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Los estragos de Meghan Markle en la Casa Real: el adiós de 9 empleados en 18 meses
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HURACÁN MARKLE

Los estragos de Meghan Markle en la Casa Real: el adiós de 9 empleados en 18 meses

Desde que la exactriz fuera incluida en el día a día de Kensington hasta que los Sussex decidieron establecerse por su cuenta, dejaron de trabajar con ellos nueve personas

Foto: Meghan Markle, en una imagen de archivo. (Getty)
Meghan Markle, en una imagen de archivo. (Getty)

Era de esperar que tras la victoria de Meghan Markle en los juzgados, no tardaran en salir noticias que no la dejan en muy buen lugar. Si ha sido de forma estratégica o pura coincidencia, no lo sabemos. Lo único cierto es que, unas semanas después de que el juez le diera la razón en su demanda contra el 'Daily Mail' y a escasos cuatro días de que salga al aire su entrevista con Oprah, hemos amanecido con dos historias muy negativas sobre la duquesa de Sussex. Por un lado, los pendientes regalo del príncipe saudí Mohamed bin Salman; por otro, las acusaciones de 'bullying' de algunos empleados de Kensington, que no hacen sino resucitar las numerosas noticias que se publicaron de la misma temática a los pocos meses de que entrara a formar parte de la Casa Real, incluyendo los estragos que causó al provocar -siempre según los medios británicos- el adiós de varios empleados en apenas año y medio.

Ya en noviembre de 2018, solo seis meses después del 'sí, quiero' de los Sussex, los medios británicos empezaron a hablar de la cuestionable forma de trabajar de Meghan. El 'Mail on Sunday' -cómo no- contaba que desde la madrugaba estaba mandando mensajes a su equipo, que no admitía una negativa y que lo hacía todo a su manera, sin atender indicaciones ni recomendaciones sobre la vida en palacio, protocolos o etiquetas. La palabra 'déspota' era la que más utilizaban las fuentes anónimas para referirse a ella. Para que los lectores se hicieran una idea de cómo había cambiado el sistema de trabajo y cómo había influido su llegada en el día a día del palacio de Kensington, los medios llegaron a referirse a ella con el sobrenombre de Huracán Markle. Un huracán por el que hasta nueve empleados de confianza de los Cambridge decidieron dejar su puesto de trabajo.

placeholder Meghan Markle, en una imagen de archivo. (EFE)
Meghan Markle, en una imagen de archivo. (EFE)

Aún no se habían casado cuando, en abril de 2018, se anunció que Edward Lane Fox, mano derecha del príncipe Harry durante cinco años, iba a abandonar su puesto antes de lo esperado. Le siguieron Katrina McKeever, secretaria de comunicaciones de Kensington, además de Natalie Campbell y Samantha Cohen, quienes ficharon por otras empresas. También decidió despedirse Melissa Touabti, su asistente personal, solo seis meses después de asumir sus funciones. Y aunque en otros casos nunca se dijo si la marcha de los empleados estaba relacionada con el trato de Meghan o no, en este caso sí se especificó en los medios que fue por eso. Y quizá la dimisión más polémica fue la de una de sus oficiales de protección, de quien se apuntó que abandonaba porque no podía hacer su trabajo. "No se puede proteger a alguien que no quiere ser protegido", se escribió entonces. Es decir, que Meghan quería hacer las cosas a su manera.

placeholder Meghan Markle, en una imagen de archivo. (EFE)
Meghan Markle, en una imagen de archivo. (EFE)

Pero a esta lista hay que sumarle otros nombres que, cuando los Sussex decidieron separarse de Kensington y establecerse por su cuenta, se quedaron sin dudarlo con los duques de Cambridge. Dos de ellos son Amy Pikerill y Christian Jones, además de Jason Knauf, un nombre del que se ha hablado mucho últimamente, ya que Meghan le pidió ayuda para la carta que escribió a su padre que ha sido objeto de la demanda al grupo editorial del 'Daily Mail', y cuyo nombre surgió como uno de los testigos sorpresa que podrían haber influido en la decisión judicial.

Era de esperar que tras la victoria de Meghan Markle en los juzgados, no tardaran en salir noticias que no la dejan en muy buen lugar. Si ha sido de forma estratégica o pura coincidencia, no lo sabemos. Lo único cierto es que, unas semanas después de que el juez le diera la razón en su demanda contra el 'Daily Mail' y a escasos cuatro días de que salga al aire su entrevista con Oprah, hemos amanecido con dos historias muy negativas sobre la duquesa de Sussex. Por un lado, los pendientes regalo del príncipe saudí Mohamed bin Salman; por otro, las acusaciones de 'bullying' de algunos empleados de Kensington, que no hacen sino resucitar las numerosas noticias que se publicaron de la misma temática a los pocos meses de que entrara a formar parte de la Casa Real, incluyendo los estragos que causó al provocar -siempre según los medios británicos- el adiós de varios empleados en apenas año y medio.

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