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Del llanto de Sofía al "¡ni Juanito, ni hostias!": hablamos con Peñafiel de su libro sobre Juan Carlos
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ENTREVISTA

Del llanto de Sofía al "¡ni Juanito, ni hostias!": hablamos con Peñafiel de su libro sobre Juan Carlos

El periodista experto en Casa Real presenta un libro que recoge algunas de las historias vividas por él mismo junto al emérito

Foto: El rey emérito Juan Carlos I. (Reuters)
El rey emérito Juan Carlos I. (Reuters)

Jaime Peñafiel acaba de publicar ‘Los reyes también lloran’, un libro en el que, asegura, quiere reivindicar la figura del Rey emérito. Hace un repaso desde su infancia hasta nuestros días con anécdotas hasta ahora desconocidas. Una de ellas tiene que ver con los diez millones en efectivo que el Rey pagó a su primera novia, Olghina de Robilant, a través del periodista para que se retiraran las cartas de amor que había enviado con 18 años. También recupera situaciones que vivió en primera persona y las lágrimas de arrepentimiento de don Juan Carlos al morir el conde de Barcelona. El escritor describe a los amigos peligrosos y reivindica la vuelta del monarca a España como ciudadano libre que es. La cuestión que plantea Peñafiel es dónde puede instalarse.

PREGUNTA: Un título muy actual para la situación en la que se encuentra en estos momentos don Juan Carlos en Abu Dabi sin poder regresar a España.

RESPUESTA: El rey Juan Carlos nunca ha llorado más públicamente que cuando murió don Juan. Se publicaron páginas y páginas en España de ese funeral en El Escorial. Se ve al Rey sin contención y a la Reina apoyando la mano sobre el hombro de su marido. Es una de las pocas veces que se les ha visto unidos.

P: Unas lágrimas que, según tú, son de arrepentimiento.

R: Sí, y por lo mucho que había hecho sufrir a su padre, desde el accidente que le costó la vida a su hermano Alfonso hasta la renuncia como heredero de Alfonso XIII. Fue un momento recordatorio de ese historial de renuncia que vivió el conde de Barcelona.

placeholder El Rey, junto a sus padres. (Foto: Ed. Grijalbo)
El Rey, junto a sus padres. (Foto: Ed. Grijalbo)

P: Cuentas en el libro que la Reina sí ha llorado muchas veces por los desplantes.

R: Sí, pero en ese momento era la tristeza por la soledad de su marido. Doña Sofía ha tenido situaciones muy complicadas delante de testigos que la han visto sin poder aguantarse el llanto. Nunca he entendido por qué no se divorció una vez que la infanta Elena lo hizo y el príncipe se casó con la periodista divorciada Letizia. Es una incógnita.

P: Una de las novedades que aparece en este libro hace referencia a las cuarenta y siete cartas que el Rey enviaba a Olghina de Robilant, su primer amor serio.

R: Cuento cómo la noche anterior a la petición de mano, el novio la pasó con ella en una pensión en Roma. En realidad, el amor de su vida fue María Gabriela.

placeholder Don Juan Carlos y doña Sofía. (Foto: Ed. Grijalbo)
Don Juan Carlos y doña Sofía. (Foto: Ed. Grijalbo)

P: Relatas cómo la condesa italiana contacta contigo y tu asombro ante la correspondencia privada que te ofrecía.

R: Viajó directamente de Roma, donde residía, a Madrid y sin temblarle la voz me pidió diez millones de pesetas. Cuando la pregunté la razón de esta traición, me respondió sin inmutarse “porque necesito dinero”.

P: También escribes que Sabino Fernández Campo (jefe de la Casa de su Majestad ) nunca entendió por qué se hizo ese pago cuando las cartas eran muy blancas.

R: El Rey se asustó cuando le informé a Sabino de este asunto. La orden real fue que se compraran para evitar su publicación. Tenía miedo de que salieran en ‘Interviú’. Y lo cierto es que no había contenido sexual de ningún tipo. Lo único que le sorprendió a Sabino fue las referencias a los cuplés de Sara Montiel y las letras de rancheras.

P: Hay un dato llamativo de cómo Manuel Prado y Colón de Carvajal te da una información que no era veraz.

