Philippos de Grecia y Nina Flohr celebran su 'reboda' con un romántico banquete entre amigos

Más vale tarde que nunca... El pasado domingo tenía lugar en Reino Unido la celebración de una boda real tan atípica como romántica y discreta. Nada de grandes lujos, trajes de gala, suntuosos palacios o fotos oficiales para el recuerdo, Philippos de Grecia, primo hermano del rey Felipe, y Nina Flohr se reunían con su círculo más íntimo para dar una pequeña fiesta privada, cinco meses después de su enlace civil, en Saint-Moritz (Suiza). El banquete tuvo lugar en Stibbington House, una preciosa y señorial casa de campo del siglo XIX situada en Cambridgeshire y propiedad de dos de sus mejores amigos: el aristócrata inglés Tom Naylor-Leyland y su esposa, la diseñadora y escritora Alice. ¡No podía haber lugar mejor!

Ellos se encargaron de que todo fuera perfecto para el gran día cuidando hasta el mínimo detalle. La mesa, en uno de los salones, para diez comensales aproximadamente, estaba decorada con centros de flores blancas, velas y una foto de la pareja besándose el día de su boda, el 12 de diciembre de 2020. “Gracias por hacernos sentir tan especiales. El amor, las lágrimas de felicidad y 18 años de amistad. Os queremos, Tom y Alice”, así se lo agradecía a sus anfitriones Nina. ¡No faltó ni la tarta nupcial, por supuesto! De tres pisos, en color azul y con los muñequitos de los novios coronando, tal y como manda la tradición.

“No la tuvimos en nuestra boda civil, así que esto ha sido muy muy especial”, decía la emocionada pareja mientras cortaba el pastel. Tras la comida, Philippos, Nina y sus invitados salieron a los impresionantes jardines de la finca para seguir con la celebración con una relajada sobremesa. En esta ocasión no hubo familiares, solo los dueños de la casa, sus dos hijos y algunos amigos más. ¿Sería quizá una sorpresa preparada por el matrimonio Naylor-Leyland?

En cuanto al estilismo de la novia (ya esposa en realidad del príncipe griego), por supuesto se vistió de blanco para la celebración, aunque su ouftit nada tenía que ver con el que que lució el día del 'sí, quiero'. Entonces, era invierno y estaban en la fría Suiza rodeados de nieve, así que ella se decantó por un original total look de Chanel: falda abotonada de tweed con chaqueta a juego, camisa blanca y botas bicolor en blanco y negro. Un look wedding nada tradicional, pero muy inspirador. Para la fiesta tardía de su enlace, Nina cambió de ambiente y, por supuesto, de estilo.

Llevaba un romántico vestido de satén de manga larga en blanco roto, con mangas abullonadas, puños ceñidos y cuello cerrado. El drapeado de la cintura iba adornado con un broche y la falda llevaba abertura lateral con botones joya. La melena suelta y casi sin maquillaje, todo muy natural. Por su parte, Philippos vestía un clásico esmoquin con pajarita y el pelo engominado hacia atrás. ¿El detalle? Uno de sus perros les acompañaba en el posado…

Esta celebración ha sido secreta y privada como lo fue su boda civil en Suiza, solo hemos podido seguir los detalles a través de las redes sociales y no en el muro de sus respectivos perfiles, sino en los stories. Aunque en su día se dijo que la pareja pensaba casarse en una ceremonia religiosa más adelante cuando la situación de la pandemia mejorase, por el momento no han hecho ningún anuncio al respecto.