¿Ha acabado el coronavirus con el esplendor de la realeza? Hablan los expertos
Con la pandemia del coronavirus, el trabajo de los miembros de la realeza se ha visto reducido considerablemente. Por no hablar del oropel al que están tan íntimamente ligados
"En Inglaterra la gente vive fascinada por la monarquía. Aunque la monarquía no tiene poder técnicamente, lo encuentran fascinante, porque ellos llevan una existencia extraña para la gente normal”. Esta frase pronunciada por Julian Jarroid, galardonado director de cine, explica muy bien el sentido de las actuales coronas de Europa: no tienen poder político, al ser todas parlamentarias; sin embargo, su esplendor hace de ellas instituciones únicas en las que cenas de gala, tiaras, órdenes caballerescas y tradiciones del pasado siguen vivas.
Adaptándose a los nuevos tiempos, las familias reales de Europa se han centrado en el trabajo de representación como su motivo de existir. Embajadores de sus respectivos países en el extranjero y abanderados de causas solidarias, los royals se entregan en su día a día por y para el país, como aquella frase que, según 'Vanity Fair', doña Letizia le dijo a Leonor cuando esta le preguntó de qué trabajaba: "Por España, hija, para tratar de mejorar mi país".
Con la pandemia del coronavirus, el trabajo de los miembros de la realeza se ha visto reducido considerablemente. Por no hablar del oropel al que están tan íntimamente ligados. Ni cenas de gala, ni tiaras, ni actos simbólicos. Este ha sido un año en el que las coronas no han podido desplegar todo su encanto, ni tampoco centrarse en el trabajo, por lo que algunas de ellas se han enfrentado a una grave crisis de imagen.
"El coronavirus ha apagado por un momento las luminarias de las cortes europeas, y en especial de aquellas como la inglesa o las escandinavas que, contrariamente a la española, no sienten complejo a la hora de mostrar al mundo los elementos de atrezo (joyas, ornamentos, cenas de gala y elementos históricos de ceremonial) que le son consustanciales y que posibilitan su función esencial de representación simbólica", asegura a Vanitatis Ricardo Mateo Sáinz de Medrano, escritor de varios libros sobre realeza.
"Sin embargo, aunque ese parece ser un mundo en claro declive por considerarse políticamente incorrecto en nuestro tiempo, la pandemia pasará y las tiaras y los escenarios palaciegos de las viejas dinastías aún podrán reverdecer, como ya sucedió en la coronación de la reina Isabel II de Gran Bretaña en 1953 tras los sobrios, austeros y contenidos años de la guerra mundial y de la posguerra. No volverán, eso sí, los tiempos de gran esplendor que desde los años 60 y hasta no hace tanto tiempo llenaron las páginas de la prensa rosa, pero estos últimos dinosaurios no podrán abdicar para siempre de todo ese boato simbólico que va unido a su razón de ser", termina.
Para conocer cuál ha sido la sensación de los ciudadanos más allá de nuestras fronteras, hemos consultado a distintos expertos en realeza europea, que nos aclaran si la pandemia ha aumentado el sentimiento republicano o, por el contrario, la ejemplaridad y el saber hacer de los royals ha incrementado su popularidad a pesar de la falta de esplendor. "La monarquía británica ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos. Es pasado, presente y futuro, por lo que no se duda de su existencia", sentencia Bratfort, autora de varios libros sobre los Windsor.
Sin embargo, un periodista que sigue día a día los movimientos de los royals británicos y que prefiere no revelar su identidad nos asegura: "Definitivamente han realizado menos trabajo visible. No ha habido ninguno de los grandes eventos oficiales: Royal Ascot, Trooping the Color, etc. Se pospuso la visita de Estado japonesa y se canceló la recepción diplomática de este año. La navidad en Sandringham no se llevará a cabo. La reina ha hecho algunas apariciones en televisión y ha realizado un par de trabajos muy reducidos", explica.
"Los Cambridge han llevado a cabo bastantes compromisos y parecen haber realizado muchas llamadas virtuales y reuniones de Zoom, mientras que tanto Carlos como Camilla han estado ocupados durante los últimos meses. Desafortunadamente, no ha habido visitas al extranjero, excepto Berlín el mes pasado, pero con Kate y Guillermo viajando por el Reino Unido esta semana, esperamos que este sea el comienzo del regreso a algún tipo de normalidad".
Por su parte, Wim Dehandschutter, periodista belga que ha entrevistado en varias ocasiones a los reyes, nos cuenta: "La semana pasada, entrevisté a la reina Matilde en una videollamada. Le pregunté si esta pandemia había tenido algo de positivo y me contestó: “Se nos ha dado la oportunidad de desarrollar la capacidad de recuperación y de ser creativos".
La reina le aseguró a Dehandschutter: "La pandemia ambién me hizo reflexionar sobre las cosas [...]. Durante el primer confinamiento hice un montón de llamadas telefónicas, por ejemplo, con las personas que están aisladas en su casa. Eso dio lugar a fantásticas conversaciones. Dichas llamadas no toman mucho tiempo, pero van directamente a la esencia, a lo que realmente importa. Tengo buenos recuerdos de aquella época".
Al igual que el resto de monarquías, la belga ha visto reducido al mínimo su agenda. "Tuvieron que cancelar sus dos visitas de Estado para este 2020: Italia (en marzo) y Chile (en noviembre). Así que no hubo oportunidad para ver a Matilde con sus vestidos de Armani y con sus tiaras [...]. Pero de alguna manera, la familia real ha estado más presente que nunca durante la crisis. Fueron a hospitales, refugios juveniles y empresas para charlar con la gente y estar informados sobre el impacto de la pandemia. Su participación es muy apreciada en Bélgica. Las personas creen que hacen un buen trabajo y todo volverá a la normalidad en breve".
Desde Noruega, Oskar Aanmoen, periodista y escritor de biografías de grandes reyes escandinavos, señala que también todo lo que tiene que ver con el boato real ha sido cancelado en su país "como la cena con el Parlamento o la celebración posterior a la confirmación de Sverre Magnus, a cuya ceremonia solo pudieron asistir 20 invitados. Tampoco hay derrochadoras visitas de Estado. Ninguna celebración, en realidad. Sin embargo, el pueblo noruego está muy satisfecho con la forma en que la familia real ha manejado esta crisis y ha brindado apoyo a la población noruega. No ha afectado negativamente que no haya actos ni pompa".
"En Inglaterra la gente vive fascinada por la monarquía. Aunque la monarquía no tiene poder técnicamente, lo encuentran fascinante, porque ellos llevan una existencia extraña para la gente normal”. Esta frase pronunciada por Julian Jarroid, galardonado director de cine, explica muy bien el sentido de las actuales coronas de Europa: no tienen poder político, al ser todas parlamentarias; sin embargo, su esplendor hace de ellas instituciones únicas en las que cenas de gala, tiaras, órdenes caballerescas y tradiciones del pasado siguen vivas.
- Pablo Urdangarin y su vida en Barcelona lejos de su familia (menos este puente) Silvia Taulés
- La reina Letizia y Marta Ortega, en la lista de las personas más influyentes según 'Forbes' Jorge C. Parcero
- Un único acto y junto al rey Felipe: la despejada agenda de la reina Letizia para la próxima semana A. Rodríguez