Mary de Dinamarca y su Navidad más tranquila y casera: pudin de ron, regalos y adornos hechos a mano

Año de muchos cambios en las Navidades de Federico y Mary de Dinamarca, que gracias al covid van a tener unas vacaciones mucho más largas que otros años. En su caso, los planes ya están más que claros, después de que la página web de la Casa Real haya informado puntualmente de cuál será la ubicación de cada miembro de la familia. Aunque en un principio se anunció que la reina Margarita pasaría la Navidad en el castillo de Schackenborg junto a Joaquín, Marie y sus cuatro hijos, ha habido cambio de ubicación y lo harán en Marselisborg, donde lo celebran todos los años. Lo que no han cambiado es que tendrán que hacerlo por separado, ya que Federico y Mary se quedarán con sus hijos en Amalienborg, aunque eso no impedirá que disfruten de las costumbres navideñas más arraigadas en la familia.

Lo que sí van a perderse este año los príncipes es el servicio religioso que se celebra en el propio castillo de Marselisborg, tras el que se sientan a cenar en la mesa. En ella no faltan platos alemanes o ingleses, honrando a los orígenes de la reina Margarita, que se encarga de decorar la mesa personalmente, sin que falte un solo detalle. El menú suele incluir ganso, pato o cerdo asado, acompañado con patatas caramelizadas, col roja o ensalada de pepino. Pero hay dos platos que nunca faltan. Por un lado, una papilla de arroz, que se sirve antes del plato principal. Por otro, una tarta de ciruelas inglesa, comprada en Londres. Además, también se sirven postres muy daneses, como el 'rombudding', un pudin de ron cremoso servido con salsa de frambuesa refrigerada, y el 'aeblekage', un rico pastel de manzana.

El árbol de Navidad es uno de los grandes protagonistas para la familia real danesa, algo que no va a cambiar a pesar de la separación de la familia. Una de las tradiciones más importantes es su colocación y la preparación de los regalos, que tiene lugar el día 23, en el llamado Lille Juleaf-ten. En Nochebuena, después de la cena, los niños suelen dejar a sus pies tazones de avena para los renos de Papá Noel. Es el mismo lugar en el que Santa deposita todos sus regalos, para que los encuentren en la mañana del día 25. El árbol, además, tiene mucha de la personalidad de la reina Margarita. Además de decorar la mesa para la cena, también lo hace con el árbol y las paredes, con adornos realizados por ella misma, dando rienda suelta a su creatividad.

Y ahora, la parte oficial, muy mermada con respecto a otros años y que va a hacer que las vacaciones de Federico y Mary sean mucho más largas. Se mantiene el tradicional discurso de Año Nuevo que la reina Margarita pronuncia el día de Nochevieja, pero todas las recepciones que tienen lugar la primera semana del año se han cancelado, incluyendo la del día 1, que suponía la primera cena de gala del año, con todo lo que eso conlleva: vestidos de noche, tiaras y demás parafernalia que tanto nos gusta. La reina Margarita permanecerá en Marselisborg hasta el día 30, cuando volverá a Amalienborg para preparar el discurso. Será entonces el momento en el que se pueda reunir con su hijo mayor y su nuera, después de haber pasado la que quizá sea su Navidad más tranquila y casera.