Sin flores, en una habitación estándar y sirviéndose ella misma la comida: la estancia de Letizia en Honduras
Aunque en un principio se dispuso que ocuparía la suite presidencial, la estancia más lujosa que pone a disposición el hotel, ella prefirió optar por una habitación estándar
Si hay algo que ha caracterizado la visita de doña Letizia a Honduras ha sido la sencillez. El país ha conocido la cara más solidaria de la Reina en una visita muy significativa, de la que ha emergido triunfal tras el confinamiento de varios meses a causa de la pandemia que azota al mundo. Un lapso que seguramente ha sido de reflexión y cuyo reflejo hemos visto en este viaje de cooperación.
Ha dejado de lado los stilettos, los vestidos, las joyas y prácticamente hasta el maquillaje para ponerse las botas y recorrer las zonas más afectadas por los recientes huracanes Eta y Iota en Honduras, donde además de entregar unas 120 toneladas de ayuda humanitaria ya ha anunciado mucho más apoyo económico para reconstruir estos sectores.
Tampoco ha hecho grandes discursos ante la opinión pública (algo que muchos hondureños esperaban). Todo lo contrario: ha optado por ser una simple transmisora de la hermandad del pueblo español. Ello no quiere decir que haya pasado desapercibida, pues, de hecho, ha sido toda una estrella en los medios desde que llegó al país la tarde del lunes 14 de diciembre. Ahora bien, la pregunta que muchos se hacen es: ¿su estancia ha sido igual de sencilla que el resto de su recorrido?
Hotel de lujo, pero habitación estándar
Para la corta estadía de solo una noche de Letizia en Honduras se ha escogido un alojamiento top en la ciudad de San Pedro Sula. Se trata del Real InterContinental, un hotel de lujo afiliado a la firma InterContinental que tiene presencia a nivel mundial. La Reina llegó al establecimiento al anochecer del lunes 14, acompañada de la comitiva integrada por miembros del cuerpo diplomático y de cooperación.
Aunque en un principio se dispuso que ocuparía la suite presidencial, la estancia más lujosa que pone a disposición el hotel, ella prefirió optar por una habitación estándar, sin nada de detalles extra -como flores- como se acostumbra a personalidades importantes. La habitación en cuestión cuenta con 34 metros cuadrados, televisión de 32 pulgadas, ventanas a prueba de sonido, internet de alta velocidad, cafetera y minibar. Su precio es de 137 euros por noche.
Este sin duda fue uno de los gestos más humanos de la Reina en toda su agenda, pues se tenía previsto que los gastos por su estancia correrían por el Gobierno de Honduras en calidad de anfitrión.
Doña Letizia también escogió la carta del Real InterContinental para la hora de la cena, que va desde las especialidades de la casa hasta los clásicos de la cocina internacional. Es así como disfrutó junto con sus acompañantes de una variedad de sabores, en una cena bastante íntima, sobria y familiar. Anécdotas cercanas detallan que hasta se sirvió su comida por sí misma y sin grandes exigencias.
Horas más tarde se deleitaría con un almuerzo de sensaciones hondureñas tradicionales, ofrecido en el centro de operaciones 105 Brigada por el presidente de la república, Juan Orlando Hernández, justo después de visitar la zona cero de las inundaciones provocadas por Eta y Iota, en el que asimismo compartiría sobre temas de interés para ambas naciones.
Para esta ocasión tampoco hubo decoraciones pomposas ni grandes detalles. Según lo comentado de forma extraoficial por algunos integrantes de la comitiva de cooperación, el propósito del viaje fue estrictamente de apoyo humanitario y por ello todo se organizó con total sobriedad, buscando incurrir en los menores gastos posibles y proyectar todo los recursos a labores altruistas.
La reina Letizia abandonó el hotel aproximadamente al mediodía para dirigirse nuevamente hacia La Ceiba, desde donde volaría de regreso a España, llevándose consigo numerosas anécdotas y dejando igualmente una lección de sencillez. A su salida, se despidió amablemente del staff y compartió que había disfrutado de cada atención.
Si hay algo que ha caracterizado la visita de doña Letizia a Honduras ha sido la sencillez. El país ha conocido la cara más solidaria de la Reina en una visita muy significativa, de la que ha emergido triunfal tras el confinamiento de varios meses a causa de la pandemia que azota al mundo. Un lapso que seguramente ha sido de reflexión y cuyo reflejo hemos visto en este viaje de cooperación.