Hijos ilegítimos, sobornos, espías... Los escándalos de la familia real de Holanda
Máxima fue acusada de querer influir en el procesamiento de Julio Poch, un expiloto vinculado al régimen de Videla. Es la última de una larga lista de polémicas de los Orange
Durante el lunes, los medios holandeses no hablaron de otra cosa. Era el mismo día en el que se publicaba un informe sobre la investigación, detención y extradición de Julio Poch, un expiloto de la armada argentina al que se vincula con el régimen de Videla y los llamados 'vuelos de la muerte'. El informe pretendía aclarar las supuestas irregularidades que cometió el Gobierno holandés y, sobre todo, si la Casa Real y especialmente la figura de Máxima de Holanda tuvieron algo que ver. Es la última de una larga lista de polémicas de muy diversa naturaleza que ha protagonizado la familia real holandesa en las últimas décadas.
Precisamente, el hecho de que el padre de Máxima fuera ministro de Agricultura durante la dictadura es aún una piedra en los zapatos de la actual reina, a quien constantemente se le recuerda el vínculo de Jorge Zorreguieta con uno de los capítulos más negros de Argentina. De hecho, su presencia estuvo vetada en la boda de Guillermo y Máxima, de la que justo este pasado martes se cumplían 19 años. Una decisión del Parlamento dolorosa para ella, pero con la que tuvo que conformarse, ya que en un principio el Gobierno se había mostrado contrario al enlace por la presión de grupos de derechos humanos. Mejor celebrarla sin su padre que no poder casarse con el futuro rey.
No ha sido la única boda polémica en la familia. Dos años después llegaba el enlace del príncipe Friso y Mabel de Holanda, para el que los novios no se encontraron más que palos en las ruedas, principalmente por un pasado un tanto turbio de la entonces conocida como Mabel Wisse, a la que el segundo hijo de Beatriz de Holanda conoció a través de su cuñada, la princesa Laurentien. Su poco aclarada relación con el narcotraficante Klaas Bruinsma, que acabó asesinado a tiros, o el haber sido acusada en un libro de haber colaborado con los servicios secretos holandeses y ejercer de espía, entre otros pasajes de su vida, no eran una buena tarjeta de presentación. Tanto la entonces reina Beatriz como el Parlamento se opusieron a la boda. Pero Friso lo tenía más que claro: quería casarse con ella y no dudó en renunciar a su título y a sus derechos sucesorios para hacerlo.
Pero si hay un personaje más que polémico en la familia Van Oranje, ese es el príncipe Bernardo, el marido de la reina Juliana y, por tanto, abuelo del rey Guillermo Alejandro. Uno de sus grandes escándalos estuvo relacionado con un caso de soborno. En la década de los 70, asesoró al Gobierno holandés para que comprara varios aviones de combate. Lo que no dijo es que, gracias a influir en el Gobierno, se llevaba más de un millón de dólares de la época como 'comisión'. Los medios no tardaron en descubrirlo, llegando incluso a publicar una carta escrita por él en la que exigía esas comisiones. A pesar del gran escándalo, no fue juzgado, ya que la reina Juliana amenazó con abdicar si eso pasaba. No fue la única vez que apoyó a su marido ciegamente. Han sido muchos los hijos ilegítimos que se han adjudicado al príncipe Bernardo durante las últimas décadas. Dos de ellos fueron reconocidos tras su muerte y algunos siguen asegurando que fue su progenitor.
Y siguiendo con la estela de hijos ilegítimos -un tema muy recurrente en prácticamente todas las casas reales europeas-, hay que hablar del príncipe Carlos Javier de Borbón-Parma, pretendiente carlista al trono de España y primo hermano del rey Guillermo Alejandro, ya que es el hijo mayor de la princesa Irene. Aunque no se le puede considerar ilegítimo, Carlos tuvo un hijo en 1997 con su entonces novia, Brigitte Klynstra. En ese momento, se dijo que ella quería ser madre soltera, por lo que el padre ni siquiera figuraba como tal en el certificado de nacimiento, aunque subyacía tras esta situación el hecho de que el padre de Carlos Javier estuviera en contra del matrimonio. No fue hasta 2016 cuando ese hijo fue reconocido, después de que el joven reclamara un título y ser admitido como miembro de la familia real en los tribunales, que fallaron a su favor.
Así, parece que repasando esta lista de escándalos -que además, está resumida-, las últimas polémicas protagonizadas por Guillermo y Máxima se quedan en meras anécdotas. Aunque lo cierto es que el hecho de tener antecedentes no les ha librado en absoluto de las críticas, especialmente por aquellos patinazos que han tenido durante la pandemia, donde tenían que haber puesto más cuidado en cada una de sus decisiones.
Los reyes fueron protagonistas de los titulares más negativos en varias ocasiones. En junio nos enterábamos de que habían comprado un exclusivo yate de más de dos millones de euros; en verano, tuvieron que pedir disculpas por su actitud despreocupada durante sus vacaciones en Grecia, a pesar de la pandemia; y en octubre tuvo lugar la madre de todas las polémicas, por escaparse de vacaciones de nuevo a Grecia cuando la movilidad estaba limitada para los ciudadanos holandeses. Tal fue la gravedad que se vieron obligados a pedir perdón a través de un vídeo, asumiendo su fatal error.
Durante el lunes, los medios holandeses no hablaron de otra cosa. Era el mismo día en el que se publicaba un informe sobre la investigación, detención y extradición de Julio Poch, un expiloto de la armada argentina al que se vincula con el régimen de Videla y los llamados 'vuelos de la muerte'. El informe pretendía aclarar las supuestas irregularidades que cometió el Gobierno holandés y, sobre todo, si la Casa Real y especialmente la figura de Máxima de Holanda tuvieron algo que ver. Es la última de una larga lista de polémicas de muy diversa naturaleza que ha protagonizado la familia real holandesa en las últimas décadas.