La princesa Leonor y su primer acto en solitario: nervios, emoción y apoyo popular

Es probable que pocas citas reales hayan sido tan esperadas este año como la de este miércoles, cuando a sus 15 años, la princesa Leonor ha estrenado su agenda en solitario. Ha sido en el Instituto Cervantes, con motivo de la celebración de los 30 años de la creación de la institución, dedicada a promocionar el idioma español y difundir la cultura española e hispanoamericana. Un acto que marca un antes y un después en la vida oficial de la heredera, quien este 24 de marzo ha asistido a su cita sola, sin la compañía de los reyes Felipe y Letizia y de su hermana, la infanta Sofía, siempre un punto de seguridad en otras apariciones públicas. De ahí que se le pudieran notar ciertos nervios, lógicos y propios del momento. Pero también se respiraba emoción en los alrededores del Instituto Cervantes y, sobre todo, un gran apoyo a la Princesa, que le han hecho llegar decenas de personas que se agolpaban en la madrileña calle Alcalá para intentar verla de cerca.

Leonor llegaba a la sede situada en el centro de Madrid a las 12 en punto de la mañana y era recibida por la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, y el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero. Y hemos podido comprobar que ha tomado buena nota de las apariciones públicas de los Reyes en los últimos meses y se ha llevado en repetidas ocasiones la mano al corazón -un gesto muy propio de don Felipe-, para agradecer los gestos de cariño del público, los gritos de 'guapa' y todos los piropos y aplausos que ha recibido a su llegada.

Una vez dentro y habiendo saludado a otras autoridades -también llevándose la mano al corazón-, el director del Instituto Cervantes ha sido el encargado de hacer una pequeña presentación en la llamada Caja de las Letras. En ella, la Princesa ha depositado el ejemplar de la Constitución que tuvo oportunidad de leer en 2018, cuando habló en público por primera vez, y el ejemplar de 'El Quijote' que leyó junto a su hermana, la infanta Sofía, para celebrar el Día del Libro del pasado año, cuando en pleno confinamiento las dos hermanas fueron las encargadas de iniciar la lectura pública que cada año se hace de esta novela mundialmente conocida.

La mascarilla no dejaba ver el rostro de la princesa Leonor al completo mientras Luis García Montero hacía la pequeña introducción en la Caja de las Letras, pero sus ojos no engañaban y dejaban adivinar una permanente sonrisa mientras escuchaba sus palabras. Algo parecido a lo que pasaba ya en el auditorio, donde el director no ha dejado escapar la oportunidad en su discurso inicial de agradecer la presencia de la heredera en el acto, simbolizando el enorme apoyo de la Casa Real a la institución.

Esta vez no ha habido discurso de la princesa Leonor, pero sí ha tomado la palabra. Primero, lo ha hecho para dar la enhorabuena al Instituto Cervantes por la herramienta digital que han desarrollado y que ella, tal y como ha comentado, ha podido utilizar en numerosas ocasiones como estudiante de la ESO, al igual que sus compañeros, de quienes también ha transmitido el agradecimiento y las felicitaciones. Además, la heredera ha aprovechado su turno de palabra para preguntar por todos aquellos trabajadores de la institución que viven fuera de nuestro país y que no han podido venir desde hace tiempo a causa de la pandemia, interesándose por su situación actual. Una pregunta que refleja la inquietud de Leonor por los temas más personales y su preocupación por los demás, y que nos recordaba mucho a la reina Letizia y el tipo de pregunta que hubiera hecho ella en las mismas circunstancias.

Al terminar el acto central, la princesa Leonor ha podido recorrer el Instituto Cervantes junto a su director y con ellos, Carmen Calvo. Allí le han presentado a más responsables de la institución, siempre con la debida distancia, antes de que Luis García Montero la guiara por los rincones más emblemáticos del edificio, mostrándole algunos ejemplares únicos de libros que ha podido observar y tener en sus manos. No ha faltado la tradicional foto de familia antes de despedirse, uniéndose ella misma algo tímida al aplauso que le han brindado sus anfitriones, que desde hoy pueden presumir de haber sido los elegidos para el estreno en solitario de la Princesa de Asturias.

Antes de montarse en el coche de vuelta a Zarzuela, ha querido de nuevo saludar al público, que le ha dedicado otra cariñosa ovación, haciéndole llegar un enorme apoyo, extensible a toda la familia real.