El anuncio del embarazo de Beatriz de York hoy es una venganza sobre Meghan (según las redes)

La princesa Beatriz de York anunciaba este miércoles que está esperando su primer hijo junto a Edo Mapelli. Un escueto comunicado del Palacio de Buckingham servía para dar la feliz noticia. Pero la alegría que debería suponer la llegada de un nuevo Windsor se ha visto algo empañada por la sospecha que rodea a la princesa. Y es que el comentario general es que la fecha para comunicar la buena noticia no ha sido elegida en absoluto al azar, ya que el 19 de mayo es un día muy especial para los duques Sussex, puesto que celebran su aniversario de boda. Lo que no sería más que una mera casualidad es, para muchos, un plan ideado para restar protagonismo a Meghan Markle. O dicho de otra forma, el anuncio de embarazo de Beatriz se ha convertido en una venganza en toda regla de las York hacia su prima política, con la que parece que no se llevan demasiado bien.

La teoría que apunta a que todo está pensado tanto por uno como por otro bando para restar protagonismo al contrario parte del libro 'Royals at war', escrito por los periodistas Dylan Howard y Andy Tillett. Además de asegurar que la relación entre Meghan Markle y las York es bastante tensa, desvela cuál es el origen del conflicto. Nos tenemos que ir hasta la boda de Eugenia de York, en octubre de 2018. Meghan, presa de la emoción y de compartir las buenas noticias, aprovechó que la familia Windsor se encontraba reunida para anunciar que estaba esperando su primer hijo. Algo que no sentó nada bien ni a la novia, ni a su hermana ni a su madre, Sarah Ferguson. No solo suponía una afrenta para las familias de los novios, sino también un fallo grave de protocolo, ya que se supone que el centro de atención debe ser únicamente la protagonista del día.

Sarah Ferguson se tomaba su particular 'revancha' solo unos días después, cuando el Palacio de Kensington anunciaba de forma oficial que los duques de Sussex estaban esperando su primer hijo. Nada más conocerse la buena noticia, Fergie publicó en su Twitter algunas fotografías inéditas de la boda de su hija. Un gesto en el que muchos periodistas y medios vieron una pequeña venganza hacia Meghan por haber robado el protagonismo a Eugenia en su gran día.

Y lo curioso es que la historia se repetía casi un año después, esta vez con el anuncio de la boda de Beatriz. Los mismos medios no entendieron muy bien que la princesa anunciara su compromiso mientras Harry y Meghan estaban en Sudáfrica, acaparando toda la atención de los medios británicos. Lo vieron como un intento desesperado de Beatriz por tener algo de protagonismo.

Pero aún hay más. También las sospechas en el mismo sentido han acompañado a los duquesa de Sussex. La exactriz anunciaba junto al príncipe Harry su segundo embarazo el pasado 14 de febrero. Cinco días antes, había nacido el primer hijo de Eugenia de York y Jack Brooksbank, recibiendo el alta el viernes anterior a que ellos dieran la sorpresa. Aunque la pareja ya estaba en casa con su hijo, la prensa seguía pendiente de las noticias, ya que faltaba por saber el nombre del pequeño y, aún más importante, que distribuyeran alguna imagen. Y todo apuntaba a que podría ser ese mismo domingo cuando Eugenia y Jack presentaran de forma oficial a su hijo. De ahí que también se considerara en su momento que Meghan Markle y el príncipe Harry habían tratado de acaparar la atención mediática, haciendo su anuncio cuando la prensa estaba pendiente de las novedades de su prima.

Por eso, el anuncio del embarazo de Beatriz de York no es sino la última de una larga lista de 'coincidencias' en las que siempre se ha visto el afán de Meghan por restar protagonismo a una de las dos hermanas o viceversa. Una tensión entre las primas políticas, en definitiva, que llevó incluso a dudar de que los Sussex estuvieran invitados a la primera boda de Beatriz de York, prevista para el pasado mayo. Al ser cancelada finalmente por la situación de pandemia y celebrada dos meses después de forma muy reducida, se evitaron las especulaciones y sobre todo algunos invitados, como Meghan y Harry, quizá no deseados.