La nueva vida (y destino) de Kalina de Bulgaria y Kitín Muñoz tras dejar Marruecos

Kitín Muñoz y Kalina de Bulgaria han pasado los últimos doce años de su vida en Marruecos. Se trasladaron a Rabat cuando su hijo Simeón Hassan acababa de cumplir su primer aniversario. Precisamente el nombre del niño es un homenaje al abuelo materno y al desaparecido rey alauita, con quien el rey Simeón mantuvo una estrechísima amistad. Los últimos planes del matrimonio pasan por cambiar de espacio geográfico. Esta nueva etapa, la familia Muñoz-Bulgaria la quieren establecer entre España y Bulgaria, dos países que forman parte del histórico vital de ambos. Por cuestiones profesionales de su padre, que era militar, Kitín nació en Sidi Ifni, la antigua colonia española. Fue nombrado cónsul honorario y durante años fue el impulsor del festival Moussem de Tan-Tan. Desde 1997 es embajador de buena voluntad de la Unesco.

TE PUEDE INTERESAR

Simeón de Bulgaria denuncia un "segundo exilio" 75 años después de su entronización

C. Villar

El hecho de que la pareja cambie de residencia habitual no afecta a la buenísima relación que el matrimonio mantiene con el actual monarca, Mohamed VI. En julio pasado, una vez que comenzó la desescalada tras el estado de alerta, presentó en el palacio de Cibeles, sede del ayuntamiento de Madrid, la nueva campaña de la Unesco. Ese día ya adelantó sin confirmar pero dando pistas lo que ahora es una realidad con el cambio de domicilio: “Echamos de menos a nuestros amigos y, sobre todo, salir a la calle en Madrid, que es una ciudad con mucha vida y no hay que inventar planes”.

La decisión de pasar también parte de sus vidas en Sofía, donde nació su hijo, tiene que ver con disfrutar de la compañía del rey Simeón, que reside en la capital de Bulgaria junto a su mujer, Margarita Gómez-Acebo. El matrimonio pasó el estado de alarma confinado en el palacio de Vrana. No hay que olvidar que el monarca fue elegido primer ministro en las elecciones de 2001 en un país cuya forma de gobierno es la república.

Ahora, Kalina y Kitín, que forman un buen equipo, vuelven a desandar el camino que en 1951 hizo el rey Simeón cuando tuvo que salir del país y exiliarse en Madrid, donde nacieron sus cinco hijos.

Hace siete años, Vanitatis acompañó a la pareja en la inauguración del festival Moussem de Tan-Tan en el desierto del Sáhara, a dos horas de avión de Casablanca. Este celebración fue declarada patrimonio intangible de la Humanidad en el 2005 y consiste en una especie de feria y fiesta ancestral de los pueblos nómadas que utilizaban ese lugar como punto de encuentro de las caravanas comerciales. Kitín Muñoz explicaba en aquellas fechas: “Era un centro de intercambios culturales, agrícolas y familiares. Se organizaban bodas, trueques comerciales, concursos de poesías y carreras de camellos entre más de treinta tribus para las que Moussem era su referencia”. Este año no se pudo celebrar y habrá que esperar a que el mundo cambie.