Nuevo bebé (casi) royal: Tessy de Luxemburgo, embarazada de su tercer hijo

Casi a la vez que las campanadas que marcaban el fin del año y el comienzo de este 2012, oíamos las de la boda de Tessy Antony de Nassau, la exmujer del príncipe Louis de Luxemburgo. La joven filántropa, nutricionista, diseñadora y activista del feminismo -entre otras tareas- anunciaba en redes sociales su compromiso con Frank Floessel, un hombre de negocios suizo al que conoció a través de Profesores sin Fronteras, una organización que confundó, y con el que lleva saliendo un par de años. Pero es que las buenas noticias para la exnuera de los grandes duques de Luxemburgo no acababan ahí. Dos meses después, Tessy ha utilizado la misma vía para anunciar que está embarazada de su tercer hijo, el primero en común con su actual pareja.

Una foto de ambos contemplando un atardecer a la orilla del mar, con sus cuatro manos posadas sobre la barriguita de Tessy y unas misteriosas palabras han servido para anunciar la buena noticia: "La primavera es el momento perfecto para que crezcan las flores delicadas". Y aunque la publicación no dejaba lugar a la duda, la empresaria no ha dudado en compartir todas las felicitaciones que le iban llegando por este tercer embarazo, por si había algún despistado que no hubiera captado la metáfora.

Así, Gabriel y Noah, los hijos que nacieron de su relación con el príncipe Louis, se convertirán en hermanos mayores, a sus 14 y 13 años. Pero a juzgar por todas las publicaciones que la que fuera princesa de Luxemburgo comparte en su Instagram, están encantados. Son muchas las imágenes que hemos visto de los dos niños junto a la nueva pareja de su madre, con quien actualmente conviven, ya que el príncipe Louis divide su tiempo entre Luxemburgo y París, donde vive su novia, a la que poníamos cara y nombre hace solo unos meses.

Este tercer embarazo es especialmente importante para Tessy. Aunque no pueda compensar el dolor que confesó sufrir, seguro que la ayuda a superar la pérdida del que hubiera sido su tercer hijo, en 2012, algo que no contó hasta unos años después y que recordaba el año pasado, coincidiendo con el Día de la Madre: "Echamos de menos a su hermana en el cielo y, sin embargo, todos sabemos que ella nos cuida. También a ella tengo que darle las gracias por mostrarme una apreciación aún mayor de lo milagroso que es ser madre". El embarazo estaba lo suficientemente avanzado como para conocer el sexo del bebé -una niña-, por lo que, según ella misma confesó, fue una experiencia traumática que hizo que llorara durante años. Una tristeza que seguro su prometido, sus hijos y su futuro bebé la hacen olvidar.