El homenaje de la reina Sofía al duque de Edimburgo en su última aparición

La muerte de Felipe Mounbatten sigue estando muy presente en el mundo de la realeza. Además de los múltiples mensajes de condolencia públicos expresados por las casas reales de todo el mundo al conocerse la noticia, el recuerdo del marido de Isabel II sigue muy vivo con el paso de los días. Prueba de ello es el bonito homenaje que doña Sofía ha querido rendirle a su tío segundo en su última aparición pública.

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La Reina emérita ha asistido, mediante videoconferencia, a una reunión de trabajo con la Federación Española del Párkinson, con motivo de la celebración del Día Mundial de la citada enfermedad. Lo ha hecho desde su despacho del palacio de la Zarzuela. Con su preceptiva mascarilla, la madre de Felipe VI llevaba una chaqueta de tweed roja adornada con un broche muy especial: el remembrance poppy. Esta amapola roja artificial es todo un símbolo en Gran Bretaña y en el resto de los países de la Commonwealth y se luce cada 11 de noviembre con motivo del Remembrance Day para recordar los sacrificios de los miembros de las fuerzas armadas y los civiles en tiempos de guerra, específicamente desde la Primera Guerra Mundial.

El año pasado, siguiendo con la tradición, vimos a los miembros de los Windsor con esta flor en la solapa durante los actos institucionales de la citada fecha, en Londres. El príncipe Harry y su esposa Meghan hicieron lo propio en el cementerio de Los Ángeles para conmemorar a los caídos con su remembrance poppy bien visible.

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Ahora, doña Sofía ha recuperado este broche en un claro mensaje de recuerdo y homenaje al duque de Edimburgo, para quien la amapola roja era un símbolo importante, símbolo del orgullo de su carrera militar. Recordemos que esta flor forma parte del emblema de la Legión Real Británica, de la que el príncipe Felipe era miembro vitalicio, además de un veterano condecorado de la Royal Navy en la Segunda Guerra Mundial. “Su sentido de servicio a la nación y su fuerza de carácter han sido una inspiración para todos nosotros”, ha publicado la institución en su web.

El funeral del marido de Isabel II tendrá lugar el próximo 17 de abril y no será un funeral de Estado, sino íntimo (porque así lo quería él, además de las restricciones de la pandemia), que se celebrará en la capilla de San Jorge en el castillo de Windsor y en el que estará toda su familia. También el príncipe Harry, que ya ha viajado a Londres sin su esposa, Meghan, que ha permanecido en California debido a su avanzado estado de gestación. Así pues, ningún miembro de las familias reales europeas estará presente en el último adiós, tampoco la nuestra pese a sus lazos de parentesco.

Quizá por ello doña Sofía haya querido mandar este gesto de cariño y recuerdo en la distancia durante su primer acto oficial desde la muerte de su tío segundo. En esta ocasión, y pese a ser un acto virtual, la Reina emérita no estaba sola, la acompañaban otras dos personas, todos guardando la distancia de seguridad y llevando sus mascarillas. Aun así, hay que destacar que la esposa de don Juan Carlos ya ha sido vacunada contra el covid: el pasado 9 de abril recibió la segunda dosis de Pfizer en el ambulatorio Fuencarral-El Pardo.