No solo Meghan y Harry 'huyeron' de Europa: otras royals que se han ido a vivir a EEUU

Hace poco más de un año, el príncipe Harry tomaba una decisión sin precedentes: abandonaba la familia real británica para comenzar una nueva vida al otro lado del charco junto a su mujer, Meghan Markle, y su hijo Archie. Un acontecimiento histórico que todavía hoy sigue siendo objeto de debate y críticas.

Los duques de Sussex han hecho frente a una tormenta mediática desde entonces que no hizo más que intensificarse a raíz de la entrevista que concedieron a Oprah Winfrey. Sin embargo, aunque su mudanza resulte insólita, no han sido los primeros royals que decidieron poner distancia y marcharse a Estados Unidos.

Sin ir más lejos, una de las primas de Harry, Eugenia de York, hizo lo propio hace ahora ocho años. Tras licenciarse en historia del arte y literatura inglesa, llevó a cabo un periodo de prácticas en la prestigiosa casa de subastas Christie's en Londres y poco después encontró trabajo en las Américas.​

En 2013 se mudó a Nueva York para trabajar para la firma Paddle8. Una galería de arte fundada por Alexander Gilkes, quien entabló una estrecha relación de amistad con la hija de Sarah Ferguson. Su estancia en Estados Unidos apenas llegó a los dos años pues encontró otro gran puesto como ayudante de dirección de la galería de arte Hauser & Wirth situada en la capital británica.

Mucho más largo es el periodo de tiempo que Magdalena de Suecia lleva en el otro continente. La hija menor de los reyes Carlos Gustavo y Silvia de Suecia se mudó a Nueva York hace once años por motivos de trabajo y, según apuntaron varios medios entonces, para superar su ruptura con Jonas Bergström. En la Gran Manzana conoció a Chris O'Neill, con el que se casó el 8 de junio de 2013 y con el que ha tenido tres hijos.

Durante algunos años, pasaron por Londres y volvieron a Suecia, pero su destino estaba en Estados Unidos, donde llevaron a cabo su mudanza en 2018. Esta vez, eso sí, escogieron una zona más cálida y paradisiaca como lo es Florida, aunque tuvieron que trasladarse cuando sufrieron un robo en su primera mansión.

Por circunstancias políticas, la familia real griega no tuvo más remedio que exiliarse de su país de origen; sin embargo, no huyeron de Europa, se instalaron en Londres. Allí comenzaron una nueva vida y, con el paso del tiempo, cada uno de sus miembros tomó caminos separados. Pablo Felipe -el primogénito de los reyes Constantino y Ana María de Grecia- y Marie-Chantal, la heredera del imperio de los exitosos Duty Free del magnate Robert Miller, se conocieron, precisamente, en Nueva York.

El matrimonio, que el año pasado celebraba sus bodas de plata, construyó una familia y fijó su residencia entre Estados Unidos y Londres, estando en esta última su vivienda principal. Hace cinco años, decidían hacerlo justo al revés y se mudaban a Nueva York para estar más cerca de su hija Olympia, quien se trasladó a la citada ciudad para llevar a cabo sus estudios de moda.

Para acabar, hay que mencionar a la última royal que ha decidido dejar su país e instalarse al otro lado del charco. Marta Luisa de Noruega confirmaba en una entrevista de televisión que está considerando seriamente la idea de trasladarse a Estados Unidos con sus tres hijas y su novio, el chamán estadounidense Durek Verrett.

Según ella misma ha confesado, su pareja no se siente bien tratado en Noruega y no desea vivir allí, prefiere seguir haciéndolo en Los Ángeles, donde lleva mucho tiempo instalado. Así acabarían de una vez por todas con la distancia que les separa y que a ambos se les hace muy cuesta arriba, más ahora en tiempos de covid.