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El contraste de quilates entre Letizia y Sofía y otras anécdotas de los Princesa de Asturias
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LÁGRIMAS Y MEDIDAS DE SEGURIDAD

El contraste de quilates entre Letizia y Sofía y otras anécdotas de los Princesa de Asturias

Desde un posible mensaje al rey Juan Carlos en el discurso del rey Felipe hasta las lágrimas de los sanitarios que recibían el premio: la ceremonia estuvo plagada de detalles

Foto: La reina Sofía, Letizia y Leonor. (EFE)
La reina Sofía, Letizia y Leonor. (EFE)

La ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias, celebrada este viernes, estuvo irremediablemente marcada por el coronavirus. Una de las diferencias más notables con otros años fue el cambio de escenario, ya que la gala tuvo lugar en el hotel Reconquista, en lugar del habitual teatro Campoamor. Otra muy importante fue la sobriedad, además del reducidísimo aforo: apenas hubo invitados, más allá de la familia real, los premiados, sus acompañantes y algunas personalidades políticas. Pero lo que no cambió a pesar de la pandemia fue la emoción que se respiraba en cada una de las entregas, este año a distancia y con la mano en el pecho en lugar del apretón de manos que tanto se echa de menos.

Y como es habitual, fue una ceremonia llena de detalles, que muchas veces pueden pasar desapercibidos, pero que no faltaron a pesar de ser la gala más diferente y sencilla que se recuerda en sus cuatro décadas de historia. Eran muy esperadas las palabras de la princesa Leonor, que también resultaban radicalmente opuestas a las que pronunciaba en su debut de la edición anterior. Como también esperada era la imagen de la reina Sofía, de cuya asistencia se dudaba hasta hace unos días, dado que el aforo estaba más que acotado. Pero no falló en su cita favorita, sentándose en el palco para presenciar la ceremonia y protagonizando, junto con la heredera, algunas de las anécdotas y curiosidades de la tarde.

placeholder La princesa Leonor y la reina Sofía. (LP)
La princesa Leonor y la reina Sofía. (LP)

Las curiosidades de los Princesa de Asturias

1. El contraste entre la reina Sofía y la reina Letizia

Mientras que Letizia optó por un look totalmente minimalista, monocolor y sin grandes joyas -a diferencia del año pasado, cuando sus pendientes de rubíes se llevaron todo el protagonismo-, la Reina emérita se decantó por todo lo contrario: un traje chaqueta con maxiestampado, a juego con la camisa, fular y, sobre todo, joyas a lo grande. Doña Sofía lucía un collar de perlas irregulares y de distintos colores, del que colgaba una especie de medalla, también tamaño XXL. Las perlas, además, de un calibre considerable, por lo que todo apunta a que es una pieza de gran valor económico. Pero el broche negro que lucía en su chaqueta tampoco tenía nada que envidiarle, al menos en tamaño. Una elección radicalmente opuesta a la de su nuera, que no lució más que su anillo inseparable de Karen Hallam y sus pendientes en forma de estrella.

2. La importante presencia de doña Sofía

Como decíamos, la duda de si asistiría la madre del rey Felipe se despejaba hace solo unos días. Y durante la ceremonia se demostró lo importante que es su presencia cada año. Además del agradecimiento que le dedicó Luis Fernández-Vega, presidente de la Fundación Princesa de Asturias, prácticamente todos los premiados dirigieron su mirada al palco nada más recibir su premio, saludando a la Reina emérita con la mano en el pecho.

3. Estrictas medidas de higiene y seguridad

Además de las mascarillas y la separación entre los asientos de todos los presentes en el acto -familia real, invitados, músicos y galardonados- se siguieron unas estrictas medidas de higiene. Aunque las cámaras apenas lo captaron, tras cada uno de los discursos, tres personas se dirigían al atril con utensilios de limpieza para limpiarlo en profundidad y no dejar ningún posible rastro de coronavirus.

4. ¿Un discurso con segundas?

Al igual que las de su hija Leonor, las palabras que pronunció el rey Felipe casi al final de la ceremonia estuvieron marcadas por la lucha contra el covid-19. Pero su discurso incluía unas frases que podían interpretarse como dirigidas a su padre, el rey Juan Carlos: "Durante esta crisis, la inmensa mayoría del pueblo español está dando pruebas inequívocas de resistencia y entereza. Su ejemplo no puede ser un esfuerzo estéril ni caer en el olvido. Y ese ejemplo nos exige estar siempre a todas las instituciones -y ahora más que nunca- al lado y al servicio de los ciudadanos; requiere conducirnos con sentido del deber, con la mayor responsabilidad y con la máxima integridad y rectitud, para que el interés nacional prevalezca y los intereses generales de los españoles sean nuestro norte y guía".

placeholder El rey Felipe, durante su discurso. (EFE)
El rey Felipe, durante su discurso. (EFE)

5. La complicidad de Leonor con el Rey

A diferencia del que pronunciaba en su estreno en los Premios Princesa de Asturias, el de este año fue un discurso más sobrio, sin apenas guiños familiares y en un solo idioma. Al terminar, ha recibido el fiel apoyo de su padre, que la cogía fuertemente de la mano al volver a tomar asiento, transmitiéndole tranquilidad y todo su orgullo. Algo parecido pasaba cuando el Rey terminaba de pronunciar su discurso. También era su hija la primera persona con la que intercambiaba unas palabras al volver a su lugar.

6. Un premio entre lágrimas

Fue, con mucho, el momento más emotivo de la tarde. Los representantes del sector sanitario que acudieron a recoger el Premio Princesa de Asturias de la Concordia tenían detrás historias personales muy duras, que narró la presentadora del acto. Desde la madre de Sara Bravo, médico de familia fallecida por coronavirus, hasta Nieves Mijimolle, que perdió a sus padres, farmacéuticos, cuando decidieron echar una mano en la pandemia, una vez jubilados. Pocos fueron capaces de contener las lágrimas mientras agradecían a la familia real y a los presentes el sincero aplauso por su labor en primera línea.

7. La doble 'traición' de Letizia

Por primera vez en 16 años, la reina Letizia no acudió con un diseño nuevo a la ceremonia de entrega. Pero lo más sorprendente es que el vestido que reciclaba no lo firmaba el que hasta ahora era 'su otro Felipe', Varela -una opción que sí escogía para las celebraciones del Día Nacional-, sino Delpozo. Un gesto que, después de muchas pistas lanzadas en los últimos años, podría significar el distanciamiento definitivo del diseñador.

placeholder La reina Letizia y el rey Felipe. (LP)
La reina Letizia y el rey Felipe. (LP)

La ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias, celebrada este viernes, estuvo irremediablemente marcada por el coronavirus. Una de las diferencias más notables con otros años fue el cambio de escenario, ya que la gala tuvo lugar en el hotel Reconquista, en lugar del habitual teatro Campoamor. Otra muy importante fue la sobriedad, además del reducidísimo aforo: apenas hubo invitados, más allá de la familia real, los premiados, sus acompañantes y algunas personalidades políticas. Pero lo que no cambió a pesar de la pandemia fue la emoción que se respiraba en cada una de las entregas, este año a distancia y con la mano en el pecho en lugar del apretón de manos que tanto se echa de menos.

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