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Esta es la poderosa razón por la que Carolina de Mónaco no se divorcia de Ernesto de Hannover
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SEPARADOS DESDE HACE 10 AÑOS

Esta es la poderosa razón por la que Carolina de Mónaco no se divorcia de Ernesto de Hannover

Ahora que Ernesto parece haber rehecho su vida, recordamos el verdadero motivo por el que la princesa Carolina no quiere el divorcio. Y tiene mucha relación con Ernesto Jr., su hijastro

Foto: Carolina de Mónaco y Ernesto de Hannover, en 2004. (Getty)
Carolina de Mónaco y Ernesto de Hannover, en 2004. (Getty)

La hija mayor del príncipe Rainiero le daba el 'sí, quiero' a su tercer marido en una ceremonia secreta en el palacio de los Grimaldi el 23 de enero de 1999. Había pasado una década cuando empezaron a vivir separados, sin que nunca hubiera una información oficial al respecto. Hoy, más de 20 años después, el matrimonio sigue oficialmente casado: nunca hubo trámites de divorcio ni, aparentemente, intención de solicitarlo. Y hay una poderosa razón por la que Carolina de Mónaco no se ha divorciado aún de Ernesto de Hannover.

Siempre se ha especulado con que uno de los motivos podría ser mantener el título de princesa de Hannover, de más rango que el de princesa de Mónaco y que también ostenta su hija pequeña, Alexandra. De hecho, en la página web del Principado, la hermana de Alberto sigue apareciendo con el título de la casa alemana. Pero no, parece que la verdadera razón para que no haya un divorcio es la de conservar el título y las propiedades que heredaría el hijo mayor del príncipe güelfo, Ernesto Jr. De ahí que Carolina de Mónaco siga oficialmente casada, a pesar de que su todavía marido haya tenido otras relaciones en los últimos años. La más estable y pública, la que mantiene con Claudia Stilianopoulos, hija de Pitita Ridruejo.

placeholder Ernesto de Hannover, saliendo de los juzgados el año pasado. (Getty/Kerstin Joensson)
Ernesto de Hannover, saliendo de los juzgados el año pasado. (Getty/Kerstin Joensson)

Se lo explicamos. Ernesto de Hannover mantienen un agrio enfrentamiento con su hijo mayor por las propiedades de la Casa de Hannover, por lo que su relación es actualmente más que tensa, incluso con demandas millonarias de por medio. De hecho, esas mismas tensiones se dieron también con su hijo pequeño, Christian, aunque parece que limaron asperezas y no solo el príncipe ha podido conocer a los mellizos que su hijo tuvo con su esposa, Sassa de Osma, sino que ahora pasa mucho tiempo con ellos, puesto que prácticamente se ha instalado en la capital junto a su nueva pareja.

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Pues bien, por mucha distancia emocional que haya padre e hijo, el príncipe Ernesto de Hannover no va a poder evitar que las propiedades de la Casa Güelfa vayan a parar a su primogénito, así como el título de príncipe de Hannover. Así es como viene estipulado en Ley de la Cámara de 1836, que dice claramente que el hijo mayor sería el heredero natural. Aunque hay un 'pero' importante. Y es que existe una condición para que el primogénito pueda recibir todo el legado: el todavía marido de Carolina de Mónaco tendría que haber dado el consentimiento para el matrimonio de su heredero, algo que al parecer no sucedió.

Ernesto padre nunca aceptó el matrimonio de su hijo con Ekaterina Malysheva y de hecho, no fue a la boda, convirtiéndose en uno de los grandes ausentes. Y esta condición que el heredero Hannover no ha cumplido es, es precisamente, a lo que tanto Carolina como los hermanos de su hija Alexandra temían que se aferrara el príncipe alemán, puesto que es algo que podría alegar para que su primogénito no herede lo que le corresponde llegado el momento. Y aunque Christian ahora tiene mejor relación con su padre y estuvo en su boda, él tampoco pidió permiso de forma oficial para casarse con Sassa de Osma, por lo que también podría tener problemas para recibir la herencia.

placeholder Ernesto y Christian de Hannover, con sus respectivas esposas. (Cordon Press)
Ernesto y Christian de Hannover, con sus respectivas esposas. (Cordon Press)

La única solución para evitar esta posible maniobra de Ernesto de Hannover es que no haya otro heredero legítimo, algo que está en manos de Carolina. Según explicaba la revista alemana 'Bunte' en su momento, la aún princesa de Hannover teme que, si se divorcian, Ernesto pueda contraer matrimonio con una nueva pareja y, con ello, dificultar el traspaso del título y las propiedades de la Casa de Hannover. Así que Carolina se ha 'sacrificado' y sigue casada con el príncipe alemán para evitar una futura boda, a pesar de los disgustos que se ha llevado durante su matrimonio, las polémicas que protagonizó siendo aún su marido de facto y su vida de excesos, que también han hecho que su salud se resienta, y mucho.

Esta decisión de la princesa Carolina demostraría dos cosas. Por un lado, la buena relación que tiene con Ernesto Jr. y Christian, los dos hijos que el príncipe alemán tuvo con su primera mujer, Chantal Hochuli, y que al fin y al cabo son los hermanos de su hija Alexandra. Por otro, que no se fía del que es todavía su marido. El primer punto no es novedoso: la princesa de Mónaco ya se puso del lado del hijo mayor en el enfrentamiento que mantiene con su padre por las propiedades de la Casa de Hannover. Además, Ernesto Jr. ha ejercido de hermano mayor y protector de Alexandra, convirtiéndose en una figura paterna para ella, incluso más que el propio príncipe. Por eso, Carolina tiene un vínculo especial con él y mucho que agradecerle.

placeholder Alexandra de Hannover, en el Baile de la Rosa. (Reuters/Valery Hache)
Alexandra de Hannover, en el Baile de la Rosa. (Reuters/Valery Hache)

El segundo punto tampoco es en absoluto sorprendente: los últimos tiempos de Ernesto de Hannover no han sido los mejores. Las recientes detenciones, órdenes de alejamiento y numerosos altercados que ha protagonizado indican que no está en su máxima estabilidad mental y que sus decisiones y acciones son totalmente imprevisibles.

Cierto es que en el último año, el príncipe Ernesto de Hannover no ha dado tanto que hablar. Aunque con truco, incluso se retiró de la demanda millonaria que había puesto contra su hijo mayor por la que le reclamaba varias de sus propiedades y también el juez que hacía el seguimiento de su caso le quitó algunos de los castigos que le había impuesto. Un hombre algo renovado al que le ha sentado bien tener una relación estable, pero del que parece que aún no se fían del todo.

La hija mayor del príncipe Rainiero le daba el 'sí, quiero' a su tercer marido en una ceremonia secreta en el palacio de los Grimaldi el 23 de enero de 1999. Había pasado una década cuando empezaron a vivir separados, sin que nunca hubiera una información oficial al respecto. Hoy, más de 20 años después, el matrimonio sigue oficialmente casado: nunca hubo trámites de divorcio ni, aparentemente, intención de solicitarlo. Y hay una poderosa razón por la que Carolina de Mónaco no se ha divorciado aún de Ernesto de Hannover.

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