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El respeto a la Constitución aúpa a Felipe VI a pesar del menor prestigio de la institución
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ENCUESTA DEL INSTITUTO IMOP PARA VANITATIS

El respeto a la Constitución aúpa a Felipe VI a pesar del menor prestigio de la institución

La "preparación" del monarca lidera el 'ranking' con una nota superior al siete. Justo a continuación y con una valoración muy similar, aparece el "respeto por la Constitución"

Foto: El Rey, en el 40 aniversario de la Constitución. (EFE)
El Rey, en el 40 aniversario de la Constitución. (EFE)

Cuando en 2014, tras la abdicación del rey Juan Carlos, Felipe VI accedió al trono, las comparaciones entre padre e hijo fueron constantes. El nuevo jefe del Estado destacaba por su amplia preparación (académica y militar) y un carácter más sobrio y serio que el de su progenitor. En el discurso de proclamación ya advirtió que su reinado avanzaría en la transparencia que demandaba la sociedad también para la primera institución del país y habló de “una monarquía parlamentaria para un tiempo nuevo” que tantas veces ha sido recordada años después. A día de hoy, Felipe VI sigue siendo, junto a la reina Sofía, el miembro mejor valorado de la familia real.

Es uno de los datos que aporta la encuesta de IMOP Insights elaborada para Vanitatis entre los días 1 y 8 de junio y que ha contado con una muestra de 1.009 entrevistas. El sondeo también pone negro sobre blanco los atributos del Rey que más valoran los españoles. Y, en efecto, la "preparación" del monarca lidera el 'ranking' con una nota superior al siete (el máximo es 10). Justo a continuación y con una valoración muy similar aparece el "respeto por la Constitución", probablemente su principal seña de identidad. Si algo ha centrado la hoja de ruta elaborada desde Zarzuela en estos años convulsos en la vida política e institucional española, es el cumplimiento exquisito de la Constitución, ciñendo las acciones del Rey exclusivamente a las que aparecen en la carta magna.

La encuesta refleja con claridad que los electores de partidos situados a la derecha del arco parlamentario son los que defienden con mayor rotundidad el constitucionalismo del monarca. En el caso de los votantes de Vox, hasta el 70% de los encuestados cree que el Rey actúa con el mayor respeto a la Constitución, igual que el 67% de los electores del PP o el 57% de los de Ciudadanos. Los independentistas catalanes de JxCat son los más críticos con la figura del Rey y su papel constitucional (un 43% asegura que el respeto del monarca por la carta magna es cero, en línea con el 38% de los que dicen haber votado a EH Bildu en las últimas elecciones generales). No parece un detalle menor que el 20% de los votantes de Unidas Podemos, que gobierna en coalición con el PSOE, también sitúe a Felipe VI en el nulo cumplimiento constitucional con sus actos.

Además de las repeticiones electorales en las que la neutralidad del jefe del Estado se hizo imprescindible, el desafío independentista (que llegó a su punto álgido el 1 de octubre de 2017 con el referéndum de independencia ilegal en Cataluña) requirió la intervención más extraordinaria que hasta el momento había tenido que enfrentar Felipe VI como rey. Ocurrió el 3 de octubre, dos días después de la consulta, en un histórico discurso dirigido a toda la nación en el que aseguró el cumplimiento de la Constitución y del funcionamiento del Estado de derecho. Aquello supuso un antes y un después en el mundo secesionista y recrudeció todavía más la relación con el jefe del Estado, llevando a cotas máximas los desplantes públicos.

Ahora, en pleno debate sobre los indultos a los líderes independentistas (que el Gobierno aprobará de manera inminente), el papel del Rey tasado en la Constitución ha vuelto al debate público. En esta ocasión, de la mano del PP y de forma muy confusa por la insistencia de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, en preguntarse si el Ejecutivo “hará firmar la medida de gracia al Rey” cuando sabe que no hay otra posibilidad. El monarca cumplirá la legalidad firmando los indultos que previamente apruebe el Consejo de Ministros, igual que sanciona las leyes que salen adelante. Es una obligación constitucional.

El estudio de IMOP para Vanitatis también señala los atributos del Rey que se han visto más resentidos en la valoración de la sociedad. Y son la "proximidad a los ciudadanos" y la "capacidad de enfrentarse a situaciones difíciles". En ambas cuestiones, la nota no llega al seis y, aunque los encuestados que se sitúan en la izquierda son más críticos, también hay un alto porcentaje de votantes de la derecha que ven al monarca demasiado alejado de la sociedad de a pie. Por ejemplo, un 15,4% de los encuestados que afirman haber votado a Vox apenas le dan una nota de cinco al Rey en su cercanía.

placeholder El Rey en el avión oficial preparando un discurso. (EFE)
El Rey en el avión oficial preparando un discurso. (EFE)

A pesar del goteo de noticias que afectan al rey Juan Carlos desde hace meses y que, de manera clara, han ido afectando a la institución, la "honradez" y el "prestigio" de don Felipe no se han visto especialmente afectados (6,4 y 6,3 respectivamente). Aunque es cierto que el prestigio con el que los ciudadanos asociaban a don Felipe hace dos años (cuando el Rey emérito ya estaba bastante apartado, pero aún se desconocían los escándalos sobre su patrimonio) tenía una nota superior (llegaba al 6,5).

En este caso, la edad de los encuestados sí juega un rol importante y se avistan diferencias llamativas. Las personas de más edad (por ejemplo, el grupo de 65 años en adelante) son los que más defienden el prestigio del monarca. El 68% le da una nota en ese atributo del siete al 10 y solo el 3% considera que no cuenta con ningún prestigio. En el resto de grupos de edad son más críticos. El 13% de los encuestados de entre 25 y 34 años o en el siguiente grupo, de los 35 a los 44 años, le dan la peor nota al Rey en ese apartado, igual que el 10% de los que tienen entre 45 y 54 años o el 9% de los más jóvenes (menos de 25).

FICHA TÉCNICA

- Instituto responsable de la investigación: IMOP Insights, S.A.
IMOP Insights se acoge al código internacional CCI-ESOMAR para la práctica de la investigación social y de mercados.

- Universo: población de 18 y más años residente en la Península, Baleares o Canarias.

-Técnica de entrevista: Mixta, 50% telefónica a través de CATI, 50% CAWI a través del panel online de EMOP.

- Tamaño muestral: 1.009 entrevistas (501 telefónicas y 508 online).

- Margen de error de muestreo: para p=q=50%, un nivel de significación del 95% y, en el supuesto de un muestreo aleatorio simple, el error máximo de los datos es de ±3,1 puntos porcentuales.

- Fechas de campo: del 1 al 8 de junio de 2021.

- Equilibraje: con el fin de minimizar posibles desajustes de campo y adecuar los datos al universo, el fichero de datos se ha sometido a un equilibraje a partir de las siguientes matrices: sexo x edad, tamaño de municipio x CCAA, tipo de telefonía y acceso a internet.

 

Cuando en 2014, tras la abdicación del rey Juan Carlos, Felipe VI accedió al trono, las comparaciones entre padre e hijo fueron constantes. El nuevo jefe del Estado destacaba por su amplia preparación (académica y militar) y un carácter más sobrio y serio que el de su progenitor. En el discurso de proclamación ya advirtió que su reinado avanzaría en la transparencia que demandaba la sociedad también para la primera institución del país y habló de “una monarquía parlamentaria para un tiempo nuevo” que tantas veces ha sido recordada años después. A día de hoy, Felipe VI sigue siendo, junto a la reina Sofía, el miembro mejor valorado de la familia real.

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