Juan Carlos I y su frustrado regreso a España... por culpa de Corinna

Evitar que las noticias sobre su fortuna en el extranjero dañasen a la institución fue la razón esgrimida por Juan Carlos I cuando el pasado mes de agosto comunicó a Felipe VI que se iba del país. Tras un periodo de incertidumbre sobre su paradero, se le situó en la capital de los Emiratos Árabes Unidos, Abu Dabi. Desde allí tenía planeado regresar en vuelo comercial a nuestro país con motivo de la celebración del Día de la Hispanidad.

Pero, según asegura 'Ok Diario' citando fuentes del círculo más próximo al ex jefe del Estado, este habría dado marcha atrás en sus planes debido a la gran repercusión que obtuvo la explosiva entrevista que Corinna Larsen concedió al mismo medio pocos días antes.

En ella, la que fuera gran amiga del emérito habló largo y tendido sobre varios temas, poniendo el foco especialmente en la comentada donación de 65 millones de euros que le hizo el rey Juan Carlos, y que actualmente está siendo objeto de las investigaciones de la Fiscalía suiza. Una donación sobre la que Corinna insiste en dos puntos. Uno, que no fueron producto de comisiones saudíes; dos, que fueron el resultado de la generosidad del antiguo monarca: "Fue un testamento plenamente meditado y ejecutado en vida que le llevó un año preparar".

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La princesa alemana reveló además pasajes desconocidos de sus relaciones con Juan Carlos durante una década (2004-2014) y mandó una serie de mensajes dirigidos a él y a toda su familia. En un momento dado también hizo un relato que bien podría estar sacado de cualquier película de espías: sicarios, amenazas, notas atemorizadoras, disparos y un monarca reconvertido en un James Bond improvisado y mucho menos eficaz que 007. La alemana contó cómo desde el accidente que sufría el emérito en Botsuana ha padecido una campaña de acoso por la que no se siente segura, afirmando que, hoy en día, sigue temiendo por su vida.

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Tras enterarse del contenido de la entrevista, el emérito –que desde marzo pasado, cuando su hijo le retiró su asignación de 200.000 euros anuales de los presupuestos de la Casa del Rey, vive gracias a su elevado patrimonio personal– consideró que no era el momento más adecuado para retornar a territorio español.

Mientras tanto, y según asegura el periodista Carlos Herrera, amigo íntimo suyo, Juan Carlos I "está hasta los huevos" de vivir en Abu Dabi. Y es cierto, como cualquiera puede imaginarse y como el propio Rey intuyó desde el primero momento, tal y como se lo decía a sus allegados. Personas cercanas al padre de Felipe VI nos constatan su hastío. El día a día del emérito lejos de España es monótono, nos cuentan, y vive pensando en cuándo podrá volver a Zarzuela, su obsesión.