Exclusiva: El funeral en memoria de la infanta Pilar, frustrado por el temporal

El pasado día 8 de enero se cumplía un año del fallecimiento de la infanta Pilar. Una fecha difícil de olvidar para toda su familia, por la personalidad arrolladora de la hermana del rey Juan Carlos y el vacío que dejó en sus seres queridos. Entre ellos, su hermana pequeña, la infanta Margarita, que no dudó en solicitar una misa en su recuerdo, coincidiendo con este aniversario. Pero la mala suerte quiso que ese mismo día comenzara el temporal de nieve que ha azotado el centro de la península ibérica, dando al traste con muchos planes previstos para ese fin de semana y también frustrando el deseo de la infanta Margarita de hacer un homenaje religioso a la inolvidable doña Pilar.

La misa estaba programada con bastante antelación y se había comunicado a la familia y amigos de toda la vida de la duquesa de Badajoz. La cita era a las siete de la tarde en la catedral de la Almudena, precisamente el mismo lugar que acogió el funeral que se celebraba a las tres semanas de su muerte. Algunos de los asistentes -la información que nos llega no detalla quiénes eran- pudieron llegar hasta el templo, pero para la mayoría, incluidos los hijos de la infanta Pilar, fue imposible, debido a la gran nevada y al estado de las calles y carreteras, por las que ya empezaba a ser muy difícil circular. Por eso, se optó por suspender la misa organizada en su memoria y así no dejar a los que no habían llegado sin ella, a la vez que se permitía a los que sí estaban poder salir cuanto antes para no tener más problemas con el temporal.

Fuentes de la familia nos aseguran que la idea es seguir con los planes y celebrar este funeral, cancelado 'in extremis', un poco más adelante, quizá cuando el temporal sea un mero recuerdo y la pandemia no esté en un punto tan crítico, ya que además el aforo en templos está ahora reducido al 50% y en algunas zonas de la Comunidad de Madrid, hasta a un tercio. Por eso, quizá esperar un poco podría ser la forma de que la numerosa familia y los innumerables amigos de doña Pilar pudieran asistir a este funeral en su recuerdo, encargado especialmente por su querida hermana y que, seguro, congregaría a una gran multitud. Y es que hay que recordar que al funeral que organizó la Casa Real en su memoria asisieron muchas personalidades, incluso representantes de otras casas reales europeas.

No era para menos. De carácter conciliador, se convertía en la unificadora de la familia cuando había que limar asperezas entre algunos de sus miembros. Para don Juan Carlos, no había una anfitriona mejor y eran muy frecuentes las visitas que hacía a su domicilio para almorzar, dada la buena fama que también tenía su hermana como cocinera. Así que tampoco extraña que, un año después, toda su familia la siga recordando y su hermana haya querido homenajearla con un funeral en su memoria que, desgraciadamente, va a tener que esperar.