Las dos horas de conversación entre Harry y Guillermo: ¿firmaron la paz?
Tras el funeral del duque de Edimburgo, sus nietos mantuvieron una charla por la que podrían haber hecho las paces tras su distanciamiento
Tras muchas especulaciones sobre la posición (y actitud) que tomaría el príncipe Harry con el resto de su familia en el funeral de su abuelo y viceversa, el pasado 17 de abril salíamos de dudas. El duque de Edimburgo recibió sepultura en la capilla de St. George, en el castillo de Windsor, bajo la presencia de 30 de sus familiares más cercanos entre los que, como no podía ser de otra forma, se encontraban el duque de Sussex y su hermano, el príncipe Guillermo.
Así, tuvo lugar el esperado reencuentro entre los hijos de Diana de Gales tras una época distanciados a causa de la mudanza de Harry a Estados Unidos y, sobre todo, la controvertida entrevista que ofreció junto a su mujer, Meghan Markle, a Oprah Winfrey. En esta, el matrimonio no dejaba en buen lugar a casi ningún miembro de la familia real británica y la actriz acusaba directamente a Kate Middleton de haberla hecho llorar tras un enfrentamiento entre las cuñadas.
La expectación era máxima ante la primera imagen juntos de Harrry y Guillermo pasada la polémica, sin embargo parecía como si los organizadores del funeral hubieran hecho todo lo posible por evitarla: primero poniendo a los dos hermanos separados por su primo, Peter Phillips, en la procesión fúnebre hasta la capilla de San Jorge; después, haciendo que estuvieran situados a varios metros el uno del otro durante la misa en memoria de su abuelo.
No fue hasta que acabó el funeral cuando pudimos presenciar el primer gesto de complicidad entre ellos. A la salida del enclave, pudimos ver al duque de Sussex y el duque de Cambridge charlando animadamente, incluso con cierta cordialidad. Una conversación a la que también se unió Kate Middleton; solo faltaba Meghan que, según explicaron sus propios amigos, no pudo viajar por recomendación médica a causa de su avanzado estado de gestación.
Ahora hemos podido saber que más allá de ese mínimo intercambio de palabras entre Harry y Guillermo del que fuimos testigos, los hermanos mantuvieron una conversación de dos horas por la que, todo parece indicar, habrían firmado la paz. Así lo desvela el 'Daily Mail' asegurando que se reunieron con su padre, el príncipe Carlos, después del funeral del príncipe Felipe el sábado, alejados de las cámaras de televisión y en la intimidad de su hogar.
Esta conversación para hacer las paces habría sido tan fructífera que el príncipe Harry se estaría planteando quedarse unos días más para pasar junto a la reina Isabel II el que será su primer cumpleaños sin su marido, el próximo miércoles 21 de abril. El reencuentro con su esposa y su hijo Archie tendría que aplazarse, por tanto, pero es una forma de recuperar la relación con varios de los miembros de una familia a la que, según fuentes narran al tabloide británico, "Harry ha notado fría".
En cualquier caso, y pese a las complicadas afirmaciones que Meghan y Harry hicieron, la reconciliación tenía que llegar más pronto que tarde teniendo en cuenta que, en lo que respecta a su vida pública, todavía les unen algunos compromisos: se espera que los hermanos se reúnan en verano, concretamente el 1 de julio, para inaugurar una nueva estatua de su madre, la princesa Diana, en el palacio de Kensington con motivo del que hubiera sido su 60 cumpleaños.
Por su parte, los Windsor y, especialmente, la reina han hecho todo lo posible por que la brecha existente entre Harry y el resto de sus familiares no fuese tan notable mediáticamente hablando. Sin ir más lejos, Isabel II tomaba la decisiónde que ningún miembro de la realeza usara uniforme militar para no perjudicar a su nieto, quien no hubiera podido hacer lo propio pues, al desligarse de la Casa Real británica, se le retiraron los honores militares.
Tras muchas especulaciones sobre la posición (y actitud) que tomaría el príncipe Harry con el resto de su familia en el funeral de su abuelo y viceversa, el pasado 17 de abril salíamos de dudas. El duque de Edimburgo recibió sepultura en la capilla de St. George, en el castillo de Windsor, bajo la presencia de 30 de sus familiares más cercanos entre los que, como no podía ser de otra forma, se encontraban el duque de Sussex y su hermano, el príncipe Guillermo.