La desconocida estrecha relación entre la reina Letizia y el duque de Edimburgo

A veces uno encuentra aliados donde y cuando menos lo espera. Y si no que se lo pregunten a doña Letizia, quien encontró en el duque de Edimburgo a un inesperado consejero, a alguien en quien confiar y con quien sentirse identificada. Comenzar a formar parte de una familia real no es fácil y el príncipe Felipe, que le llevaba muchos años de ventaja a nuestra Reina, tenía muchos consejos y advertencias que compartir con ella, como así hizo durante años.

Isabel II y su marido siempre les han tenido un especial cariño a don Felipe y doña Letizia, y es que su boda en mayo de 2004, de alguna manera, abrió el camino al príncipe Carlos, quien poco después consideró que era el momento oportuno para contraer matrimonio en abril de 2005 -menos de un año después- con Camilla Shand, quien siempre fue su gran amor. Con ambos matrimonios se rompieron reglas no escritas y prevaleció el amor y el deseo de los herederos del trono, frente al pasado de sus actuales esposas.

Quizá por esto, o quizá porque sencillamente hay personas con las que se congenia de una forma diferente, el duque de Edimburgo siempre tuvo una sintonía especial con doña Letizia. Vanitatis ha confirmado de fuentes cercanas a la Reina que entre ambos han existido conversaciones en las que él le ha dado consejos basados en su experiencia para ayudarla afrontar el gran reto que tenía por delante. Siempre la ha animado a que, desde su cargo y desde las normas impuestas, mantuviera su forma de hacer y pensar y la hiciera valer, consejos que ella, una mujer con las ideas claras, siempre ha apreciado.

Cuando el pasado viernes día 9 se comunicaba el fallecimiento del duque de Edimburgo, Letizia perdía un preciado consejero, un ‘aliado’ de lo suyo. Y es que no ha encontrado, a lo largo de sus casi siete años de reinado, un apoyo más vivido y experimentado. Alguien que en su día pasó por lo mismo que ella está viviendo ahora. Y eso siempre se agradece. Puestos en contacto con Casa Real, no han querido proporcionar ninguna información sobre este asunto.

Pocas horas después de conocerse su muerte, los Reyes enviaban un telegrama en el que se dirigían a Isabel II con un cariñoso "querida tía Lilibet" y en el que lamentaban "recibir la noticia del fallecimiento de nuestro querido tío Felipe". "Nunca olvidaremos las ocasiones que pudimos compartir con él ni el legado de servicio y dedicación a la Corona y al Reino Unido que siempre desempeñó a vuestro lado. Nuestros pensamientos y oraciones están con vuestra majestad y con toda la familia", rezaba parte del mensaje.

Asimismo, don Felipe y doña Letizia mantuvieron el martes día 13 un encuentro con el embajador de Inglaterra en España, Hugh Elliott, para dar el pésame. Y es que en condiciones normales hubieran viajado para asistir a su funeral, que se celebrará este sábado en la capilla de San Jorge, en el castillo de Windsor, y ofrecer su calor a sus familiares, pero dada la delicada situación sanitaria que continuamos atravesando, el sepelio ha sido reducido en aforo a 30 personas, que, por supuesto, ocuparán sus allegados más cercanos.

Los Borbón siempre han mantenido una buenísima relación con los Windsor, con los que están doblemente vinculados sanguíneamente, y es que, aparte de que don Juan Carlos y doña Sofía son ambos descendientes de la reina Victoria de Inglaterra, Felipe, nacido príncipe de Grecia, es primo segundo de la Reina emérita y mantenían una estrecha relación desde la infancia que se mantuvo con los años y que trasladaron a sus hijos.

Una muestra de ese vínculo quedó demostrado en la boda de los duques de Cambridge, a la que decidieron invitar a solo dos personas de cada familia real; sin embargo, de la española acudieron tres: la emérita, don Felipe y doña Letizia. Otro gesto lo vivimos durante la visita de Estado que los Reyes realizaron a Reino Unido en julio de 2017. Habitualmente los invitados reales se hospedan en el castillo de Windsor, pero a ellos se les permitió instalarse en Buckingham.