Las vacaciones vascas de la infanta Cristina y su hija Irene: deporte e intimidad
El matrimonio Urdangarin trata de hacer coincidir los viajes y permisos del padre con las vacaciones escolares de la menor de sus hijos. Así ha sido esta vez
Suele suceder en la familia Urdangarin de Borbón: cada vez que Irene, la menor de los cuatro hijos, tiene vacaciones, la infanta Cristina viaja a España para ver a su marido. Así ha sido desde que Iñaki Urdangarin entró en prisión, hace ya casi tres años. Y así ha sido esta Semana Santa. Irene tiene dos semanas de vacaciones, que terminan el domingo 11 de abril, y aquí están madre e hija.
Las han visto en el gimnasio Estadio, un club deportivo y fundación que dirige Mikel, el hermano de Iñaki, desde hace años. Este centro es un punto de encuentro de los hermanos y en sus pistas es habitual ver a la Infanta jugar a pádel con sus amigas vascas. La agencia Efe publicó la semana pasada que la Infanta estaba en Vitoria, información que Vanitatis ha podido confirmar. Y una de esas escapadas fue, como decíamos, al Estadio.
No es la primera visita que realiza la infanta Cristina a su marido dese que este obtuvo el tercer grado y se trasladó a una prisión cerca de Vitoria, donde pasa sus días entre su empleo como asesor en un bufete de abogados y las visitas a su madre y resto de familia.
Poco movimiento
No hemos podido concretar el día que llegó la Infanta a la capital vasca, pero sí hemos sabido que se ha movido muy poco. Desde su primera visita juntos, en aquel primer permiso de Urdangarin en el que se mostró toda la familia unida, de paseo por las calles de la ciudad, la tónica ha sido bien distinta. Ambos prefieren no ser captados por las cámaras porque pretenden, según nos dicen sus allegados, normalizar la situación. Que la gente se olvide de ellos, añaden.
Es tarea difícil conseguirlo, sobre todo si tenemos en cuenta los últimos movimientos de la hermana menor de Felipe VI. Ha viajado varias veces a Abu Dabi a ver a su padre, incluso cuando las medidas sanitarias han sido extremadamente restrictivas, y hasta se ha vacunado en Emiratos, lo que la puso, junto a su hermana la infanta Elena, en la diana de las críticas. Lo mismo ha sucedido con esta visita a Vitoria en plena Semana Santa con las comunidades autónomas cerradas.
Saltarse las normas
Con todo, hay que recordar que las fronteras españolas, a excepción de las catalanas, están abiertas y son muchos quienes se han escapado al extranjero en estos días de vacaciones. Lo que está prohibido es el movimiento entre comunidades, pero no los viajes al extranjero. Aun así, los hijos de la infanta Elena, Felipe y Victoria de Marichalar, han pasado las vacaciones en la costa, en su caso en Marbella.
No ha sido el caso, pero otros hijos del matrimonio Urdangarin de Borbón habrían infringido las normas si hubieran viajado a Vitoria. Como Juan, que vive en Madrid, o Pablo, que vive en Barcelona. Pero de estos movimientos no tenemos constancia. Consultadas fuentes de Vitoria que suelen controlar a la pareja cuando se ven en la ciudad, nos confirman que si han salido de casa, ha sido cuando nadie les vigilaba, por lo que han evitado ser fotografiados y vistos en público.
En principio, y si todo sigue según lo previsto, nos cuentan que este lunes Cristina ya ha puesto rumbo a Ginebra con su hija. Una vez en casa, deberían permanecer en cuarentena aunque presenten una prueba PCR negativa. Pero como la Infanta teletrabaja desde hace meses y su hija no empieza clases hasta dentro de una semana, no supondrá ningún problema.
Suele suceder en la familia Urdangarin de Borbón: cada vez que Irene, la menor de los cuatro hijos, tiene vacaciones, la infanta Cristina viaja a España para ver a su marido. Así ha sido desde que Iñaki Urdangarin entró en prisión, hace ya casi tres años. Y así ha sido esta Semana Santa. Irene tiene dos semanas de vacaciones, que terminan el domingo 11 de abril, y aquí están madre e hija.