El bautizo del príncipe Julian de Suecia romperá con una tradición de más de 40 años
La Casa Real ha anunciado algunos detalles del bautizo del tercer hijo de Carlos Felipe y Sofía de Suecia, que se celebrará el próximo agosto
El príncipe Julian nacía el pasado 26 de marzo, convirtiendo a Carlos Felipe y Sofía en padres de familia numerosa. Y el pequeño vuelve a ser el protagonista de la actualidad de la Casa Real, ya que se han anunciado algunos detalles de su esperado bautizo. Será el sábado 14 de agosto en la iglesia del castillo de Drottningholm, la residencia de la familia real. Hasta ahí todo normal y en consonancia con los últimos bautizos que se han celebrado dentro del clan. Pero en el de Julian habrá dos diferencias con los de sus hermanos y primos, y una de ellas romperá con una tradición de más de 40 años. Estas diferencias se deben, por un lado, a la situación de pandemia, y por otro, a la decisión que tomaba el rey Carlos Gustavo en octubre de 2019, cuando redujo la familia real a sus hijos y los hijos de la heredera, quitando al resto el tratamiento de Alteza Real.
Pues bien, además de que el obispo Johan Dalman, el encargado de oficiar la ceremonia, no se dirigirá al príncipe Julian con este tratamiento, el bautizo del niño tampoco contará con otra costumbre establecida desde hace más de cuatro décadas, ya que no se retransmitirá por la televisión nacional sueca, como sí ha sucedido en las anteriores celebraciones del mismo estilo. La otra diferencia, en la que la decisión del monarca no ha tenido nada que ver, es que el niño contará con casi cinco meses cuando reciba el sacramento, a diferencia de sus hermanos y primos, que lo recibieron con tres. Este matiz viene dado por las condiciones sanitarias y porque la fecha se ha fijado contemplando el mayor número posible de miembros de la familia real que puedan acudir.
Y es que hay que tener en cuenta que será la ocasión de ver de nuevo a los Bernadotte reunidos después de mucho tiempo, al menos en persona, ya que no contamos la celebración familiar de la Pascua que hicieron en pleno confinamiento a través de sus dispositivos digitales. Se espera por fin la asistencia de la princesa Magdalena y su familia, que pisarían suelo sueco dos años después, ya que el verano pasado no pudieron viajar por la situación de pandemia. Y aunque la princesa sí estuvo en Suecia después para algunas citas oficiales, como la celebración de los Premios Nobel de 2019, también lleva mucho tiempo sin volver a casa y sin estar cerca de su familia, algo que, según la prensa sueca, no ha llevado nada bien.
Algunos detalles sobre el bautizo, como los padrinos o la celebración posterior -que normalmente se hace con un almuerzo privado en el propio castillo de Drottningholm- se comunicarán más adelante. Pero lo que es casi seguro es que el príncipe Julian cumplirá, esta vez sí, con una larga tradición y será bautizado con el vestido familiar, una prenda que data de 1906 y que estrenó el príncipe heredero Carlos Adolfo, padre del actual soberano. Después de él lo lucieron sus cuatro hermanos -los príncipes Sigvard, Bertil, Carl Johan de Suecia y la reina Ingrid de Dinamarca- y sus cinco hijos -las princesas Margaretha, Birgitta, Desirée, Cristina y Carlos Gustavo-. Los príncipes Victoria, Carlos Felipe y Magdalena también recibieron las aguas bautismales con este traje, así como todos los nietos del actual rey.
En 1935, con motivo del nacimiento de la princesa Margaretha, se decidió bordar el nombre de cada persona que llevara el vestido en una capa de seda satén, por lo que ahora el nombre del príncipe Julian se unirá a esta larga lista.
El príncipe Julian nacía el pasado 26 de marzo, convirtiendo a Carlos Felipe y Sofía en padres de familia numerosa. Y el pequeño vuelve a ser el protagonista de la actualidad de la Casa Real, ya que se han anunciado algunos detalles de su esperado bautizo. Será el sábado 14 de agosto en la iglesia del castillo de Drottningholm, la residencia de la familia real. Hasta ahí todo normal y en consonancia con los últimos bautizos que se han celebrado dentro del clan. Pero en el de Julian habrá dos diferencias con los de sus hermanos y primos, y una de ellas romperá con una tradición de más de 40 años. Estas diferencias se deben, por un lado, a la situación de pandemia, y por otro, a la decisión que tomaba el rey Carlos Gustavo en octubre de 2019, cuando redujo la familia real a sus hijos y los hijos de la heredera, quitando al resto el tratamiento de Alteza Real.