"Dios mío, ¿qué ha pasado?": conocemos las últimas palabras de Lady Di antes de morir

Han pasado ya 24 años del trágico accidente de coche que acabó con la vida de Lady Di, un 31 de agosto del año 1997. Durante todos estos últimos meses se han dado a conocer nuevos detalles (inéditos aunque parezca increíble) recogidos en una investigación del ‘Daily Mail’ que quedaron plasmados en una serie histórica de varios podcasts con los que rindieron homenaje a la princesa en el que hubiera sido su 60 cumpleaños. Si hasta ahora no se había podido conocer el testimonio de Monsef Dahman, el cirujano que la atendió en quirófano, poco después conocíamos las declaraciones del jefe de bomberos, el médico que estuvo con ella hasta que llegó la ambulancia y el sacerdote que rezó por su alma para arrojar luz a lo que pasó…

Gracias a sus relatos se ha podido reconstruir fielmente y con más detalle lo que sucedió esa fatídica noche en el puente del Alma, donde se estrelló en Mercedes negro en el que viajaban Dodi Al Fayed, Diana, un guardaespaldas y el subdirector de seguridad del Ritz. Minutos después del accidente, el doctor Frederic Mailliez entra en el túnel en la otra dirección. Según ha contado al periódico británico, venía de una fiesta de cumpleaños con su pareja, así que no estaba de servicio, pero por supuesto no dudó en parar y ver si podía prestar auxilio a las posibles víctimas de aquella impactante emergencia.

“Dentro del Mercedes, dos personas aparentemente ya estaban muertas y dos resultaron gravemente heridas, pero aún con vida. Así que hice una evaluación muy rápida. Luego fui al coche para buscar el poco equipo médico que había allí, volví al interior del vehículo y traté de ayudar a la joven. Estaba sentada en el suelo en la parte de atrás y descubrí entonces que era una mujer muy hermosa y que no tenía ninguna herida grave en la cara. No sangraba, pero estaba casi inconsciente y tenía dificultad para respirar. Entonces mi objetivo era ayudarla”, recuerda.

Asegura que la escena empezó a llenarse de cámaras y flashes, lo que le sorprendió bastante… Sin saber que en realidad se trataba de la nuera de Isabel II, Mailliez le hablaba en francés tratando de ofrecerle consuelo por si podía oírle, hasta que alguien le dijo que era inglesa y cambió de idioma. Su crucial tarea terminó con la llegada de los servicios de emergencia…

Tampoco la reconoció a primera vista el sargento de bomberos Xavier Gourmelon cuando se personó en el lugar con su equipo. Lo primero que hicieron fue sacar a las víctimas mortales de la parte delantera del vehículo, luego él se acercó a la princesa, que ya consciente le dijo: "Dios mío, ¿qué ha pasado?". Xavier trató de calmarla, luego le pusieron un collarín y un respirador, además de taparla con una manta isotérmica para trasladarla urgentemente al hospital Pitié-Salpêtrière de París. Su respiración era normal y su pulso también, así que el jefe de bomberos no esperaba ese fatal desenlace, como ha reconocido…

El equipo médico que la atendía en ese traslado rememora que de pronto su presión arterial empezó a bajar mucho y hubo que administrarle dopamina. Aunque pareció estabilizarse, durante el trayecto al centro médico sufrió otra crisis. Lady Di llegó en estado de shock traumático y el cirujano cardiotorácico de guardia, el Dr. Bruno Riou, comprobó que había sangrado interno. El pronóstico no era bueno... Sufrió varios paros cardiacos y, pese a los esfuerzos de reanimación, falleció.

Aquí entra otro de los protagonistas de los nuevos testimonios sobre la noche de la muerte de Diana, el padre Yves-Marie Clochard-Bossuet. Él mismo cuenta que le llamaron preguntándole por el contacto de un sacerdote anglicano y, al no poder ayudarles, colgó el teléfono. Sin embargo, la llamada se repitió, se le informó de lo sucedido con la princesa Diana y accedió a ir, pese a ser católico. Tras confirmarse el fallecimiento de Lady Di, le llevaron a la habitación donde se encontraba el cuerpo para que rezase unas oraciones por su alma. Esto es lo que recuerda: "La vi por primera vez allí. Estaba completamente intacta, sin marcas, ni manchas, ni maquillaje. Completamente natural. Y ella era una mujer realmente hermosa y parecía como si... Casi podrías hablar con ella”.

Yves-Marie no tiene reparos en confesar que en un principio no le tenía simpatía a Diana, por su relación pública con Dodi Al Fayed: “Todas esas fotos, los enamorados. . . Para una mujer que es madre de un rey..., que no se estaba portando bien. No simpatizaba con ella”. Luego pensó inmediatamente en sus hijos, los príncipes Harry y Guillermo: “Van a tener que despertarlos y decirles: ‘Se acabó’... Es lo peor”. Mientras el sacerdote rezaba por su alma, el entonces ministro del Interior francés, Chevènement, confirmaba al mundo que la princesa estaba muerta.