Sabemos cuáles han sido los planes de la infanta Elena el fin de semana

El pasado 15 de febrero, Vanitatis contaba cómo la infanta Elena había retomado su trabajo en la Fundación Mapfre tras el viaje de una semana a Emiratos Árabes para visitar a su padre. Este hecho venía a confirmar que la salud de don Juan Carlos es buena y no hay motivos para alarma, tal y como hizo saber la Casa Real.

Discreta participación

El fin de semana, la infanta Elena ha reconfirmado este hecho mostrándose de lo más relajada en las instalaciones del Club de Campo Villa de Madrid. La hija mayor de los Reyes eméritos participó en un concurso de saltos social “muy relajada y rodeada de amigos”. Según ha podido saber este medio, el actual caballo favorito de la Infanta, Jordano EB, llegó al club madrileño en un lujoso van probablemente desde las instalaciones del palacio de la Zarzuela.

La hermana del rey Felipe participó en dos pruebas sociales, una celebrada el sábado y otra el domingo; en ambas no penalizó al realizar recorridos sin derribar obstáculos, pero tampoco se clasificó porque hubo jinetes que hicieron el recorrido en menor tiempo. “Concursó sin arriesgar, tranquila y disfrutando del caballo y del recorrido”, comenta un testigo. El sábado quedó en la duodécima posición y el domingo en la décimo sexta.

Caballo favorito

Los dos días montó a Jordano EB, un caballo alazán que ella misma crio con una de las yeguas de su propiedad. Nacido en 2011, este equino está considerado el sucesor de Qant, su hasta ahora caballo predilecto, pero que por motivos de edad cada vez acude menos a las competiciones. Además, el hecho de haber sido criado por ella misma hace que le guarde un cariño especial.

Se da la circunstancia de que la Infanta no tiene actualmente ningún profesor de equitación, o al menos de forma oficial. Perdió ese privilegio con la abdicación de su padre, pero cuenta con un nutrido grupo de amigos amazonas y jinetes que no dudan en ayudarla si lo necesita. Entre todos ellos destaca el sevillano Luis Astolfi, con el que mantuvo una relación sentimental en el pasado, y que es ahora es su mano derecha en cuestiones hípicas.

A la Infanta no la acompañaron sus hijos, ni Felipe ni Victoria, esta última gran aficionada a la hípica y compitiendo en salto hasta hace unos años. Sí lo hizo su mascota, Tula, una perra de raza fox terrier que lleva en la familia desde diciembre de 2011 y que Elena paseó por las instalaciones del club madrileño en la que fue una jornada de deporte y amigos.