Del papel tropical a las fotos de sus hijas: el despacho de Máxima de Holanda, al detalle

El confinamiento del 2020 obligó a los royals a realizar casi todo su trabajo desde casa: conferencias, videollamadas, charlas telefónicas, reuniones digitales.... Las citas reales cambiaron y empezamos a ver a los reyes y reinas, príncipes y princesas a través de una pantalla. Pero eso sirvió también para que conociéramos rincones de sus palacios y castillos y, sobre todo, cómo eran sus lugares de trabajo. Y uno de los que más nos gustó fue el impresionante despacho de Máxima de Holanda, con numerosos detalles y un estilo absolutamente personal y característico, que podremos ver de nuevo este lunes. El motivo para que la reina de los Países Bajos abra de par en par la puerta de este rincón es su 50º cumpleaños y la entrevista que ha concedido a Matthijs van Nieuwkerk, un conocido periodista y presentador del país. Una entrevista muy especial y que se emitirá el mismo día de su cumpleaños por la noche en la televisión nacional.

Dos fotos de las grabaciones distribuidas por la propia Casa Real muestran el despacho al completo, desde un ángulo que no habíamos visto antes. Con Máxima de Holanda sentada en la mesa del centro frente al periodista, se pueden apreciar todos los detalles que hacen este espacio tan personal. Desde el papel de las paredes hasta la lámpara o los diferentes adornos que lo inundan y que ahora analizaremos. No hay duda de que el palacio de Huis ten Bosch, donde vive la familia real, se reformó completamente a su gusto, aunque se respetaron algunos elementos tanto de la estructura como del mobiliario original. Una mezcla de tradición y modernidad que hace del despacho de Máxima un lugar completamente único.

Por ejemplo, vemos cómo se han mantenido -suponemos que dándole un lavado de cara- la mesa y las sillas del centro, de un estilo completamente clásico, o el aparador de la esquina derecha, en el que se sitúan numerosos jarrones de porcelana. Elementos que incluso podríamos describir como un tanto barrocos, que contrastan completamente con el que quizá es el gran protagonista de la decoración: el papel pintado con estampado tropical, de palmeras y loros. Y para rizar más el rizo de esta mezcla imposible, pero que funciona tan bien, vemos en una de las paredes cómo cuelga un cuadro de uno de los antepasados del rey Guillermo Alejandro, creando ese contraste tan característico de Máxima de Holanda. El mismo contraste que crean esos muebles que hemos mencionado con el escritorio de la reina, de líneas mucho más modernas y en color negro y dorado, tan propio de los palacios reales.

Por supuesto, tampoco pasa precisamente desapercibida la decoración del escritorio del despacho principal -porque también utiliza otras estancias de Huis ten Bosch para trabajar-. Destacan varios accesorios, pero sobretodo una maximanzana en color dorado que, si la viéramos sin el contexto, seguro que sabríamos que pertenece a la reina Máxima. También vemos flores frescas en un jarrón, además de un marco de fotos y un bote de lapiceros, elementos muy habituales en las mesas de trabajo de royals y no royals. A la izquierda de la mesa, hay una gran estantería que también parece del mobiliario original, aunque restaurada. En ellas hay numerosos libros y varias fotografías familiares, entre las que encontramos un tríptico que parecen ocupar sus tres hijas, Amalia, Alexia y Ariane.

Pero quizá el elemento más novedoso de la decoración y que no habíamos visto en anteriores imágenes es el espejo luminoso que hay encima de la chimenea, que también parece haberse respetado en la enorme y costosa reforma de Huis ten Bosch. Una estrucutra redonda con numerosas luces led en color azul y que da otro toque más de modernidad al ecléctico despacho de Máxima de Holanda.