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La princesa Latifa: "Soy una rehén de mi padre, el emir de Dubái"
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EXMARIDO DE HAYA DE JORDANIA

La princesa Latifa: "Soy una rehén de mi padre, el emir de Dubái"

La hija el primer ministro de Emiratos afirma en unos vídeos grabados a escondidas que está encerrada, teme por su vida y narra cómo fue secuestrada en 2018 tras escaparse de su país

Foto: La princesa durante el vídeo publicado por BBC
La princesa durante el vídeo publicado por BBC

“Soy una rehén y esta villa ha sido convertida en cárcel […]. Las ventanas están cerradas con rejas […]. Hay cinco policías en el exterior y dos mujeres policías en el interior de la casa […]. No puedo salir al exterior respirar aire fresco […]. Cada día estoy más preocupada por mi seguridad y por mi vida […]. No sé si sobreviviré a esta situación […]. La policía me ha amenazado con que estaré en la cárcel toda mi vida y no volveré a ver nunca el sol”. La mujer que traslada su angustia en voz baja, en un vídeo grabado a escondidas en su cuarto de baño, es la princesa Latifa Al Maktoum, de 35 años, una de las 30 hijas del jeque Mohamed ben Rachid Al Maktoum, de 71 años. El jeque es el emir de Dubái y primer ministro y ministro de Defensa de los Emiratos Árabes Unidos (EAU) y uno de los hombres más ricos del mundo. Contrajo matrimonio a lo largo de su vida con seis mujeres, una de ellas la argelina Houria Ahmed Lamaache, madre de la princesa Latifa.

La princesa ha grabado desde su cuarto de baño -"la única habitación cuya puerta puedo cerrar"- varios vídeos en inglés en un móvil que lograron hacerle llegar a hurtadillas. A partir de 2019 consiguió enviarlos a su amiga finlandesa Tiina Jauhiainen, a su primo materno Marcus Essabri y al activista David High, instigadores de la campaña Free Latifa. Como llevan tiempo sin tener noticias suyas y estaban preocupados por su suerte, los animadores de Free Latifa decidieron dar a conocer esos vídeos entregándolos a la BBC, que los emitió el martes por la noche en el marco del programa 'Panorama'. La televisión pública británica asegura haber comprobado por su cuenta la autenticidad de los testimonios recibidos.

En ellos se ve a una princesa asustada, que teme por su vida y que relata su quehacer cotidiano y también su secuestro, hace ahora dos años, en aguas de la India, por fuerzas especiales de ese país y de Emiratos que la trajeron de vuelta a Dubái. Este es el más conocido de los siete emiratos que componen la federación de los EAU aunque Abu Dabi es el de mayor peso. Es allí donde reside, desde principios de agosto, el rey emérito don Juan Carlos.

La princesa recuerda que el 4 de marzo de 2018, cuando a bordo del barco Nostromo, con pabellón estadounidense, se acercaba a Goa (India), se produjo el asalto militar para secuestrarla. Afirma haber luchado con los soldados que la sacaron a la fuerza del barco "pateando y pataleando" y también mordiendo el brazo de uno de los miembros de las fuerzas especiales que acabó gritando. Perdió el conocimiento mientras era trasladada a un avión privado y no se despertó hasta que aterrizó en Dubái.

El Nostromo era propiedad de Hervé Jaubert, un exagente del servicio secreto francés (DGSE) que montó un negocio en Dubái, pero acabó disputándose con sus socios emiratíes. Salió del país por peteneras y escribió un libro, 'Escape from Dubai' -'Escapar de Dubái'- que inspiró a la princesa y la incitó a pedirle ayuda para escaparse. Ya lo había intentado una primera vez, en solitario, en 2002, cuando tenía 16 años, pero fue capturada y, según ella, encarcelada durante tres años. “Actué por empatía con esta joven que sufría”, explicó Jaubert al teléfono en 2019 a este corresponsal. Tras siete años de preparación de la operación, el patrón del Nostromo y su tripulación filipina recogieron a la princesa y a su amiga finlandesa, que fue su profesora de capoeira en Dubái, en aguas de Omán, cuya frontera las dos mujeres habían cruzado clandestinamente. Pusieron rumbo a la India, pero fueron interceptados antes de tocar tierra.

