Letizia, salvada por la mascarilla: dos brindis fallidos y muchos aplausos en Andorra
Durante la cena celebrada en hotel Andorra Park y ofrecida en su honor por los copríncipes, la Reina volvió a ser la protagonista al no brindar en las dos ocasiones
Primer día intenso para los Reyes en Andorra. Sus Majestades se encuentran llevando a cabo una visita de Estado, la primera de un monarca español al país vecino, por lo que se trata de un evento histórico, y también el primer viaje internacional para don Felipe y doña Letizia desde octubre de 2019, cuando visitaron Cuba. La pandemia redujo al mínimo la agenda real en 2020, pero desde Casa Real no están dispuestos a que la situación los limite, y de ahí que quieran seguir cumpliendo con actos institucionales, siempre respetando las medidas sanitarias y conscientes de las limitaciones.
Estas restricciones han condicionado el viaje, que ha sido de bajo perfil, aunque lleno de actividades. Los Reyes arrancaban a las 10:00 horas de la mañana en el aeropuerto de Madrid, donde fueron despedidos con honores antes de poner rumbo a Andorra. El avión, un Airbus A-310, aterrizó en Lleida, y de ahí cogieron un helicóptero que a las 12:00 hizo lo propio en suelo andorrano, comenzando así la visita en la Casa de la Vall, donde fueron recibidos por los copríncipes del país: el arzobispo de La Seu d'Urgell, Joan Enric Vives, y Patrick Strzoda, el representante del presidente francés, Emmanuel Macron, el otro jefe de Estado andorrano.
Desde su llegada, los Reyes notaron el cariño del público, ya que fueron decenas los ciudadanos que se acercaron hasta el centro de Andorra la Vella para ver en persona a don Felipe y doña Letizia. Quizás fue en el Comú, su segunda parada del día, donde notaron más el cariño popular, aunque debido a la pandemia no pudieron acercarse para saludar. Los gritos de "viva España" o "guapos" no dejaban de escucharse, e incluso hubo un fuerte "viva la Reina" que hizo girarse a doña Letizia, quien levantó la mano en señal de agradecimiento.
La agenda continuó con una reunión en solitario de la Reina que trataba sobre la inclusión de personas con discapacidad en la educación, con la ministra de Educación y Enseñanza Superior de Andorra, Ester Vilarrubla. Mientras, el Rey se reunió por la tarde con el cap de Govern de Andorra, Xavier Espot. El plato fuerte del día llegó a las 20:00 horas, cuando don Felipe y doña Letizia acudieron a una cena ofrecida en su honor por los copríncipes en el hotel Andorra Park, el mismo en el que se hospedan. Allí tomó la palabra el obispo de La Seu d'Urgell, quien recordó una visita de la pareja real a su pueblo en 2004 y quiso mandar saludos a la Princesa de Asturias y la infanta Sofía.
Tras sus palabras, Joan Enric Vives realizó un brindis que dedicó a la familia real. Y fue entonces cuando se dio uno de los dos brindis fallidos a los que nos referimos. Al ocupar sus asientos, muchos de los invitados optaron por quitarse la mascarilla, algo que no hizo en ningún momento la reina Letizia. Ni siquiera, precisamente, durante los brindis, por lo que en lugar de mojarse los labios como hace en otras situaciones parecidas, esta vez se libró y pudo depositar la copa de nuevo en la mesa sin probar el alcohol, que tanto aborrece.
Después fue el turno de don Felipe, quien empezó su discurso en catalán, el idioma oficial de Andorra. El monarca señaló: "Aunque las relaciones estrictamente diplomáticas hispano-andorranas apenas han sobrepasado un cuarto de siglo, lo cierto es que la naturaleza de la relación profunda entre nuestros dos países trasciende ampliamente esa dimensión formal por causa de nuestra vecindad, de nuestra historia compartida y de los sólidos vínculos humanos, culturales y económicos que nos ligan". De nuevo, un brindis para terminar y, de nuevo, la mascarilla de la reina Letizia en su sitio, salvándola, otra vez, de tener que probar el champán con el que brindaron todos los presentes y que el Rey, ya a cara descubierta, sí bebió.
Primer día intenso para los Reyes en Andorra. Sus Majestades se encuentran llevando a cabo una visita de Estado, la primera de un monarca español al país vecino, por lo que se trata de un evento histórico, y también el primer viaje internacional para don Felipe y doña Letizia desde octubre de 2019, cuando visitaron Cuba. La pandemia redujo al mínimo la agenda real en 2020, pero desde Casa Real no están dispuestos a que la situación los limite, y de ahí que quieran seguir cumpliendo con actos institucionales, siempre respetando las medidas sanitarias y conscientes de las limitaciones.