Los Reyes, entre la emoción y el recuerdo en el acto por las víctimas del terrorismo

Quién con edad suficiente no se acuerda de aquel 11 de marzo de 2004, cuando Madrid amanecía con varios ataques terroristas en diferentes trenes de cercanías que se llevaron la vida de 193 personas, dejando el mismo número de familias rotas y un elevado número de heridos. Supone una fecha de luto y tan marcada en la memoria colectiva que se convirtió, un año después, en el Día Mundial de las Víctimas del Terrorismo. Y este jueves, 17 años después de aquella jornada negra para la capital y para el país, ha tenido lugar el primer acto de celebración de esta fecha. Una cita que han acogido los jardines del Palacio Real y que han presidido los reyes Felipe y Letizia, entre la emoción y el recuerdo.

La celebración de este acto, al que ha acudido el Gobierno en pleno y diferentes caras de la política española, se debe, en gran parte, al rey Felipe. Así lo ha contado Tomás Caballero, presidente de la Fundación Víctimas del Terrorismo, que ha agradecido al monarca su apoyo e implicación en todos estos años, además de haber solicitado a las instituciones europeas que Madrid fuera el escenario donde se celebrara por primera vez este emotivo homenaje. Además de Tomás Caballero, también ha participado en el acto el director de Victims-Europe, Philippe Vansteenkiste, quien perdió a su hermana en los atentados yihadistas del aeropuerto de Bruselas, de los que el próximo día 22 se cumplen 5 años.

El acto, que ha sido presentado por Pepa Bueno, ha comenzado con el himno nacional, al que ha seguido la lectura del preámbulo de la Declaración de los Derechos Humanos, de la que se han encargado dos jóvenes a los que la fecha del 11 de marzo de 2004 acompaña de por vida. El motivo es que uno de ellos nació ese mismo día y el otro solo unas horas después, ya el día 12 y aún con la resaca de lo que había pasado, tan difícil de olvidar. Además del himno nacional, también ha sonado la música clásica acompañando la sentida actuación de Rubén Olmo, bailarín del Ballet Nacional de España, en homenaje a las víctimas del terrorismo a las que se quería recordar en este acto.

El último en intervenir en este homenaje ha sido el rey Felipe, quien ha marcado lo importante que es este día tanto para él como la reina Letizia, quien entonces no se había convertido aún en la esposa del Príncipe de Asturias, pero asistió con el resto de la familia real a visitar a las víctimas y sus familiares, así como a los diferentes actos que se organizaron en memoria de todos ellos. El monarca ha pedido que recordar a todos aquellos que perdieron la vida sea un acto de respeto y de justicia y que las futuras generaciones comprendan y conozcan mejor la historia reciente, en la que el terrorismo ha tenido, desgraciadamente, gran protagonismo.

Don Felipe ha anunciado, además, que pronto se inaugurará en Vitoria la sede de la Fundación para la Memoria de las Víctimas del Terrorismo, cuya presidencia de honor ostenta el propio Rey desde 2015, año en el que se fundó.

Aunque no era un acto de luto, sino de acompañamiento, tal y como explicaba el Gobierno, la reina Letizia ha optado por vestir de riguroso negro en homenaje a las víctimas, al igual que han hecho otras invitadas como Inés Arrimadas.

El acto ha finalizado con todos los presentes en pie, guardando un minuto de silencio por todos los fallecidos y heridos a causa de actos terroristas.