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De la ausencia de Carlota Casiraghi y Estefanía al saludo militar de Jacques: los detalles del Día Nacional de Mónaco
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FIESTA DESCAFEINADA

De la ausencia de Carlota Casiraghi y Estefanía al saludo militar de Jacques: los detalles del Día Nacional de Mónaco

Aunque las celebraciones de esta jornada fueron muy reducidas por la pandemia, no faltaron las curiosidades y anécdotas protagonizadas por los miembros de la familia Grimaldi

Foto: Jacques de Mónaco, en el Día Nacional. (Reuters)
Jacques de Mónaco, en el Día Nacional. (Reuters)

El Día Nacional de Mónaco, celebrado este jueves, fue muy diferente a otros años. La pandemia obligó a que los actos fueran muy reducidos y se prescindiera, por ejemplo, del desfile militar, así como de la presencia de los Grimaldi disfrutándolo desde el balcón de palacio, que tan buenos momentos nos ha dado en otras ocasiones. Tras la entrega de medallas y honores militares, que la familia presenció en el mismo patio, se dio por finalizado el acto, con una duración de apenas media hora, muy inferior a lo que estamos acostumbrados. Pero eso no impidió que, en una jornada marcada sobre todo por las mascarillas y la distancia social, Alberto de Mónaco y su familia, especialmente sus hijos, protagonizaran algunas de las anécdotas del día.

1. Las ausencias

Tal y como se esperaba, Carlota Casiraghi no acompañó a su familia en las celebraciones del Día Nacional de Mónaco. El año pasado era muy esperada su presencia, ya que hubiera supuesto el debut de su marido, Dimitri Rassam, en este acto. Pero una vez más nos dejaba con las ganas. Lo cierto es que este año era muy difícil que pudiera viajar desde Francia, dado que la situación que vive el país relacionada con el coronavirus es crítica. Pero aún más sorprendente era la ausencia de su tía, Estefanía de Mónaco, para quien estas celebraciones sí habían sido hasta ahora cita obligada y sobre la que no había una explicación oficial.

2. El 'conde de Mónaco'

Una vez más, el hermano de la princesa Charlène, Gareth Wittstock, se convertía en uno más de la familia, con un sitio reservado en la catedral. Una presencia ya habitual en todos los actos de Mónaco, y la celebración de Día Nacional no era una excepción. Pero, desde que la sudafricana se instalara en el principado, él ha estado viviendo también allí, lo que también ha supuesto un enorme apoyo para ella. Y, además de tener un papel muy relevante en la Fundación Princesa Charléne, se ha convertido en miembro de la alta sociedad monegasca. Junto a su esposa, Roisin Gavin, es muy frecuente su asistencia a lujosas y exclusivas fiestas, perdiéndose pocas citas de las numerosas que se celebran a lo largo del año. De hecho, en la Roca se le conoce con sorna como el 'conde de Mónaco' o 'la Pippa Middleton masculina'.

3. Los guantes de Charlène

Del look de la esposa de Alberto de Mónaco nos llamaban la atención especialmente los guantes, de tul negro, el mismo color por el que apostaba para su outfit, con ligeros toques de color en el bolso y el forro del abrigo, que se veía convenientemente en mangas y solapas. Al ser tan finos, llevaba por fuera su anillo, con una enorme perla, a juego con los pendientes.

placeholder Los guantes de Charlène. (Getty)
Los guantes de Charlène. (Getty)

4. El negro, nota dominante

No solo Charlène optó por vestir de oscuro. Todas las damas Grimaldi, sin excepción, lo escogieron para sus looks, lo que demuestra que fue una decisión consensuada en respeto por la situación sanitaria. Eso sí, llamó poderosamente la atención el atuendo de Melanie de Massy, prima de Alberto, Carolina y Estefanía. Habitualmente discreta y en un segundo plano, era la única que ha puesto bastante color a su look. Una decisión sorprendente, ya que además perdía a su madre el pasado junio y hubiera estado mucho más integrada en el monocromático grupo.

placeholder Melanie de Massy, de rosa, junto a los Casiraghi. (Getty)
Melanie de Massy, de rosa, junto a los Casiraghi. (Getty)

5. Jacques, un militar en miniatura

Por supuesto, los grandes protagonistas de la jornada fueron los hijos de Alberto y Charlène y sus pequeños atuendos. Uniforme en el caso de Jacques y un vestido azul marino con toques rojos y blancos, los colores nacionales, en el caso de Gabriella. Y parece que el heredero se vio invadido por el espíritu de su ropa de carabinero, ya que le veíamos hacer el saludo militar en varias ocasiones.

placeholder Jacques, con uniforme militar en las celebraciones del Día Nacional. (EFE)
Jacques, con uniforme militar en las celebraciones del Día Nacional. (EFE)

6. La conexión de las cuñadas

Mucho se ha hablado de que la relación entre Charlène de Mónaco y su cuñada Carolina no es la mejor, de los recelos de esta última porque la sudafricana le quitara el puesto de primera dama y demás teorías. Y es cierto que cada vez que coinciden, su frialdad no es capaz de desmentir los rumores. Pero este jueves sí hemos visto, al fin, algo de cercanía. Tras una misa en la que Carolina aparentaba estar completamente sola, aunque la separaran pocos metros de los príncipes, en el patio del Palacio Grimaldi ya había más familiaridad. Y era gracias a Jacques y Gabriella: Carolina hizo a sus sobrinos una broma y Charlène le correspondía con una sonrisa y dirigiéndole unas palabras, que desafortunadamente, debido a las mascarillas de una y otra, nos quedábamos sin saber.

7. Hermanos muy diferentes

Desde hace un tiempo hemos podido comprobar el carácter tan diferente de Jacques y Gabriella, gracias a sus diferentes apariciones o los vídeos que cuelga Charlène en sus redes sociales. Y este jueves hubo un ejemplo más. Ya al terminar, mientras salían del patio de palacio de la mano de sus padres, Jacques, más tímido, iba cogido de la mano de Alberto y mirando al suelo. Su hermana, mucho más espontánea, no dudaba en ir saludando a los asistentes mientras caminaba.

placeholder Jacques y Gabriella, durante las celebraciones. (Reuters)
Jacques y Gabriella, durante las celebraciones. (Reuters)

El Día Nacional de Mónaco, celebrado este jueves, fue muy diferente a otros años. La pandemia obligó a que los actos fueran muy reducidos y se prescindiera, por ejemplo, del desfile militar, así como de la presencia de los Grimaldi disfrutándolo desde el balcón de palacio, que tan buenos momentos nos ha dado en otras ocasiones. Tras la entrega de medallas y honores militares, que la familia presenció en el mismo patio, se dio por finalizado el acto, con una duración de apenas media hora, muy inferior a lo que estamos acostumbrados. Pero eso no impidió que, en una jornada marcada sobre todo por las mascarillas y la distancia social, Alberto de Mónaco y su familia, especialmente sus hijos, protagonizaran algunas de las anécdotas del día.

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