R: Me encuentro con él y me dice: “¿Sabes quién pagó esos diez millones? Los pagué yo”. Nunca entendí por qué me dijo eso cuando no era cierto. Esa cantidad me la entregó a mí en mano el propio Sabino con billetes de 5.000 pesetas del número 510701 al 510800. Yo dirigía la ‘Revista’ del Grupo Zeta y se retiraron del mercado.

placeholder Imagen de las cartas. (Foto: Ed. Grijalbo)
Imagen de las cartas. (Foto: Ed. Grijalbo)

P: Hubo también otra correspondencia con una chica brasileña que, en este caso, la interceptó Franco a través de su servicio secreto.

R: El Rey estuvo enrolado como guardiamarina en el Juan Sebastián Elcano. En una escala en Río de Janeiro conoce a esta chica de la que se enamora. A partir de ese momento, comienza a enviarle misivas que ella nunca contestó. Cuando muere Franco, le entregan al Rey un paquete con todas las cartas que nunca llegaron a su destino.

P: El Rey siempre ha tenido una obsesión por el dinero. Cuentas que te llamó para preguntarte cuánto cobrabas cuando te contrató ‘¡Hola!’.

R: Se había enterado de la noticia y me llamó para que fuera al palacio de la Zarzuela. Incauto de mí, pensaba que me iba a dar una entrevista y me fui con mi magnetófono. Mi sorpresa fue cuándo me pregunta: “Oye, ¿cuánto te van a pagar?”. Al darle la cifra, me responde: “¿Sabes de cuánto dinero dispongo yo para todo? ¡¡Setenta mil pesetas!!”. Tenía un cupo para comprar cocacolas y le fiscalizaban las llamadas de la Reina a Atenas para hablar con sus padres, la peluquería y todo. El Rey ha tenido un trauma con la pobreza. Iban tirando con un dinero que le pasaba la Diputación de la Grandeza.

P: Hablas de la enemistad de Juan Villalonga, expresidente de Telefónica, con el Rey.

R: Lo más sorprendente de la historia real de los últimos años es que, en ella, aparecen estos dos personajes: Villarejo y Villalonga. Este último fue quien, presuntamente, reunió al excomisario con Corinna, al parecer muy amiga de la tercera esposa de Villalonga.

placeholder Peñafiel y su nuevo libro.
Peñafiel y su nuevo libro.

P: Cuentas en qué consiste la ira real que tú mismo sufriste.

R: Fueron dos veces. La primera en Yakarta, cuando don Juan Carlos se sintió ninguneado por el ministro de Asuntos Exteriores, Pérez-Llorca, que organizó en la recepción de la embajada una mini rueda de prensa. El Rey se acercó y gritando nos dijo a Pepe Oneto y a mí: “¡Esto no me lo hacéis a mí!”. La Reina le quiso calmar mientras él gritaba: “¡Ni Juanito, ni hostias. Estos ya no vuelven a viajar conmigo!”.

P: ¿Y la otra?

R: En una recepción en el Palacio Real. Estaba muy enfadado por una columna que había escrito. Sabino Fernández Campo me avisó para que no fuera y no le hice caso. En un momento determinado, el Rey me da un toque por la espalda y, delante de todo el mundo, me dice: “¡No tienes ni puta idea de nada! ¡De nada!”, y me dio un golpecito en la cara. Después volvió y me dio un abrazo.

P: En todo el libro reivindicas la figura de Sabino Fernández Campo.

R: Ha sido el hombre más leal que ha pasado por Zarzuela y que le decía al Rey lo que no quería escuchar. Eso le costó su puesto.

P: ¿’Los reyes también lloran’ es un ajuste de cuentas con la familia real?

R: Todo lo contrario.

Jaime Peñafiel acaba de publicar ‘Los reyes también lloran’, un libro en el que, asegura, quiere reivindicar la figura del Rey emérito. Hace un repaso desde su infancia hasta nuestros días con anécdotas hasta ahora desconocidas. Una de ellas tiene que ver con los diez millones en efectivo que el Rey pagó a su primera novia, Olghina de Robilant, a través del periodista para que se retiraran las cartas de amor que había enviado con 18 años. También recupera situaciones que vivió en primera persona y las lágrimas de arrepentimiento de don Juan Carlos al morir el conde de Barcelona. El escritor describe a los amigos peligrosos y reivindica la vuelta del monarca a España como ciudadano libre que es. La cuestión que plantea Peñafiel es dónde puede instalarse.

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