Iñaki Urdangarin, refugiado en Cabrils con la Infanta en "uno de sus peores momentos"
El cuñado del Rey huye de la presión mediática y busca el cariño de los suyos en Barcelona. La infanta Cristina sigue el proceso, frenado por la pandemia, de desvincularse de La Caixa
Desde que se publicó que Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina están de visita en Cataluña, la pareja ha jugado al gato y al ratón con la prensa, a quienes les ha costado encontrar una prueba de su presencia. No quieren aparecer en público y tienen sus motivos. “Iñaki está en uno de sus peores momentos”, nos cuentan desde su entorno, “y en esta situación, necesita tranquilidad y mucho cariño”.
Por eso, han buscado refugio en casa de unos amigos. La pareja duerme en Cabrils, según nos informan desde su entorno más cercano, en la comarca del Maresme, alejados del centro de Barcelona. Han querido poder disfrutar de los suyos sin someterse a la presión mediática que suele acompañarles cada vez que se reúnen en un permiso del cuñado de Felipe VI.
Lo que ha hundido el estado de ánimo de Urdangarin es la última decisión judicial, que le deniega el tercer grado. Él esperaba poder disfrutar de la semilibertad, pese a no haber cumplido la mitad de condena, puesto que su exsocio, Diego Torres, por ejemplo, está en régimen abierto desde el pasado verano. El tribunal no ha sido tan benévolo con él, a quien acusan de ser causante de “alarma social” por ser quien es. En estas circunstancias, Urdangarin deberá iniciar el proceso para lograr el nuevo régimen en diciembre, cuando le toca revisar su situación ante la Junta de Tratamiento Penitenciario de la cárcel de Brieva, así que podría lograr su objetivo como pronto en mayo.
"Está muy mal"
“Está muy mal”, nos informan. Algo de lo que ya avisó su abogado en una entrevista en Rac1, en la que decía que denegarle el tercer grado supondría "uno de los mayores golpes para él y para su familia". Así ha sido, añaden desde su entorno, que se muestra preocupado por su salud. Incluso amigos con quienes habían dejado de tener contacto por motivos personales han vuelto a tratar con él, a llamarlo y a hablar con su mujer para darle ánimos.
Su viaje a Cataluña, con estancia en Cabrils, ha sido preparado por los exduques de forma minuciosa. Su hijo Pablo estudia en la capital catalana y entrena con el Barça, así que decidieron que los permisos de Urdangarin los pasarían en la provincia de Barcelona. Para ello, se desplazaron a Mataró y alrededores a finales de agosto y principios de septiembre, cuando organizaron sus futuras visitas, como la que ha tenido lugar estos días.
Por eso, la Infanta ha decidido venir a España pese a que ello tiene consecuencias en su futuro inmediato: el Gobierno de Suiza impone una cuarentena obligatoria de 10 días, por motivos sanitarios derivados de la crisis del covid, a todas aquellas personas que viajen de España a su país.
10 días de cuarentena
En el caso de Suiza, además, de nada sirve llevar un test PCR negativo. “Un resultado de test negativo no supone la exención de la cuarentena obligatoria o una reducción en el tiempo de la misma”, informan las autoridades alpinas desde sus consulados y Embajada en España. Quienes llegan procedentes de zonas de riesgo, entre las que se incluye a España, tienen la obligación de encerrarse en casa o en un establecimiento acondicionado, y no mantener contacto con nadie. Así que cuando la Infanta vuelva a Ginebra tras su visita a nuestro país estos días, deberá permanecer encerrada durante diez días.
Sabemos también que Cristina de Borbón ha aprovechado su presencia en Barcelona para ir a las oficinas de Fundación La Caixa, algo que ya había hecho tras la pandemia. Cabe recordar que el 12 de diciembre de 2019 todos los miembros del patronato de Fundación Bancaria La Caixa firmaron un documento, a petición de la misma Infanta, en el que se aprobaba su marcha de la entidad, algo que debía formalizarse entre febrero y marzo, tal y como avanzó Vanitatis, y que la pandemia ha mantenido en suspenso hasta la fecha.
"Sin vuelta atrás"
Para saber en qué momento se encuentra el proceso de salida de la Infanta de la entidad catalana nos hemos puesto en contacto con fuentes solventes. Son muy claros al respecto: “Es un acuerdo al que se llegó después de muchos meses de trabajo y que no tiene vuelta atrás, es tan cierto como que estoy hablando ahora aquí, doña Cristina pidió abandonar La Caixa, quedarse en Ginebra con la Fundación Aga Khan y en diciembre de 2019 se acordó en una reunión del patronato”.
La clave es la pandemia, que ha frenado el despliegue del acuerdo porque, según nos dicen las mismas fuentes, constaba de diez proyectos a desarrollar en diez años, todos en países en vías de desarrollo. “No se puede viajar, así que es normal que lo hayan frenado. No se cancela, lo único que puede haber sucedido es que se haya suspendido”, añaden las mismas fuentes. La hermana de Felipe VI arregló su situación laboral hasta su jubilación con un gran acuerdo que beneficiaba a ambas partes (a La Caixa y a ella misma) y que prevé que trabaje a las órdenes de la Fundación Aga Khan, pero será en el futuro. De momento, Cristina de Borbón sigue con su agenda, como se ha visto estos días, cuando ha estado en Barcelona como parte de su rutina habitual en su trabajo en la fundación.
Doña Cristina e Iñaki Urdangarin tienen intención de permanecer en Barcelona y alrededores hasta este mismo jueves. Entonces, Iñaki deberá volver a prisión y la Infanta regresará a Ginebra, donde vive con su hija Irene, quien sigue las clases en la École Internationale y aún le quedan tres años de escolarización. La pandemia ha cambiado las normas, también en Suiza, pero por el momento tanto Irene como la infanta Cristina siguen con su día a día. La pequeña asiste a la escuela y la madre hace lo propio en las oficinas de la Fundación Aga Khan de Ginebra. Hasta estos días, en los que la mujer de Urdangarin deberá pasar su cuarentena preceptiva tras haber visitado España.
Desde que se publicó que Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina están de visita en Cataluña, la pareja ha jugado al gato y al ratón con la prensa, a quienes les ha costado encontrar una prueba de su presencia. No quieren aparecer en público y tienen sus motivos. “Iñaki está en uno de sus peores momentos”, nos cuentan desde su entorno, “y en esta situación, necesita tranquilidad y mucho cariño”.