quedaba confirmada, tal y como también reflejaron programas como el 'Socialité', presentado por María Patiño.

El que sí aparece de forma clara en uno de los dos polémicos vídeos es Jorge Bárcenas, con camisa verde y camiseta blanca y justo al lado de un amigo que pincha música. Según publican varios medios, la fiesta se habría celebrado en la cervecería-discoteca 'La que se lía', propiedad de Luis Torremocha, bastante amigo tanto de Victoria Federica como de su hermano Froilán.

No es la primera vez que Victoria Federica es noticia por las restricciones relacionadas con el estado de alarma. Coincidiendo con la declaración de este, la joven se refugió en una finca de la localidad jienense de Villacarrillo. Estaba lejos de Madrid y de su familia pero con Jorge Bárcenas, su novio desde el verano de 2019, por lo que la situación fue mucho más llevadera. Ya en junio, la vuelta a casa de Victoria de Marichalar fue también cuestionada, como lo fue su confinamiento en Jaén y otros gestos que tuvo durante la cuarentena. Primero, porque en teoría la joven viajó a la provincia andaluza cuando ya estaba decretado el estado de alarma; segundo, porque la sorprendieron en el supermercado con su novio y su amigo, cuando las compras tenían que hacerse de forma individual. Y tercero, al hacerse una fotografía con la dueña de una peluquería a la que acudieron sin respetar la distancia social indicada.