Las primeras imágenes de Iñaki Urdangarin yendo al trabajo en Vitoria

A pesar de hacerlo con unos días de retraso, ya que todo parecía indicar que su incorporación sería el lunes 1 de marzo, Iñaki Urdangarin se incorporaba el 4 de marzo a su nuevo puesto de trabajo en Vitoria.

El marido de la infanta Cristina acudía a la oficina preparado para las bajas temperaturas de la ciudad vasca, con un estilismo informal que constaba de chaleco plumífero y gorro granate. De esta manera llegaba Urdangarín a primera hora del día al despacho en el que desarrolla su actividad laboral, el despacho de abogados Imaz&Asociados.

Ahora mismo el exduque de Palma reside en la prisión alavesa de Zaballa, donde disfruta del tercer grado penitenciario. Un régimen que le obliga a dormir en prisión de lunes a jueves, pero por el que puede pasar, noche incluida, el fin de semana junto a su madre, que reside en la misma ciudad.

Un cambio de vida para el exjugador de balonmano sobre el que ya nos habló hace unos días su progenitora, Claire Liebaert. La suegra de la infanta Cristina quiso atender a los medios muy amablemente que la esperaban en su casa, explicando en qué situación se encuentra su hijo en esta nueva etapa en la ciudad vasca: "Todavía le cuesta, pero es una alegría. Estamos todos muy contentos. Le cuesta un poco volver a la normalidad y a la realidad, pero poco a poco".

Además explicó cómo será la rutina diaria de Iñaki Urdangarin: "Durante la semana duerme en la cárcel y luego el fin de semana supongo que no, no lo sé, todavía no le ha tocado". Manteniendo una línea muy discreta con la que alejarse al máximo de los focos.

Respecto al resto de la familia también quiso confirmar que todos están bien, aunque por el coronavirus no pueden ir a visitarles: "Con la covid no pueden venir, además yo soy mayor". "Por lo menos ahora (con Iñaki) en casa estoy acompañada y me cuida".

Aunque no será su labor como consultor en el bufete de abogados lo único que podrá hacer Iñaki Urdangarin en esta nueva etapa. Se espera que aprovechando las horas de libertad que cada día tiene gracias a su estado penitenciario, pueda retomar la que es una de sus grandes pasiones, el balonmano.

De hecho, ya está trabajando para poder entrenar a algún equipo en Vitoria, continuando la labor solidaria que ya inició con su colaboración en el centro de personas con diversidad funcional Hogar Don Orione en Madrid.