El tema relacionado con Alexia de Holanda del que Guillermo y Máxima evitan hablar
Parece que hay ciertas preguntas que los reyes de los Países Bajos han pedido a la prensa que no hagan en sus encuentros... Una, en concreto, relacionada con su hija mediana
Desde hace tiempo se considera a Alexia, la segunda hija de los reyes Guillermo y Máxima de Holanda, como la 'princesa rebelde'. Con la misma edad que la princesa Leonor -apenas se llevan seis meses-, ya ha dado algún que otro quebradero de cabeza a sus padres. Desde algunos desafortunados vídeos o fotos en redes sociales hasta que haya sido pillada fumando en una fiesta o el vídeo en el que pronunciaba en público una palabra malsonante y que se hizo viral. Los reyes siempre han defendido que sus hijas tienen que vivir su adolescencia y equivocarse, como cualquier otra chica de su edad. De hecho, tienen ordenado al personal que se ocupa de la seguridad de las tres princesas que no les informen de sus movimientos. Pero hay un asunto a priori inofensivo, pero que parece ser un tanto espinoso; un tema relacionado con la educación de Alexia del que Guillermo y Máxima evitan hablar.
El tema no es otro que el traslado de su hija, a finales de verano, al internado UWC Atlantic College de Gales, en el que coincidirá con la princesa Leonor. Ya cuando se informó de la decisión que habían tomado sus padres, se apuntó desde varios medios de comunicación que había sido debido a su mal comportamiento, en un intento de que encaminara mejor sus pasos. Pero, lógicamente, desde Casa Real nunca se ha explicado nada parecido. El problema ha venido recientemente, cuando un gesto de Guillermo y Máxima ha sido, para muchos, la confirmación de esta teoría.
Nos tenemos que ir hasta el Día del Rey, el pasado 27 de abril. Es un día en el que las tres hijas de los reyes suelen hablar ante las cámaras. Los periodistas les preguntan por sus pasos académicos, su futuro, etc. Por ejemplo, la heredera, Amalia, comentó la decisión de tomarse un año sabático antes de comenzar sus estudios universitarios: "Viajar un poco por el mundo, hacer cosas que quizás no pueda hacer en veinte años. Como hacer prácticas en empresas muy interesantes". También Alexia hizo referencia a su futuro, aunque en su caso un poco más lejano: "Por supuesto que tengo la libertad de elegir en lo que quiero convertirme cuando sea mayor. Todavía no lo sé, pero me gusta poder hacer algo que se adapte a mis propios intereses".
Extrañó entonces que ella misma no mencionara el paso tan importante que va a dar en apenas tres meses y que tampoco ningún periodista le preguntara por el UWC Atlantic College, que se convertirá en su hogar en los próximos dos años. Y el misterio de que no se tocara este tema se ha resuelto esta semana: fue la propia Casa Real la que ordenó que no se preguntara nada al respecto. Un gesto que ha sorprendido y que, para los periodistas que allí estaban, no es sino la confirmación de que la decisión es de Guillermo y Máxima para intentar reconducir el comportamiento de su hija, quien no estaría en absoluto de acuerdo con su marcha, a pesar de las posibilidades que le puede brindar su nuevo centro.
Lo cierto es que ha sorprendido que se impidiera preguntar por este tema, pero más por el asunto que se evitaba tratar -a priori inofensivo, como decíamos antes- que por el hecho de 'dirigir' las cuestiones de los periodistas, ya que no es la primera vez que Guillermo y Máxima ejercen algún tipo de presión sobre la prensa del país. Al igual que nunca se han visto las polémicas imágenes de Alexia en redes, de las que hablábamos al principio de este texto, o el vídeo de la familia bailando flamenco en la Feria de Sevilla desapareció misteriosamente de todos los portales y medios holandeses, también es fácil para ellos evitar cuestiones incómodas.
El método es simple: hay un código de conducta que se impone a los periodistas. Si se incumplen, las represalias pueden llegar hasta perder la acreditación para, por ejemplo, un posado familiar o una convocatoria pública. Así que los que quieran seguir cubriendo todas las citas reales no tienen más que seguir las pautas y no tocar aquellos temas de los que Guillermo y Máxima quieren evitar hablar, sea el colegio de sus hijas o cualquier otra polémica de actualidad.
Desde hace tiempo se considera a Alexia, la segunda hija de los reyes Guillermo y Máxima de Holanda, como la 'princesa rebelde'. Con la misma edad que la princesa Leonor -apenas se llevan seis meses-, ya ha dado algún que otro quebradero de cabeza a sus padres. Desde algunos desafortunados vídeos o fotos en redes sociales hasta que haya sido pillada fumando en una fiesta o el vídeo en el que pronunciaba en público una palabra malsonante y que se hizo viral. Los reyes siempre han defendido que sus hijas tienen que vivir su adolescencia y equivocarse, como cualquier otra chica de su edad. De hecho, tienen ordenado al personal que se ocupa de la seguridad de las tres princesas que no les informen de sus movimientos. Pero hay un asunto a priori inofensivo, pero que parece ser un tanto espinoso; un tema relacionado con la educación de Alexia del que Guillermo y Máxima evitan hablar.