Cuando mujeres de la realeza como doña Letizia, Victoria de Suecia o Kate Middleton abren el joyero real y lucen algunas de sus tiaras, causan una auténtica revolución. De entre todas las piezas de joyería que pueden llevar, las coronas producen muchísimo interés entre el resto de la población.
No es de extrañar teniendo en cuenta la gran tradición histórica que tienen muchas de ellas, a menudo rodeadas por un halo de misterio que engloba tramas de traición, romances u otros dramas propios de los royals de antaño. Algo que atañe también a la tiara de Maria Vittoria dal Pozzo, quien fuera reina de España durante tres años.
La tiara de María Victoria, reina de España. (Sotheby's)
Nacida en 1847 en París, María Victoria fue la hija primogénita de Carlo Emanuele dal Pozzo, V príncipe de La Cisterna, y Luisa Carolina Ghislaine de Mérode, condesa de Mérode-Westerloo. Emparentada con la realeza monegasca y miembro activo de la aristocracia europea, acabaría conociendo al príncipe Amadeo, I duque de Aosta.
María Victoria contrajo matrimonio con el príncipe Amadeo de Saboya, hijo del rey de Italia, y se convirtió en duquesa consorte. Lo que pocos saben es que fue ella la compañera de triunfos y derrotas de quien durante tres años gobernó nuestro país (1870-1873) en el contexto del fin de la revolución de 1868.
La tiara de María Victoria, reina de España. (Sotheby's)
La casa de Saboya es una de las familias reales más antiguas del mundo y, hasta hace pocos años, sus herederos debatían quién debía ser jefe de la misma. De esta manera, resulta emocionante que los sucesores hayan decidido poner a subasta una joya que ha estado durante 150 años entre ellos.
La extraordinaria tiara data de la segunda mitad del siglo XIX y es probable que fuese un regalo de bodas para María Victoria por su matrimonio con Amadeo. Compuesta de perlas barrocas naturales en forma de gota y diamantes circulares de talla única con motivos de volutas graduadas, se cree que fue creada por Musy Padre e Figli, el joyero de la corte de Turín y uno de los orfebres más antiguos de Europa.
La tiara de María Victoria en forma de collar. (Sotheby's)
"Las tiaras siempre han sido la coronación de las principales colecciones de joyería, pero en la última década, su popularidad se ha disparado. [...] Estas piezas históricas son apreciadas en todo el mundo, no solo por la artesanía y la calidad de sus materiales que las convierten en verdaderas obras de arte, sino también por su resonancia histórica y emocional", explica Benoit Repellin, director de la subasta de Sotheby's en Ginebra. Tal es el interés de la gente por una pieza como esta que se estima que llegue a superar el millón de dólares y posiblemente alcance el millón y medio.
La corona habla por sí misma, pero, por si fuera poco, cuenta con un detalle único que la hace ser todavía más especial: se puede usar como collar. Si estás absolutamente maravillada/o con esta joya, ahora te la puedes probar y hasta hacerte una foto con ella; la compañía Sotheby's ha creado un divertido filtro de Instagram en homenaje a esta histórica e inolvidable subasta.
