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Las últimas horas de la princesa Diana en el quirófano: así lo recuerda su cirujano
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FAMILIA REAL BRITÁNICA

Las últimas horas de la princesa Diana en el quirófano: así lo recuerda su cirujano

Descargas eléctricas, drenajes, dos intervenciones, reanimación, tensión, nervios, extenuación... Monsef Dahman nunca olvidará esa madrugada

Foto: La princesa Diana, en 1992. (Getty)
La princesa Diana, en 1992. (Getty)

Monsef Dahman nunca olvidará lo que vivió durante la madrugada del 31 de agosto de 1997. En aquel momento no imaginaba que lo que estaba a punto de suceder le marcaría de por vida. Una joven había llegado al hospital en estado grave tras sufrir un accidente de coche. Cuando Monsef Dahman se acercó a la camilla, se dio cuenta de que era Lady Di.

Foto: Guillermo y Harry, en una imagen de archivo. (EFE)

"La idea de que has perdido a una persona importante, por la que te preocupabas personalmente, te marca de por vida", confesó 24 años después. Su decisión de contar cómo se vivieron en quirófano las últimas horas de vida de la princesa fue tomada en el marco de una laboriosa investigación que 'Daily Mail' realizó el año pasado durante meses para reconstruir los hechos en torno a la muerte de Diana de Gales. Con su relato, Dahman desterraba de una vez por todas la teoría de la conspiración sobre un complot conjunto para acabar con la vida de la princesa, que incluía también a los médicos que la atendieron. Dahman quiso dejar muy claro que tanto él como los compañeros que se encontraban allí aquel día, lucharon con fuerza para que el corazón de Lady Di no dejara de latir.

placeholder Lady Di, en una imagen de archivo. (Getty)
Lady Di, en una imagen de archivo. (Getty)

Reconstruyendo aquella noche

En 1997, Dahman era un joven cirujano que trabajaba en el hospital Pitié-Salpêtrière en París. Aquel 31 de agosto, recuerda que "estaba descansando en la sala de servicio cuando recibí una llamada de Bruno Riou, el anestesista principal de servicio, diciéndome que fuera a la sala de emergencias. No me dijeron que era Lady Di, solo que había habido un accidente grave que involucró a una mujer joven", comenta durante la entrevista concedida al medio británico.

Aclara que "la organización del hospital Pitié-Salpêtrière era muy jerárquica. Cuando recibí una llamada de ese colega de alto nivel, eso solo podía significar que el caso era particularmente serio".

Dahman describe cómo fue el momento en el que descubrió que la paciente se trataba de la esposa de Carlos de Inglaterra: "Llegué bastante rápido al quirófano. Ahí me di cuenta de la verdadera seriedad del asunto. Mi interno (su asistente júnior) estaba en la habitación, pero en un rincón, porque estaba un poco abrumado por la gravedad del momento". Cuando se le dijo quién era la paciente, asegura que "solo necesité ese momento para comprender toda esa actividad inusual. Para cualquier médico, cualquier cirujano, es de gran importancia enfrentarse a una mujer tan joven que se encuentra en esas condiciones. Pero, por supuesto, más aún si es una princesa".

placeholder Diana de Gales, en una imagen de archivo. (Cordon Press)
Diana de Gales, en una imagen de archivo. (Cordon Press)

A Lady Di le habían hecho una radiografía al llegar al hospital. Descubrieron que estaba sufriendo una "hemorragia interna muy grave", por lo que decidieron aplicarle un drenaje torácico para extraer el exceso de líquido de la cavidad torácica. Como la hemorragia persistía, la princesa recibió transfusiones de sangre '0 negativa', ya que aún no se había establecido su grupo sanguíneo.

Sobre las 2:15 horas de la mañana, Lady Di sufrió otro paro cardiaco (ya había sufrido uno anterior durante su reanimación en el coche). Ante la gravedad extrema de la situación, Riou, el anestesista principal de servicio, pidió a Dahman que realizara una intervención quirúrgica a la princesa en la misma camilla de la sala de emergencias. Tras intervención, Dahman descubrió que Diana había sufrido un desgarro significativo en su pericardio, que protege el corazón.

El profesor Alain Pavie, quizás el mejor cirujano cardiaco de Francia, al cual habían llamado para que acudiera al hospital de inmediato, se convirtió en la última esperanza de Lady Di. El corazón de la princesa había dejado de latir y, en una nueva intervención quirúrgica, Pavie descubrió la herida más grave: un desgarro en la vena pulmonar superior izquierda de Diana en el punto de contacto con el corazón.

Pavie suturó la lesión, pero el corazón de la princesa no conseguía latir. "Probamos descargas eléctricas varias veces y, como había hecho en la sala de emergencias, masaje cardiaco", cuenta Dahman. "El profesor Riou le había administrado adrenalina. Pero no pudimos hacer que su corazón volviera a latir. Luchamos con fuerza, lo intentamos mucho, realmente muchísimo. Francamente, cuando estás trabajando en esas condiciones, no notas el paso del tiempo. Lo único importante era hacer todo lo posible por salvar a esa joven".

placeholder Bandera tributo a Diana de Gales. (EFE)
Bandera tributo a Diana de Gales. (EFE)

Intentaron reanimar a la princesa durante una hora. "No pudimos salvarla y eso nos afectó a todos mucho", recuerda con tristeza. A las 4 de la madrugada, todos decidieron que no podían hacer nada más por Lady Di y cesaron los intentos de reanimación: "Fue una decisión consensuada".

Dahman asegura que él y su equipo quedaron destrozados: "Siempre es una gran decepción ver a alguien joven dejarnos. También sufría un gran cansancio físico por la energía que había gastado tratando de salvarla. Estábamos destrozados y cansados. Yo estaba demasiado cansado y deprimido para prestar atención a los dignatarios franceses, incluido el presidente Chirac, que comenzaron a llegar al hospital por la mañana, temprano, para presentar sus respetos a Diana".

Por último, Dahman recordaba, horrorizado, el vergonzoso intento por parte de algunos medios de comunicación por acceder a información dentro del hospital: "Pitié-Salpêtrière es un hospital público. La princesa fue atendida en un edificio donde había otros pacientes del hospital. Vimos gente disfrazándose (como personal médico), empujando carritos, tratando de obtener información". Incluso recuerda cómo una persona francesa se le acercó al ver sus zuecos manchados de sangre y quiso comprárselos porque aseguraba que tenían "sangre azul".

Monsef Dahman nunca olvidará lo que vivió durante la madrugada del 31 de agosto de 1997. En aquel momento no imaginaba que lo que estaba a punto de suceder le marcaría de por vida. Una joven había llegado al hospital en estado grave tras sufrir un accidente de coche. Cuando Monsef Dahman se acercó a la camilla, se dio cuenta de que era Lady Di.

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