Confirmación de la princesa Leonor: su papel en la ceremonia y el plan familiar posterior

La Princesa de Asturias recibió este viernes a las doce de la mañana el sacramento de la confirmación, un acto religioso que la integra de forma plena como miembro de la comunidad católica. El padrino fue el rey Felipe, que desde este día ejerce de guía espiritual, como ya lo hizo don Juan Carlos con él. La diferencia entre padre e hija es que cada uno la recibió de una manera muy distinta: el entonces príncipe Felipe, en la ermita del recinto de la Zarzuela, y la princesa Leonor, en la parroquia de Santa María de Aravaca junto a sus compañeros de curso de 4º de la ESO B.

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La princesa Leonor celebra su confirmación y don Felipe actúa como padrino

N.Tiburcio

La protagonista estuvo acompañada solo por los Reyes y la infanta Sofía. Este año, la dirección del colegio impuso unas normas que sorprendieron al resto de familias. Solo padres y hermanos, sin especificar en este último caso el cupo que podría acceder a la iglesia. Con esta decisión se eliminaba la presencia de la reina Sofía, de Paloma Rocasolano, Jesús Ortiz y de la bisabuela Menchu del Valle, que a sus 91 años se encuentra en perfecto estado físico y vacunada igual que los abuelos maternos y paternos. A los Reyes aún no les ha llegado, por su tramo de edad, su turno de vacunación. La información que ha facilitado el departamento de comunicación de la Casa Real a Vanitatis así lo confirma. A don Felipe le llegará pronto y, el día que sea, Zarzuela ya ha avisado que no habrá ningún problema en anunciarlo.

La celebración religiosa la ofició el vicario episcopal de la Vicaría VII, Juan Carlos Merino, y el sacerdote y profesor de religión de la Princesa de Asturias, Javier Barillo. Todos los alumnos realizaron alguna tarea durante la ceremonia , y en el caso de la heredera le tocó leer un pasaje de la Biblia. Los Reyes y su hija mantuvieron el protocolo religioso idéntico para todos los padres. No hubo un lugar principal para ellos y siguieron la misa desde uno de los bancos que por apellido les correspondía, concretamente en el primero por la B de Borbón. En el momento del sacramento, el rey Felipe posó su mano sobre el hombro de su hija en su papel de padrino. Una vez terminado el acto, los alumnos se hicieron una foto recordatorio junto al profesor de religión.

Los familiares de la Princesa no pudieron acudir al templo y tampoco se organizó ninguna celebración familiar posterior. Tras la confirmación, los Reyes y sus hijas se marcharon a un restaurante de las afueras de Madrid, donde las cámaras de 'Viva la vida' pudieron captarlos a la salida, cuando recogían su coche del aparcamiento.