Letizia: su apoyo a una gran mujer y las 3 formas de combinar un vestido de Pedro del Hierro

Doña Letizia está reconociendo este año a grandes personajes femeninos. Primero fue Concepción Arenal, cuando en febrero realizó una visita a la exposición dedicada a la conocida pensadora y organizada con motivo de los 200 años de su nacimiento en Ferrol (Galicia). Semanas más tarde, la veíamos asistir a la instalación del escritorio de Clara Campoamor, una de las principales impulsoras del sufragio femenino, en el Congreso, ya que hasta ese momento se encontraba situado en el vestíbulo de uno de los edificios anexos al hemiciclo.

Y este martes, en el que ha sido su primer acto de la semana, ha sido el turno de una famosa escritora. A las 12:00 horas de la mañana, doña Letizia llegaba a la Biblioteca Nacional de Madrid para inaugurar la exposición 'Emilia Pardo Bazán: el reto de la modernidad'. Una muestra que recorre el carácter multifacético de la autora gallega y busca trasladar a los espectadores una obra y una vida que resultan cruciales para revisar y actualizar la historia literaria y del pensamiento del último tercio del siglo XIX y primeras décadas del XX. Sin duda, una mujer poliédrica con una trayectoria que declinó en femenino el término, netamente moderno, de intelectual.

Para la ocasión, doña Letizia ha recuperado uno de los vestidos más bonitos que guarda en su armario. Se trata de un diseño color crema de Pedro del Hierro sin mangas y con falda de vuelo con plisado en los laterales. Presenta unas líneas en la parte superior, la única decoración de una creación sobria al 100%. Lo estrenó en marzo de 2019, durante su viaje de Estado a Argentina, concretamente en la recepción que les ofrecieron Mauricio Macri y Juliana Awada; y lo llevó meses más tarde en una visita a Sevilla en la conmemoración del V Centenario de la Expedición de la Primera Vuelta al Mundo de Fernando de Magallanes y Juan Sebastián Elcano

Esta es, por lo tanto, la tercera ocasión en la que la Reina lleva este diseño, aunque siempre que lo ha lucido lo ha combinado de modo distinto. La primera vez, en Buenos Aires, lo hizo con complementos de Magrit, una cartera de mano y unos salones en tono teja que le daban más color al look. En la capital hispalense optó, en cambio, por accesorios de Carolina Herrera: salones destalonados en ante camel -el mismo modelo que tiene en infinidad de colores- y un bolso bicolor, modelo Camelot, que pertenece a la colección otoño-invierno de 2015.

En esta ocasión, sin embargo, ha vuelto a confiar en Magrit, pero con un par de complementos distintos: los salones de animal print de serpiente con tachuelas en la parte trasera y el bolso a juego. Las tres combinaciones son acertadas, aunque quizás nos quedamos con la segunda, ya que nos encanta el contraste del color del vestido con el camel. Otra diferencia respecto a las veces anteriores es que en el pasado la Reina aderezó el modelo con pendientes de perlas; sin embargo, esta vez ha optado por un diseño más minimalista de Gold & Roses, el modelo Crawler Skyline, de casi 2.000 euros. El anillo de Karen Hallam también estaba ahí.