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Los 6 vestidos más bonitos de la boda de Federico y Mary de Dinamarca (y el más original)
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FAMILIA REAL ESPAÑOLA

Los 6 vestidos más bonitos de la boda de Federico y Mary de Dinamarca (y el más original)

Para celebrar el 17 aniversario de la boda de los herederos daneses, en Vanitatis hemos elegido los 6 looks que más nos gustaron de esta boda real, y también el más sorprendente

Foto: Felipe y Letizia, en la boda danesa. (Getty)
Felipe y Letizia, en la boda danesa. (Getty)

Tal día como hoy, hace ya 17 años, el mundo entero era testigo de una boda de cuento: el enlace real del príncipe Federico de Dinamarca con Mary Donaldson, una abogada australiana a la que conoció durante los Juegos Olímpicos de Sídney 2000. Aquel 14 de mayo de 2004, la realeza del mundo entero se dio cita en Copenhague para presenciar este enlace que hoy es muy recordado.

Una boda en la que la novia tuvo que compartir un poco de su protagonismo con nuestra Reina, que debutó ante la realeza. Para celebrar este aniversario, en Vanitatis hemos elegido los 6 looks más bonitos de esta boda real, y también el más original.

Como decíamos, una de las que acaparó más flashes fue Letizia Ortiz, que tan solo una semana después fue la protagonista de su propia boda. La prometida de don Felipe optó por un impresionante vestido en rojo de Caprile con escote palabra de honor drapeado y falda con cola, acompañado por una bolerita de manga larga realizada en tul. Estaba confeccionado en crepé de seda que procedía de la firma de telas José María Ruiz. La ahora Reina lo combinó con zapatos de Pura López y un bolso con bordados vintage. Las joyas jugaron un papel fundamental, Letizia recuperó unos broches de diamantes y rubíes de María de las Mercedes, condesa de Barcelona, que llevaba prendidos del vestido, y unos pendientes a juego de la reina Sofía.

placeholder Letizia, con el vestido rojo de Caprile. (Getty)
Letizia, con el vestido rojo de Caprile. (Getty)

La entonces princesa Máxima de Holanda estrenó un romántico vestido de Valentino en rosa palo, un diseño asimétrico, del que prendía un gran broche, con escote drapeado y volantes en la falda. Llevaba encima un tul en forma de chaquetilla en mikado color piedra, a juego con la cartera de mano. A diferencia de doña Letizia, que al no ser todavía princesa no podía lucir tiara, la argentina sí llevó una, además muy especial: la que se puso en su propia boda. Se trata de una tiara con base de picos que originariamente terminaban con margaritas pero que Máxima decidió cambiar por unas estrellas.

placeholder Guillermo Alejandro y Máxima de Holanda. (Getty)
Guillermo Alejandro y Máxima de Holanda. (Getty)

Magdalena de Suecia apostó también por el rosa con este diseño de encaje con el que demostró por qué era llamada la princesa más bella de Europa. La hija de los reyes suecos optó por un vestido de encaje de manga corta, con escote de pico, que combinó con un chal también rosa. Magdalena no se conformó con una tiara y lució dos: una sobre la cabeza, la llamada cíclope, de estilo art decó, que recibió con motivo de su mayoría de edad; y del cuello llevaba la diadema favorita de la princesa a modo de collar, la Fringe moderna, que elegiría años después para su boda con Chris O'Neill.

placeholder Carlos Felipe y Magdalena de Suecia. (Getty)
Carlos Felipe y Magdalena de Suecia. (Getty)

Si Carolina de Mónaco acude a cualquier acto, pasa directamente a ocupar un puesto en la lista de las mejor vestidas. Y la boda danesa no fue una excepción. La hermana de Alberto, que fue acompañada por el que era su marido, Ernesto de Hannover, eligió un vestido azul marino cruzado, con cinturón de tela incorporado, y repuntes de encaje en el escote y mangas. La princesa lució además un collar de diamantes y zafiros, así como la tiara Brunswick, de la familia Hannover.

placeholder Carolina de Mónaco y Ernesto de Hannover. (Getty)
Carolina de Mónaco y Ernesto de Hannover. (Getty)

Matilde de Bélgica fue una de las más bucólicas con este diseño de fondo blanco y con estampado de flores en tonos naranjas, corales y verdes. Un vestido con escote barco y falda de vuelo que combinó con un bolso realizado con la misma tela. Sobre su cabeza llevaba la tiara de laurel, un regalo que le hicieron unos aristócratas belgas con motivo de su boda con Felipe de Bélgica en diciembre de 1999.

placeholder Felipe y Matilde de Bélgica. (Getty)
Felipe y Matilde de Bélgica. (Getty)

Farah Diba, la última emperatriz de Irán, también fue una de las más elegantes con un dos piezas dorado formado por vestido de encaje con bordados flores y un abrigo de seda liso de manga larga. Aunque no llevaba tiara, sí lucía unos bonitos pendientes de diamantes.

placeholder Farah Diba. (Getty)
Farah Diba. (Getty)

Y la más original...

Como es habitual en los actos de la realeza -o era, ya que ahora no acude a ninguno-, la infanta Elena fue la más original de la jornada al apostar por un diseño de Christian Lacroix compuesto por vestido palabra de honor en blanco roto con flores y volantes en el bajo y un voluminoso abrigo fucsia con detalles en rojo. Las joyas iban a juego con el look, pendientes y gargantilla de diamantes y rubíes, y coronando el estilismo la tiara Marichalar.

placeholder La infanta Elena y Jaime de Marichalar. (Getty)
La infanta Elena y Jaime de Marichalar. (Getty)

Tal día como hoy, hace ya 17 años, el mundo entero era testigo de una boda de cuento: el enlace real del príncipe Federico de Dinamarca con Mary Donaldson, una abogada australiana a la que conoció durante los Juegos Olímpicos de Sídney 2000. Aquel 14 de mayo de 2004, la realeza del mundo entero se dio cita en Copenhague para presenciar este enlace que hoy es muy recordado.

Mary de Dinamarca Federico de Dinamarca
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