Mascarilla eco, nuevo saludo y una blusa agotada: la Pascua Militar de Felipe y Letizia, al detalle

Don Felipe y doña Letizia han presidido esta mañana de miércoles, 6 de enero, la Pascua Militar en el Palacio Real de Madrid. Se trata del primer acto público del recién estrenado año en el que hemos podido ver a los Reyes en una Navidad especialmente complicada para ellos.

La ceremonia ha comenzado con la recepción en la Plaza de la Armería donde los Reyes eran recibidos por el presidente del Gobierno y los titulares de Interior y Defensa, Fernando Grande Marlaska y Margarita Robles, para pasar posteriormente al interior del Palacio Real, donde se ha procedido a conceder las condecoraciones y al momento de los discursos, tanto de la ministra Robles como del rey Felipe.

Parecidos pero no iguales

Uno de los detalles que ha llamado la atención ha sido que la Reina y el Rey lucieran mascarillas, como es de obligado cumplimiento en las circunstancias en las que vivimos estos días, pero que las suyas fueran de distinto tipo. Mientras el monarca eligió una mascarilla de tipo quirúrgica (una de las más usadas por su precio y comodidad), doña Letizia se decantó por el modelo denominado FFP2, una mascarilla diseñada biodegradable diseñada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Estas mascarillas son biodegradables, lavables, con una capacidad de filtración 10 veces mayor que los materiales normales, certificada FFP2 y se pueden usar durante días. Eso sí, ambas en tonos blancos a diferencia de otros miembros de la comitiva, como el ministro Marlaska, que se decantó por una de color negro.

Guiño a Leonor

La mañana en Madrid era muy fría. La ola de frío que se está viviendo en el país también se reflejaba en los estilismos elegidos para la ocasión, especialmente en los de las invitadas femeninas. Mientras Pedro Sánchez o el ministro de Interior aguantaban los casi cero grados a cuerpo, Margarita Robles lucía un abrigo blanco sobre su vestido rojo y Letizia se ha protegido en el patio de armas con una capa negra de Carolina Herrera con pelo en el cuello que tanto le gusta.

El resto de complementos los formaban unos salones con tiras cruzadas de Magrit en color plateado y una cartera de mano a juego con detalle joya de Felipe Varela. Hemos tenido que esperar a que llegara al interior para descubrir la primera sorpresa del año: la Reina estrenaba un blusón blanco elegante de seda de alta calidad con cuello caja cerrado y tapeta asimétrica con botones decorativos a contraste. Es una prenda única y atemporal que llama la atención por la especialidad de su patrón y por su tejido y que cuesta 154 euros. O deberíamos decir, costaba, porque actualmente está agotada. La prenda pertenece a la firma española Maksu, una marca que ya vimos en el look que la princesa Leonor llevó el pasado año para asistir, junto a sus padres y su hermana, a la reunión con el patronato de la Fundación Princesa de Girona

Contacto mínimo

El covid también ha afectado el desarrollo de esta ceremonia que tiene su origen en el siglo XVIII. Si en ocasiones anteriores la imposición de medallas se sellaba con una fuerte apretón de manos, en esta ocasión el monarca se ha tenido que sacar de la manga una nueva forma de felicitación que consistía en colocar su manos sobre el brazo del condecorado como una forma de darle la enhorabuena. Así mismo, los invitados, que han sido un tercio de los que normalmente asisten al acto, han mostrado una reverencia a los Reyes siempre guardando una distancia prudencial.

Las mascarillas han estado ominipresentes en todo momento. Margarita Robles ha dado su discurso con ella puesta y ha tenido palabras en las que hacía mención directa a las cartas y los chats de los militares retirados en los que se criticaba al Gobierno y se animaba a dar un golpe de Estado: “Nadie tiene derecho, y menos quienes en su día vistieron el uniforme de las Fuerzas Armadas, a perjudicar el inmenso prestigio que tienen nuestros Ejércitos”, sentenciaba.

Felipe VI, por su parte, sí se ha retirado la suya para dirigirse a los asistentes, aunque en su alocución no ha habido ningún mensaje referido a este asunto o a otro que preocupa bastante: su padre, don Juan Carlos. Sí hizo alusión a la crisis sanitaria global que vivimos.