placeholder El emir de Dubái. (Reuters)
El emir de Dubái. (Reuters)

"Padecimos un asalto militar, que partió de guardacostas indios", recordó Jaubert en la conversación mantenida desde Florida (EEUU), donde residía hace dos años. “Un comando irrumpió a bordo y se apoderó de nuestro barco antes de entregarnos a los emiratíes que no andaban lejos”, prosiguió su relato. Latifa era la más aterrorizada de los que estaban a bordo y se desgañitaban gritando "que no se la devolviera a Dubái", rememoraba el exespía. "Tiraron al mar o rompieron todo a bordo del velero, desde el material de comunicaciones hasta nuestros enseres personales, pasando por los botes salvavidas", continuó Jaubert su relato. "Los marineros que estaban en cubierta fueron golpeados" y él mismo recibió un leñazo en la cabeza antes de ser esposado y trasladado a Dubái. Él y Jauhiainen permanecieron dos semanas detrás de los barrotes antes de ser expulsados. Varios diarios indios informaron, citando fuentes gubernamentales, que el asalto fue autorizado por el primer ministro, Narendra Modi, para preservar las buenas relaciones con Emiratos, pero Nueva Delhi nunca lo reconoció.

placeholder Haya de Jordania y el emir de Dubái. (Getty)
Haya de Jordania y el emir de Dubái. (Getty)

La princesa Latifa nunca volvió a ser vista hasta que el 15 de diciembre de 2018 el Ministerio de Asuntos Exteriores de los Emiratos publicó una foto en la que aparecía junto a Mary Robinson, ex alta comisionada para los Derechos Humanos de la ONU y expresidenta de Irlanda. Robinson "ha podido comprobar que su excelencia, la jequesa Latifa, recibe los cuidados y el apoyo que requiere", señalaba un comunicado que acompañaba a la instantánea. A su regreso a Dublín, Robinson solo comentó entonces, al diario 'The Times', que Latifa era "una joven con problemas" que atraviesa una "determinada situación médica". Ahora, tras ver los vídeos de la BBC, reconoce que fue "horriblemente engañada" en Dubái porque se le hizo creer que la princesa sufría un trastorno bipolar. Pide que se investigue su situación.

Al almuerzo de Robinson con Latifa asistió entonces la princesa Haya Bint Hussein, esposa del emir de Dubái, que seis meses después, en mayo de 2019, huyó también clandestinamente de Emiratos con sus dos hijos. Nada más llegar a Londres, solicitó a la justicia británica una orden de protección y alejamiento contra su esposo, de quien ya se ha divorciado. En su sentencia de divorcio, de marzo del año pasado, el Tribunal Superior de Londres sostiene que el emir Al Maktoum ordenó y orquestó el regreso a la fuerza de Latifa a Dubái, en 2002 y 2018, así como el secuestro ilegal, en el Reino Unido en 2000, de la princesa Shamsa, la hermana mayor. Con tan solo 19 años, se escapó de la lujosa residencia familiar en Surrey, pero fue apresada por los hombres de mano del emir en una calle de Cambridge y trasladada a la fuerza a Dubái. El jeque "sigue manteniendo un régimen por el que estas dos jóvenes están privadas de libertad", reza el veredicto del tribunal.

“Soy una rehén y esta villa ha sido convertida en cárcel […]. Las ventanas están cerradas con rejas […]. Hay cinco policías en el exterior y dos mujeres policías en el interior de la casa […]. No puedo salir al exterior respirar aire fresco […]. Cada día estoy más preocupada por mi seguridad y por mi vida […]. No sé si sobreviviré a esta situación […]. La policía me ha amenazado con que estaré en la cárcel toda mi vida y no volveré a ver nunca el sol”. La mujer que traslada su angustia en voz baja, en un vídeo grabado a escondidas en su cuarto de baño, es la princesa Latifa Al Maktoum, de 35 años, una de las 30 hijas del jeque Mohamed ben Rachid Al Maktoum, de 71 años. El jeque es el emir de Dubái y primer ministro y ministro de Defensa de los Emiratos Árabes Unidos (EAU) y uno de los hombres más ricos del mundo. Contrajo matrimonio a lo largo de su vida con seis mujeres, una de ellas la argelina Houria Ahmed Lamaache, madre de la princesa Latifa.

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