Carlos Gustavo y su comentario sobre la velocidad por el que le han llovido las críticas
El monarca sueco mantiene un tira y afloja desde hace años con los medios de comunicación de su país y prácticamente solo es noticia por sus comentarios y salidas de tono
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Parece que algunos royals tienen difícil que no se hable de ellos por sus salidas de tono y sus polémicas. Uno de ellos es Carlos Gustavo de Suecia, quien prácticamente solo es noticia por comentarios que no son muy bien recibidos. El último, esta misma semana, durante una entrevista con el presentador Kristoffer Triumf, que ha entrado en el Palacio Real para realizar un podcast sobre el monarca, con motivo de su 75º cumpleaños, este mismo viernes. El conductor del espacio quiso incidir en la faceta más personal y menos institucional del rey sueco, por lo que hablaron de su vida y sus aficiones. Entre ellas, los coches. De ahí que Carlos Gustavo hiciera un comentario sobre la velocidad al que le han llovido las críticas.
Y es que el monarca es confeso amante de los vehículos desde hace mucho tiempo. Solo entre la flota de la que se tiene constancia, se encuentra un BMW M8 Competition Coupé, un Mustang Shelby, un AC Cobra, un Ferrari de Tomaso Pantera 599 GTB y un Porsche 911 Targan. Todos de alta gama y muy potentes. Y durante la entrevista, no tuvo ningún problema en admitir que le gustaba mucho la velocidad y correr a veces en exceso: "Es lo mejor que conozco. Es una libertad, controlo donde voy y lo que quiero. Para mí es una experiencia maravillosa". Unas palabras que no han pasado desapercibidas y que no han tardado en ser juzgadas por muchos ciudadanos suecos, ya que además el rey tiene antecedentes en este tema, puesto que ha sido sorprendido varias veces conduciendo demasiado rápido por alguna carretera, según han informado en los últimos años conocidos medios.
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Por eso, los comentarios no han tardado en llegar en foros, medios y redes sociales: "¿Está bien que un rey haga eso? Para mí, todas las reglas se aplican a un rey o no. No debería haber diferencia", dice uno.
"Creo que el rey debería tomárselo con calma en las carreteras, es muy fácil que se produzcan accidentes", apunta otro usuario. "El rey está por encima de la ley. Solo toca la bocina y conduce. ¿A quién le importa la ética y la moral?", añade otra persona, tirando de ironía.
Pero, como decíamos, no es la primera vez que Carlos Gustavo recibe críticas por sus comentarios un tanto salidos de tono, que son algo frecuentes para lo que se espera de un rey. Cierto es que los ciudadanios suecos lo miran con lupa y no es que cuente precisamente con el favor del 100% de la población. La fama de áspero y arrogante lo acompaña casi desde que accediera al trono y él tampoco se molesta en que esa opinión cambie en sus apariciones públicas. Sin ir más lejos, no hace mucho se pronunció sobre la gestión en Suecia de la pandemia, reprochando al Gobierno que no se habían hecho las cosas bien. Aunque asumió parte de la culpa con un "siento que hemos fracasado", no se libró de recibir numerosas críticas por ponerse en contra del Ejecutivo en lugar de remar en una misma dirección.
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Desde hace años, el rey Carlos Gustavo mantiene un tira y afloja con los medios de comunicación de su país, que tienen su posible abdicación como un tema recurrente de sus agendas, lo que no le gusta precisamente. Así que basta cualquier gesto o comentario para que se convierta en portada y carne de titular. Uno de ellos fue la opinión que dio acerca del Wasalauf, una carrera de esquí de fondo que supone una de las tradiciones deportivas más arraigadas en el país: "El Wasalauf es lo más aburrido que hay. No pasa nada. Ellos corren y corren y corren, solo en los últimos kilómetros dan un poco de gasolina", dijo. Así que no faltó mucho más para que los organizadores de esta competición, una de las más esperadas del año y con miles de participantes -entre ellos, los píncipes Carlos Felipe y Sofía-, le respondieran muy ofendidos, asegurando que no era un buen embajador cultural del país.
Tampo es fácil de olvidar la polémica surgida en 2005, cuando el monarca tuvo que salir al paso de unas imágenes en las que se le veía apoyando su mano en la parte baja (muy baja) de la espalda de Helena Paparizou, cantante ganadora del Festival de Eurovisión. Y más recientemente, en 2016, protagonizó un curioso momento, cuando declinó coger en brazos a su nieto Oscar, después de que la princesa Victoria le pidiera ayuda para poder hablar en público sin el peso del pequeño en los brazos. Un momento que su hija se tomó con humor, pero al que le sacaron punta en prácticamente todos los periódicos y portales digitales del país.
Parece que algunos royals tienen difícil que no se hable de ellos por sus salidas de tono y sus polémicas. Uno de ellos es Carlos Gustavo de Suecia, quien prácticamente solo es noticia por comentarios que no son muy bien recibidos. El último, esta misma semana, durante una entrevista con el presentador Kristoffer Triumf, que ha entrado en el Palacio Real para realizar un podcast sobre el monarca, con motivo de su 75º cumpleaños, este mismo viernes. El conductor del espacio quiso incidir en la faceta más personal y menos institucional del rey sueco, por lo que hablaron de su vida y sus aficiones. Entre ellas, los coches. De ahí que Carlos Gustavo hiciera un comentario sobre la velocidad al que le han llovido las críticas.